Los niños del reino,
Nunca están solos.Nunca se enteró que murió. Nunca se enteró de que su alma ya no se encontraba más con su cuerpo físico. Tal como un sticker o una pegatina, su alma se había despegado tal cual de su cuerpo en el mundo físico que conocemos el resto de los mortales.
Estaba acostado, sabía reconocer la posición en la que estaba su cuerpo, aunque ya no sea físico. Steve se hallaba en posición fetal, con sus manos casi chocando con la punta de su nariz. Sus pulmones se llenaron una vez más. ¿De oxígeno? Ni siquiera él estaba seguro.
Su diafragma volvió a expandirse, y luego se contrajo. Había respirado aire fresco, como si se tratara de aire puro y nuevo. Suspiró suavemente mientras con delicadeza abría sus ojos del color del cielo. Tanto blanco casi le deja ciego por completo.
Tras parpadear unas cuantas veces, volvió a respirar. Sintió cómo su rostro estaba asentado sobre algo demasiado suave, como si fuera un peluche o algo así. Con una mano acarició la superficie blanca y blanda en la que se hallaba acostado.
No estaba muy seguro de dónde estaba, pero ni siquiera se tomó la molestia de preguntarse. Porque sabía que este debería ser un lugar mejor. O al menos eso quería esperar. Después de un buen rato, al fin se dignó a levantarse.
Primero se sentó, observando que definitivamente todo a su alrededor era blancura total. No estaba sorprendido, tampoco asustado. Simplemente era mera curiosidad. Eso era todo. Luego, decidió ponerse de pie.
De nuevo, estaba desnudo, tanto por su torso como la parte de sus piernas. Con sus pies sintió de nuevo aquella blanda superficie. Le agradaba ya que le hacía sentir ligeras cosquillas en las plantas de los pies.
Sin mucho más que hacer, comenzó a caminar sin rumbo, sin saber a dónde coño ir. Todo se veía igual. Pero su instinto parecía estarle guiando, sin él saberlo al cien por ciento. Pero confió. Por primera vez en años confió en sí mismo de nuevo, algo que le costaba hacer hasta hace poco. Miró hacia atrás. Todo era lo mismo en cualquier dirección.
Caminante, no hay camino. Son sólo tus huellas. El camino se hace al andar.
Volvió su vista al frente, no caminó mucho hasta que notó cómo una neblina se iba haciendo hacia los lados, como dejándole ver aquello tan preciado que la misma neblina ocultaba. Algo dorado, muy brillante, se hacía paso entre la neblina. Steve se tapó los ojos con una mano, aunque no por completo. Agudizó su vista.
Una vez la neblina se dispersó en su totalidad y la luz que le cegaba cesó, pudo bajar su mano lentamente mientras permitía a sus ojos ver por una vez más. Su quijada cayó ligeramente cuando vio aquello, que de igual forma se había reflejado en sus bellos ojos del color del mar.
Se trataban de unas puertas doradas brillantes de mínimo tres metros de altura. Tenían varios dibujos o estampados como círculos y espirales en ellas, como si fueran un tipo de rejas pero definitivamente no se podían comparar con unas simples rejas.
Sorprendido, y por mera curiosidad la cual parecía ser una emoción dominante en este momento, Steve colocó una mano sobre las puertas doradas e inmensas. Ligeramente las empujó, y como por arte de magia se abrieron.
Por lo que sabemos debemos buscar,
Cada uno nuestra propia paz,Dio un brinquito, del pequeño susto que se había llevado cuando las puertas hicieron este movimiento. Lo único que pudo escuchar fue un rechino de parte de las mismas, al momento de abrirse. Steve sintió, por primera vez en mucho tiempo, que era bienvenido.
No sabiendo muy bien qué hacer a continuación y dudando sobre si pasar o no, simplemente confió en su instinto una vez más. Las puertas doradas le daban la bienvenida, él era el invitado, y entonces al fin caminó entre ellas. Jamás había sentido algo parecido, al menos en años. Al fin se sintió bien consigo mismo.
Porque se nos ha prometido,
Una tierra solamente nuestra.
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Close Every Door To Me [Steve Clark; DL]
Short StorySi mi vida fuera importante, Preguntaría si viviré o moriré, Pero sé que las respuestas, Se hallan lejos de este mundo. [Historia relativamente corta, sobre los últimos meses que Steve Clark pasó con vida.] dic, 2019. feb, 2020