Mis random One-shots

Love 101 (ZeroX)

(♡UwU♡ disfruten)

Recuerdo el momento en que lo conocí, fue en un momento crucial, estaba entre la espada y la pared; entre unos mavericks y una buena visita a Lifesaver luego. Él llegó saltando, como volando desde el segundo piso, a salvarme. Estaba más que seguro que me ví como una de esas mujeres que se derrite por un heroé en los comics cuando las salva... Solo que yo no lo demostré...

Luego de eso no me volvió a percatarse de mi. Era absolutamente lógico, yo era un ayudante de científico y él un hunter. Era un amor que no se iba a poder realizar, igual él es mi idolo... Hay una gran posibilidad de que no sepa que existo.

Suspiré volviendo a la monotonía, ayudaba con los papeles de la investigación de Dr. Cain, el científico arqueológo al que ayudaba.

Al parecer él me conoce tan bien que se dió cuenta que estaba interesado en llamar la atención del reploid rojo y me dejó intentar ser hunter pero todo resultó en un desastre y mejor lo dejé.

-¿X? ¿Qué haces parado allí? Traeme los libros que estan a tu lado, los necesito.- Demandó un poco el viejito, con algo de desesperación.

Sí, ese era mi nombre, una variable matemática... Realmente pienso que Dr. Light no sabía que ponerme en realidad y por eso me llamó así... Me hubiese gustado tener un nombre diferente... Uno que se escuchara cool como el de Zero...

Dejé mis pensamientos al lado y me apuré a llevar los pesados libros de investigación de Dr. Cain, quien al parecer estaba muy concentrado viendo una especie de piedra a la que él denominaba como "fósil".

Sonreí dulcemente por su expresión, él era como mi padre así que verlo tan interesado en decifrar lo que había en esa piedra solo hacía que mi corazón se sintiera conmovido a ayudarle más.

-¡Lo encontré!- Dr. Cain comenzó a escribir mientras gritaba ciertos nombres que recordaba haber oido antes pero que no recordaba. -La otra vez también trajeron uno similar.- Musitó algo entre suspiros.

-Si me necesita, estaré en la habitación de al lado.- Dije tranquilamente, no queriendo molestarlo.

-Tómate un descanso, hijo.- Paró un momento para verme a través de una lupa enorme con intención de sonreir luego. -Vé a ver a ese otro reploid jóven, al rojito ese que tanto te gusta.- Rió por mi expresión de vergüenza. -Y no vuelvas hasta que me traigas nietos.- Dió una carcajada fuerte, mentalmente dandose una palmadita en la espalda por lo bien que le había salido su broma.

-Sí, necesita algo, llámeme por el comunicador.- Contesté ya muy tarde, teniendo muy en cuenta que ya me había dejado de poner atención.

Salí algo rápido del laboratorio por culpa de la vergüenza, dirigiendome a la cafetería por algún E-tank antes de perderme en el cuartel o ir a buscar a Zero para pasar el tiempo viendolo.

Lo segundo pasó primero... Él estaba en la cafetería siendo rodeado por muchos reploids que estaban atentos a escuchar de él historias. Podía escuchar su hermosa voz hablar de sus hazañas y del entrenamiento.

Ganas no me faltaban de acercarme a escuchar también pero sabía que no era conocido por nadie y que seguramente no le importaba hablarme o verme.

Aunque tampoco era de esos chicos populares inalcanzables que salen en los libros, a él podías acercartele a hablar tranquilamente y siempre sería agradable contigo.
Yo soy el problema... Soy demasiado tímido...

Tomé sorbos del E-tank, sentandome en una mesa cercana a él y su reunión de reploids, escuchando lo que hablaba y como los demás suspiraban de asombro o como a veces le aplaudían.

Al terminar el almuerzo todos lo dejaron solo en la mesa y allí fue cuando comenzó a comer lentamente, mirando a sus alrededores buscando con quién hablar un poco y compartir su comida.

Aparte de mi habían unos tres o cuatro reploids lejanos, ninguno resaltaba y yo tampoco aunque por ser el más cercano me eligió a mí.

-¿Has estado bastante tiempo escuchandome?- preguntó en una voz serena y masculina. -Te hubieras unido al grupo señor ayudante de científico tímido.- dijo burlandose.

-No iba a interrumpir tu inspiración por nada, me gusta escucharte hablar de esa manera.- tosí al casi exponer mis gustos hacia él -¿Cómo lo haces? Ya sabes, para seguir tus pasos y ser igual de sociable- supiré mirandolo de reojo.

-Sale del fondo de mí así que no creo que entiendas. Aunque si quieres clases puedo enseñarte una cosa o dos si sales más seguido de ese laboratorio.- me miró poniendo una mano bajo su barbilla mientras meneaba su cabello rubio.

-Gracias por tu amabilidad pero tengo cosas más importantes que hacer en el laboratorio.-

-Supongo- paró para inspeccionarme - entonces te pido que dejes de distraerme, te puedo encontrar en todas partes a las que voy pero cuando te busco ya no apareces. Si estás interesado en mí entonces dímelo, X.- subió su tono a uno frustrado y cansado.

-Disculpa las molestias, es solo que Dr. Cain está intentando estudiarte más.- mentí.

-¿Seguro que es Dr. Cain y no tú?- preguntó bruscamente levantandose y golpeando suavemente la mesa frente a mí en una leve amenaza. -No me molesta que me veas pero por favor deja esos sentimientos por mí, no es correcto.-

Asentí rápidamente para luego evitar mirar su cara, había sido rechazado aunque nunca hubiese dicho que lo amaba o algo parecido.

-Señor- una navegadora se acercó a él -su novia acaba de llegar y exige verlo.- miró al rubio pidiendole que fuese con ella.

-Entiendo. Bueno amigo cientifico nos vemos luego.- acarició mi cabello pasando sus delicados dedos entre mis mechones castaños esponjosos y se marchó, haciendome golpear mi cabeza contra la mesa.

¿Acababa de ser un patán conmigo? Pero muy aparte de eso ¿Cómo sabe que me gusta? ¿Soy tan obvio?

Intenté calmarme pensar lógicamente un poco, gritando una y otra vez que el chico que me gustaba tenía novia, era un patán y me acababa de rechazar.

¡Diablos! La vida que me tocó vivir.