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Bucky estaciono su auto unas cuadras atrás del bar al que iría con Steve. Su amigo seguramente ya se encontraba dentro tratando de enganchar alguna chica.

Bucky recordó la última vez que había salido, aunque tampoco fuera que había pasado mucho tiempo, aún así sentía que debía de por un momento olvidar el hecho de que tenia una hija. La noticia de ser padre a los diecisiete le había hecho cambiar su vida completamente. Amaba a su pequeña, aún teniendo en cuenta de que había sido producto de una noche donde ni su nombre recordaba, desde entonces media la cantidad de alcohol que consumía.

- Pensé que no vendrías - comentó Steve cuando vio a Bucky acercarse a la mesa que compartía con una rubia.

- ¿Cuándo te he fallado? - contestó Bucky, quien se sentó a la par de su amigo y tomó de la bebida que su amigo tenia, ni siquiera sabia de que se trataba pero necesitaba olvidar un poco el hecho de que había dejado a Anika.

- Te presento a Nadia - Ruggero señaló a la chica que tenia al lado. Bucky se acercó para darle un beso en la mejilla y la chica le sonrió coqueta. Si a Steve no le importaba, esa noche Bucky terminaría con esa chica sexy que tenia al lado de él.

(...)

Natasha se encontraba esperando fuera de la habitación de la niña, una de las empleadas le había indicado el camino para después despedirse de ella, ahora si, eran solo Natasha y la pequeña.

Natasha no sabia que era lo primero que debía de hacer, ¿debía de entrar o tocar la puerta?, al final decidió que al final seria una mejor opción la segunda. Cuando escuchó una pequeña voz diciéndole que podía pasar abrió la puerta encontrándose con una habitación rosa, llena de juguetes y un gran armario. Solo esperaba que la niña no fuera como las niñas mimadas que solían molestarla cuando ella salia al parque a jugar.

- Hola - dijo Natasha. Se acercó un poco.

- Hola - contestó con una sonrisa la niña. Llevaba una pijama de ositos y se encontraba tratando de cepillar su cabello.

- ¿Quieres que te ayude? - preguntó Natasha al ver como Anika se quejaba de los jalones que daba a su cabello. Anika asintió y Nat se acercó, tomó el cepillo y delicadamente comenzó a cepillar el cabello.

Cuando Anika había visto a la chica entrar una alegría inmensa la invadió, ella esperaba encontrar a una anciana malhumorada, de esas que su padre solía contratar o una chica con una voz chillona que no le prestaba atención y solo estaba ahí por su padre; pero en cambio encontró a una chica que percibió su simpleza desde que la vio, además ahora la ayudaba con su cabello, ni un jalón le había hecho. Por un momento Anika imaginó que era su madre y que situaciones como esas eran tan comunes en su vida. Vaya que necesitaba una madre.

- ¿Cómo te llamas? - preguntó Anika

- Natasha

- Tienes un bonito nombre. ¿Cuántos años tienes?.

- 20.

A Natasha le pareció tierno como Anika había comenzado a sacar conversación. Sin duda llevaba unos minutos de conocerla, pero ya le tenía cariño.

- Bueno, tu papá dijo que debías cenar y después ir a la cama - dijo Natasha cuando terminó de cepillarle el cabello.

- ¡No! - replicó molesta Anika, era viernes, mañana no iría a clases, ella quería dormir hasta tarde - ¿Podemos hacer algo después de cenar? - Natasha rió de los pucheros que había hecho Anika.

- No, tu padre puede molestarse - Y vaya que Natasha le tenia miedo a cometer algún error.

- El no se va a enterar, además, siempre que sale con el tío Steve siempre llega tarde.

Natasha pensó por unos segundos, no sonaba tan mal la propuesta, seguramente era cierto lo que Anika decía y Bucky llegaría tarde, así que si ponía a Anika a dormir temprano ella terminaría durmiendo también.

- Esta bien, piensa algo mientras cenas - Anika la abrazó. Al principio Natasha se sintió sorprendida y un poco incómoda, pero después acepto el abrazo y ambas sintieron algo especial.

(...)


Buscando a Mamá [Buckynat] adaptada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora