La hija del productor (Ross Marquand)

Cap 80: Aclaraciones

Narra Ross:

A toda velocidad llego al estacionamiento de los estudios de Marvel. Coloco mi auto entre dos más caros que el mío. Uno parece un Audi y el otro un Volkswagen Tiguan. Ambos color metal.

Llego al sexto piso, donde una tal Abby me hará la prueba para el personaje del Cráneo Rojo. Ojalá quede. Es uno de mis más grandes sueños como actor.

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-Fue un placer conocerte Ross, cualquier cosa estamos llamando a tu representante o trataremos de comonucarnos a tu teléfono personal-dice la chica con amabilidad-.

-Muchas gracias a ustedes. Nos estaremos hablando. Adiós-me despido y salgo por el asensor del lugar-.

Presiono "PB" y este comienza a descender. Mientras tanto reviso WhatsApp, específicamente la conversación de ____. Lo que temía sucedió. Vió el mensaje pero no contestó.

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Narra ____:

Las lágrimas caen por mis mejillas de una manera descontrolada. No puedo creer que alguien se haya tomado el tiempo de escribir semejante carta para mi. Y mucho menos sentir esas cosas por mi. Aún no lo entiendo.

Y pensar que nos conocimos de una manera no muy amigable. Nos odiamos desde el primer segundo en que hicimos contacto visual, y ahora estoy llorando porque no lo voy a ver más.

Aún no sé si responderle. Mi cabeza dice que no, pero mi corazón dice que lo quiero ver. Que le escriba pidiéndole un encuentro. No me puedo ir sin despedirme.

Es la única persona en mucho tiempo que se fijó en mi. Sea mayor que yo o no, él se fijo en mi sin importar nada. Ni mi aspecto físico. Ni la edad. Ni nada de esas cosas cliches que muestran en las películas, como por ejemplo: los dos protagonistas hermoso, rubios, de ojos claros y altos.

Si bien él es todo una estrella de Hollywood, y tiene todas las características que acabo de nombrar, al menos no lo arruinó con el esteriotipo de "mujer bonita" con la cual todos los hombres famosos quisieran salir.

Él se fijó en mi. En una chica castaña de ojos marrones y 1.60 de estatura.

Le gusté tal cual soy, y no tuve que demostrar algo que no es parte de mi parsonalidad.

Luego de analizar todo esto vuelvo a observar la pantalla de mi celular. Respiro profundo y solo contesto una oración consisa:

Conversación de WhatsApp:

-Quiero verte lo antes posible.

Apreto el botón de envíar y ahora solo queda esperar su respuesta. Mientras tanto tendré que idear un plan para verlo sin que mi padre se entere, y sé quien podrá ayudarme...

Narra Ross:

Antes de ingresar a mi hogar, precisamente en la entrada, comienza a sentirse un olor a verduras hervidas increíble.

Lauren debe estar cocinando algo para el almuerzo.

Cruzo el umbral de la puerta con cautela. Trato de no hacer mucho ruido para que no se asuste.

-Hola Lau-saludo a la chica que se encuentra cortando una zanahoria en la mesada de la cocina-.

-¡¿Cómo te fue?!-pregunta con mucho entusiasmo-.

-Supongo que bien. Quedamos en que me iban a llamar-digo mientras cuelgo mis cosas en el perchero-.

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-Gracias-le digo a la joven que está sentada en la mesa, a mi izquierda-.

-No hay nada que agradecer-responde con amabilidad--. Sabes bien que haría cualquier cosa para que estés bien y feliz.

-Lo sé, por eso también te agradezco. Siempre comprendes todo lo que me sucede-le sonrío amable-.

-Sí. De hecho de eso te quería hablar-se pone seria y apoya los cubiertos sobre el plato sucio-- Yo puedo acompañarte en todo lo que necesites ahora. Tomalo de parte de tu mejor amiga, pero si en algún momento queres volver tendríamos que hablarlo bien. Sé que me tomé demasiado bien que me digas que estás interesado en alguien más y que me rebaje a mi misma diciendo que yo podría cambiar cosas que tal vez a vos no te gustaron, pero no voy a ser la segunda opción de nadie Ross, y mucho menos voy a esperar. Si algún día querés volver lo vamos a charlar, pero mientras tanto prefiero hacer mi vida con otra persona, y espero que esto no te moleste-concluye-.

-En absoluto. Me alegro que lo hayas aclarado. Si buscar a alguien más te hace bien, entonces adelante. Nadie te detiene-le digo con amabilidad-. Aunque en cierto modo me duele porque fueron cinco años los que tuvimos juntos, pero no puedo detenerla. No soy su dueño. Que sea feliz.

-Gracias por entender-dice con una sonrisa-.

Narra ____:

Me lavo las manos y voy de nuevo a mi habitación para revisar mi celular por quinta vez. Aún no hay respuesta por parte del actor. ¿Por qué? Primero me dice todas esas cosas lindas y ahora no me contesta. ¿Quién lo entiende?

-____, ya vamos a almorzar-anuncia mi hermano-.

-Voy.

Bloqueo mi celular y lo escondo en una de las cajitas decorativas que tengo en el mueble más grande de mi habitación, por si acaso que mi padre se de por revisarlo. Voy con pasiencia a la cocina y ya están todos sentados. Papá se está sirviendo ensalada y Joaquín ya está deborando su plato con ganas.

Mientras todos terminan su comida yo ya estoy lavando el plato. No comí mucho, y por suerte mi madre no chistó por eso. Seco el plato para ponerlo en su lugar y en el instante que lo apoyo mi celular comienza a sonar a lo lejos.

Mierda, no lo puse en silencio.

Automáticamente mi padre me mira con algo de seriedad en sus ojos. Mi vista va a mis pies, haciendo de cuenta que no lo vi. 

Termino de acomodar todo y de la nada el teléfono deja de sonar.

Gracias a Dios.

-Buen provecho a todos-digo, y me dirijo a mi habitación, rogando que el teléfono no vuelva a sonar-.

Una vez llegada cierro la puerta y la trabo con la llave. Saco el móvil de su escondite color azul claro y reviso sus mensajes no leídos.

Una llamada perdida de "Ross M.", y cinco WhatsApp del mismo remitente.

Ay Dios.

Mis manos comenzaron a transpirar y mi pulso se aceleró de un momento para el otro, y ni siquiera abrí los mensajes. 

Espero que sea algo bueno. De verdad espero verlo.