Las clases transcurrieron tranquilas, en realidad el tiempo en la universidad fue demasiado relajado y es algo raro, por lo general yo me estreso rápido, es uno de mis defectos.
—¿Quieres que te acompañe a la parada de autobuses?— me pregunto Ji-Min, creo que se volverá un amigo muy importante.
—Claro Ji-Min, gracias, necesito saber cual es la parada más cercana— dije con una sonrisa mientras metía mi libreta a mi mochila.
—De acuerdo, entonces vayamos—. Hablo mientras echaba la mochila al hombro.
Caminamos fuera del aula.
—¿Mañana a qué hora llegarás del teatro? — cuestione al chico.
—Por lo general acostumbró a llegar 20 minutos antes, en esos evento se llena demasiado el teatro puesto que es una invitación abierta.
—Gracias por el dato, supongo que llegaré al mismo tiempo que tú— sonreí.
—Es muy conveniente— me dedico una sonrisa — si quieres te espero para poder entrar juntos. — sugirió.
—Me parece una buena idea— dije.
—Entonces...¿Me pasarías tu número? — Pregunto.
—¡Claro!— Ji-Min sacó su celular para anotar el número.
—Perfecto — sonrió — estaré en contacto contigo.
—Vale.
—¿Que te pareció la facultad?.
—Hermosa, y muy tranquila.
Después de platicar un rato sobre diversas cosas llegamos a la parada más cercana, compre mi boleto, Ji-Min decidió esperar a que llegara el transporte junto conmigo y en verdad se lo agradezco por ser tan gentil conmigo.
—¿Que tiempo te haces en llegar a la universidad por la mañana?— me pregunto.
—Dos horas, debo levantarme muy temprano— solté un suspiro.
—¡Wow, impresiónate! Yo en tu lugar no llegaría temprano— me dijo soltando una risita.
El autobús hacia el pueblo se paró en frente de donde estábamos.
—Bueno, Ji-Min, un placer conocerte, nos vemos mañana — dije.
—Igualmente Young Mi, te cuidas— nos decidimos, subí al autobús, y como siempre tome el último asiento, saque mi celular y mis auriculares y decidí poner un poco de música.
(...)
Baje del transporte y para mi mala suerte estaba lloviendo, no había gente por las calles.
—Demonios— susurre y me puse el gorro de mi sudadera.
Comencé a correr, solo me faltaba unas pocas cuadras para llegar a la casa de mis abuelos, cuando llegue abrí rápidamente la puerta y entre, me saque las suelas de los zapatos con el tapete que estaba en la entrada, moría de frío.
—¡Eh llegado!— avise.
—¡Que bueno, hija! — Se escuchó la voz de la abuela — ven aquí.
La voz de mi abuela me daba mucha tranquilidad, me acerqué a donde estaba, recorrí el pasillo de la entrada y giré para encontrarme a mis abuelos frente a la chimenea. La casa de mis abuelos es enorme y muy vieja, parecía una "mansión embrujada" además de que él puso era de madera y crujía con cada paso que daba.
—¡Mira nada más como vienes! — me dijo mi abuela, me acerqué a ella y le di un beso en la mejilla al igual que a mi abuelo quien se encontraba leyendo un periódico.
—Querida te recomiendo que siempre lleves un paraguas contigo — me dijo mi abuelo — aquí llueve muy seguido.
—Lo tomare en cuenta abuelo, gracias. — dije con una sonrisa.
—Bueno hija, ve a ducharte y luego bajas a cenar, Jini a preparado chocolate caliente— dijo mi abuela, asentí y subí a mi recámara, la casa de mis abuelos me daba miedo arriba había muchas habitaciones y por desgracia a mi me había tocado la última del pasillo.
Abrí la puerta de mi habitación y dejé mis cosas en el escritorio, busqué mi toalla, ropa interior limpia y mi pijama, entre al baño y abrí la llave del agua caliente, me quite la ropa mojada y comencé a ducharme.
Al salir decidí poner algo de música en lo que me cepillaba el cabello, pero el sonido de que alguien tocaba la puerta me distrajo.
Me levante a abrir.
—Señorita Park— dijo jini la señora que ayudaba a mis abuelos con la casa.
—Hola, ¿puedo ayudarla?.
—Venía a avisarle que la cena ya está lista — asentí.
—Gracias, ahora bajo.
Jini asintió y se alejó de la recámara, apague la música y baje a cenar.
—¿Que tal tu primer día en la universidad? — pregunto mi abuela, mientras cortaba un pedazo de pan y lo remojaba en su chocolate caliente.
—Estuvo bien, muy tranquilo, diría yo— dije.
—Me parece muy bien...-dijo ella.
Mi abuelo continuaba leyendo su periódico, es muy aburrido estar aquí, mis abuelos son personas con mentalidad muy antigua por lo tanto no había Televisión en la casa, a duras penas me dejaron traer mi laptop, pero les dije que la necesitaba por las tareas, por lo tanto no tuvieron de otra más que acceder.
Me llamo la atención un anuncio del periódico que leía mi abuelo.
— Abuelo — lo llame, el me miro por encima del borde de sus lentes.
— ¿Si?.
—¿Me prestaría la página de su periódico? — señale la página que contenía el anuncio, mi abuelo asintió y me la dio.
Leí el anuncio y decía.
Se solicita chica con o sin experiencia para encargarse de biblioteca pública por medio tiempo (7:00 a.m 10:00 pm) dirección A.V cross número 78.
Tel:***********
¡Perfecto! Amo los libros, trabajar en una biblioteca me caería como anillo al dedo, no perjudicaría mis clases, tendría un ingreso para mi sola y además no me aburriría al estar aquí toda la tarde.
—¡Necesito este empleo! — dije en voz alta.
—¿Para que quieres un empleo, cariño? Aquí tienes todo, ademas no es recomendable que los estudiantes trabajen — me dijo mi abuela con su leve acento italiano.
—Pero es una biblioteca abuela... me serviría hasta para hacer mis tareas— comente— trabaje ahí, mañana mismo iré a pedir ese empleo.
—así quieres hija, pero... Solo ten cuidado — me acarició mi brazo como si me estuviera advirtiendo algo.
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||Hijo de la luna|| V~TH
Science FictionLa leyenda que nadie quiere contar... Con la típica vida de una chica de 19 años que estudia en la universidad con la carrera de filosofía. Todo se encontraba normal hasta que un día, Young Mi se topa con la leyenda que marcara su vida para siempre...