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- ¿En serio no me recuerdas? - preguntó un chico castaño, quien se había acercado a Natasha mientras ella había pedido unas toallas. Natasha volvió a negar tratando de pensar donde lo conocía aquel chico.

- Perdón, pero en serio no te recuerdo - contestando evitando al chico, pues ya hace unos minutos que había dejado a Anika sola.

- Soy Clint,Clint Barton. Estaba contigo en secundaria, era el chico que te enviaba cartas - nervioso rasco su nuca y Natasha fue ahí cuando recordó quien era. Al chico que había evitado por tres años.

- Oh, si. Lo siento, por todo - dijo Natasha tímida.

Bucky, quien había estado observándolos desde hace unos minutos, se acercó y con una confianza que aún no existía entre Natasha y él la rodeo entre sus brazos. Natasha extrañada por su actitud se quedó estática.

- ¿Sucede algo aquí? - preguntó Bucky mirando de una forma no tan agradable a Clint

- No - habló Natasha. La tensión podía verse como decencia.

- ¿Te casaste? - preguntó Clint. En ese momento se acercó Anika quien había encontrado a Bucky con la mirada.

- ¡Papi! - gritó Anika quien fue hasta Bucky para que la cargara en brazos, acción que hizo Bucky.

- ¿Y tuviste una hija? - volvió a preguntar con asombro. La niña no parecía tan pequeña y para la edad que tenía Natasha le resultaba algo imposible.

Natasha estaba buscando las palabras para negar todo, desde la primera pregunta la había tomado por sorpresa y se había incomodado.

- Si - contestó Bucky rodeando con uno de sus brazos a Natasha. La sonrisa de Anika creció al ver tal gesto.

- ¿¡Que!? ¡No! - gritó Natasha. Se alejó de Bucky. Natasha tomó a Anika en sus brazos, la bajo al piso y la envolvió en una de la toallas que tenía. Se alejaron de ahí en cuanto pudieron.

- ¿Te gusta cierto? - preguntó Clint observando a Bucky quien se había quedado observando como ambas chicas se alejaban.

- ¿Qué?.

- Natasha, te gusta ¿cierto?.

- Si, ¿a ti? - sus celos se hicieron presentes. Clint comenzó a reír y negar con la cabeza.

- No, antes si, pero ya no.

Bucky asintió.

- ¿Te puedo decir algo? - Bucky volvió asentir - Sé que también le gustas, o al menos algo comienza a sentir por ti, no te rindas, es algo dura con ella misma, pero es por todo lo que ha sufrido - Clint no le dio la oportunidad a Bucky de que preguntara algo mas, y vaya que tenia preguntas, pero Clint desapareció de ahí.

Bucky en cuanto salió de su trance se apresuró para alcanzar a Natasha y Anika, quienes habían parado en un puesto de helados.

— ¿Qué les parece si vamos a nadar un rato? — preguntó al llegar junto con ellas.

— ¡Si! — se apresuró a contestar Anika.

— Yo paso. Iré a la habitación — Natasha deseaba huir de la presencia de Bucky, estaba un poco molesta con él, ya había alejado a dos muchachos de ella.

— Vamos Nat, solo un ratito — insistió Anika

— Esta bien —.

(...)

— ¡Ya no quiero jugar con ustedes! — Anika salió del agua y con indignación caminó lejos de su padre y Natasha. Se había molestado con ambos.

Minutos antes habían comenzado un juego, querían saber quien aguantaba mas la respiración debajo del agua, Anika, al no saber del todo nadar, le resultaba un poco mas difícil aguantarla. Mientras se había tomado del borde de la piscina y se había sumergido metiendo solo una pequeña parte de su cara, Natasha y Bucky se habían quedado afuera y cuando Anika levantó la cabeza por falta de aire ambos se sumergían. Así estuvieron varias veces y Anika siempre perdía, hasta que los descubrió.

Natasha y Bucky comenzaron a reír por la actitud de la mas pequeña. Después de unos segundos sus risas disminuyeron y Bucky salió para disculparse.

— Vamos enana, es solo un juego.

— No me gustan sus juegos.

— Admite que fue divertido.

Anika asintió y le mostró una sonrisa.

— Vamos a nadar. — Bucky tomó la mano de Anika y regresaron, Natasha estaba saliendo de la piscina — ¿Quieres que juguemos con Nat? — preguntó. Anika asintió y rió.

Bucky soltó la mano de Anika y apresuró el paso para detener a Natasha justo cuando ya se encontraba caminando hacia ellos. Sin aviso previo la tomó de la cintura y junto con él se aventaron de nuevo al agua. Cuando sus rostros se pusieron al aire, sus miradas quedaron conectadas. Ambos se miraron y sonrieron. Anika miraba la escena con un brillo especial en sus ojos. Estaba segura de que esa vez lo había conseguido. Ambos ya se habían enamorado del otro.

(...)


Buscando a Mamá [Buckynat] adaptada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora