Capítulo 9: Santiago

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¿Qué mierda acababa de pasar? ¿Quién se cree para hablarme así joder?

Me jode demasiado cuando la gente no entiende las bromas.

Odié la forma en la que me habló y mucho más que lo dijera delante de mi hermana. Pero sabía que no podía rebajarme a los golpes, me sacarían del equipo y de ser titular en esta final.

La chica que me gustaba estaba aquí, mis otros amigos habían venido a verme, estaban aquí por mi, y mis papás... mis papás habían faltado a reuniones importantes solo por venir a verme competir.

No les podía fallar.

*En los camerinos*

-Bueno chicos, quiero que den lo mejor en la cancha. Recuerden lo que planteamos hoy en la mañana. Y pase lo que pase, más allá del resultado, estoy orgulloso de ustedes.

Las palabras del entrador fueron para mí, más como las de un padre que como las de un director técnico. No sé que hubiera sido de nosotros si nos hubieran cambiado de entrenador.

-Tenemos que ganar, nosotros hemos venido a GANAR.- dijo Alex gritando con la intención de motivarnos, pero lo único que sentía eran unas inmensas ganas de...

-Oye Santiago, tenemos que hablar. Disculpa si las cosas se pusieron un poco tensas en antes. Es solo que de todos estos inútiles, tú eres el único con el que puedo confiar, ah bueno y también con Bruno.

¿Más hipócrita no puede ser?

Después de decirme eso se fue, y el entrenador nos indicó que ya teníamos que salir a jugar porque ya había acabado el show de inauguración.

Mierda, qué nervios.

Ni bien ingresamos a la cancha y los capitanes hacían el sorteo para ver en qué cancha anotábamos, pude ver que el estadio estaba full. Nunca había venido tanta gente a vernos.

Visualicé a mi hermana, papás y amigos con su camiseta gritando mi nombre y me puse a reír. Pero sonó el silbato del árbitro, en el cual indicaba el inicio del partido  y toda mi atención se centró en la pelota.

"Tengo que meter un gol, ganar y seré feliz" me repetía eso constantemente. Pero conforme avanzaba el partido me di cuenta de algo. Alex había hecho un complot contra mi y Bruno, nadie nos pasaba el balón.

¿Qué mierda?

Las miradas de Bruno me indicaban que algo no andaba bien. Sacudía su cabeza como diciendo que íbamos a perder si es que seguíamos así.

Mierda. 

Los únicos delanteros éramos Alex, Bruno y yo. Era obvio que Alex quería llevarse el crédito por nuestra victoria, pero tenía que darse cuenta de que si seguíamos así, perderíamos.

- "PASALE EL BALÓN AL DIEZ, AL DIEZ" -gritaba mi entrenador. El diez era yo, pero mis demás compañeros hacían caso omiso a las indicaciones del entrenador y seguían las órdenes de Alex.

Joder, media hora sin tocar el balón. Giré a ver a mi hermana. Simplemente porque quería ver si en verdad estaba prestando atención al partido y me di cuenta que solo estaba enfocada  en Alex.
ESO SÍ ME MOLESTÓ.

- Bruno, quítale la pelota a Alex, me la pasas y anoto. RÁPIDO. -le tuve que decir a Alex en mi desesperación por ganar.

En un partido de fútbol, no podemos hablar, al menos eso no quiere el entrenador que hagamos, pero era necesario. No estábamos jugando en equipo como siempre solemos hacer.

Inmediatamente después de decirle eso, Bruno asintió con la cabeza y fue corriendo a marcar a Alex.

Qué bueno es tener un amigo en la cancha joder.

El último día que te viDonde viven las historias. Descúbrelo ahora