extra 3 ; Cita

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La habitación oscura y él a mi lado... Hacían mi corazón latir, concentrarme en la película sería una decisión bastante factible, al final de todo para eso era que habíamos venido... Pero para mi eso era como un reto, mis manos sudaban frío  de tantos nervios.  Ésta era una de las pocas  veces en las en que sólo ambos compartimos en público... Su propuesta al principio me sorprendió, apenas la escuche. Este no era un buen momento para salir  pero entendía sus intenciones, era algo tierno a mi parecer, logrando que me las arreglara para estar en estos momentos con él. ¿Cómo lo logré? Esa era una buena pregunta, y se resume en un nombre, yachi, pensándolo bien, ella me ayudaba en cualquier problema, bien sea pequeña ó grande. En este caso, sólo me tenía que seguir la corriente al decirle a mi madre que iríamos a estudiar a su casa.

La película ya estaba por la mitad, ó eso era lo que pensaba, ya que nisiquiera  sabía de qué se trataba y ni recordaba el título. Sólo podía contemplar a mi querido novio, mirándolo de  reojo, concentrado y sereno; él casi todo el tiempo era así, sus expresiones no eran muy notorias y a veces una que otra mueca lograba hacer, depende de la situación claro. Pero casi todo el tiempo era tranquilo, una tranquilidad que las  que al verle también me la contagiaba, podrían estar las cosas pésimas en estos momentos con todo lo que estaba ocurriendo pero al estar sólo ambos, trataba de enfocarme en nuestra relación sin ningún inconveniente, dejar todo lo malo atras, muy atras en el momento.

—¿Qué ves? —escuche su voz al ser descubierto mientras me miraba a los ojos, pero yo solo me dedique a subir en porta brazo  que nos divide de su asiento al mio para acercarme más a él y posicionar mi cabeza en su hombro y así poder estar más cerca de él. 

El tacto era cálido igual que siempre que me acercaba, y a pesar de que era un simple toque  la calidez y la tranquilidad que me transmita era mucha, cayendo en cuenta que en realidad no podría vivir sin él. Para mí, él  se había vuelto una persona muy especial y solo imaginarme en segundos que ya no estaría a su lado dejaba un vacío eterno en mi corazón. Ya habíamos pasado por mucho como para  que otra persona nos arruinara nuestra felicidad  — te amo —sonó de mis labios en un tenue susurro pero lo bastante alto para que mi novio lo escuchara algo que enseguida me percate, ya que un sobresalto salió de él al quedar impactado por la palabra, con un leve sonrojo postrado en sus pómulos  que pude notar por la luz propia de la pantalla grande que estaba posicionada en frente de nosotros.

— yo más— musito de igual forma, mirándome a los ojos con una leve sonrisa tan llena de sentimientos que nunca antes había visto de él llegando a mi corazón en un latido fuerte y sonoro, prosiguiendo a rodearme con su brazo y seguir así hasta que terminara la película.

Al salir del lugar nos encontramos con un clima frío con fuertes ventiscas  y un sol que casi se ocultaba, no me quería apartar de su lado pero ya era hora de hacerlo, todo el día había transcurrido tan perfecto y eso lo hacia mas difícil aun. 

 Después de caminar unos cuantos minutos  ahora me encontraba justamente en frente de él — hoy fue un dia estupendo— dije con un amargo sabor en la boca porque sabía que ahora tocaba regresar donde mi propia madre me rechazaba por amar a la única persona que quería a mi lado y eso hizo que mis ojos se llenaran de lágrimas. 

El agarro mi mejilla con delicadeza limpiando la lagrima que rodo en aquel lugar y por su mirada me di cuenta de que  él también pensaba lo mismo, y a pesar de que la calle no estaba vacía, me dio un beso tierno — hinata vivamos juntos.

mentiría si dijera que mis ojos estaban abiertos de sorpresa llenándome aún más de felicidad de haberme enamorado de él —¿ qué tipo de propuesta es esa ? todavía somos menores de edad — bromee un poco con una leve risa nerviosa, ya que, a pesar de que estaba muy ansioso, se me hacía como si fuese sacado de uno de mis sueños locos.

 — no bromeo... quiero estar a tu lado todo el tiempo, quiero vivir contigo cuando salgamos  de la preparatoria — me miró con seriedad  —, se que es una decisión apresurada por eso quiero que lo pienses bie...

—si —deje sin rechistar, al notar como mi novio estaba un poco nervioso con el asunto, y se paralizó por mi  respuesta, ahora pensándolo bien, todo este día Kageyama no había actuado tan simple como siempre con su rostro inexpresivo y eso me parecía aún más tierno de su parte  —sí me gustaría vivir siempre a tu lado — lo mire con sinceridad — y si tuviese que elegir en irme en estos momentos a vivir contigo tal cual como estoy, tampoco cambiaría de parecer porque te amo.

 Sus ojos también se llenaron de lágrimas y se me hizo imposible no agarrar sus mejillas entre mis manos para proseguir a dedicarle una enorme sonrisa acompañada de un beso en su frente,  colocandome de puntillas para realizar la acción.

—es que no quiero perderte— decía entre un sollozo cohibido.

— y nunca lo harás —en un momento a otro yo también me encontraba con la voz quebradiza — pase lo que pase, estaré a tu lado.

Aquel beso que ahora nos dábamos era mágico, como si solo los dos estuviéramos completamente solos en la tierra, mis manos en sus mejillas sentían como unas lágrimas calientes dejaban un camino. No era un beso de excitación o uno tierno , sino uno lleno de tantas emociones que con cada segundo que pasaba eran más grandes. él me agarraba de la cintura y, a pesar de que sus manos no estaban debajo de mi ropa podía sentir su calidez de siempre. 

maldición, si que lo amaba y un montón...

  

Ese beso fue el último beso que nos dimos en público. mi madre había decidido cambiarme para no volverlo a ver, pero de igual forma nunca perdimos contactos. a los meses empecé a trabajar, reuniendo para que aquella meta que ampos nos propusimos se cumpliera.

Justamente para que este dia llegara, ambos teniendo la mayoría de edad para independizarnos juntos.

Mis maletas ya se hacían en el suelo listas para cruzar la puerta deslizándose. Mi madre no decía nada, sabía que me iba con él porque yo ya le había avisado de antemano y aunque tenía lágrimas en sus ojos no me dijo nada, a pesar del tiempo ella todavía estaba en negación, pero no dejaba de estar preocupada y aun así, le dediqué una última mirada. 

—no te preocupes por mi, estaré con la persona que me ama al igual que yo a él... y a pesar de que me voy  y me hayas rechazado por quien soy, yo nunca te dejare de amar, recuerda que en cualquier momento me puedes visitar y si me lo permite yo tambien are lo mismo — termine de decirle para luego dirigirme a los brazos de mi amado e irnos a nuestro destino.

Sueños impuros. [Kagehina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora