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Ya estábamos acurrucados en la cama, ambos estábamos calientes y agotados, nuestra respiración iba rápido. Dejé un beso en el pecho de Will antes de simplemente suspirar.
Alguien toca la puerta arruinando el momento, Will y yo nos vemos asustados, lo empujé al baño y lancé su ropa con él y me puse mi bata de la ducha, abrí para solo dejar ver mi rostro, era... Amm... No sé quién era.

-Hola, soy Zack vengo a revición de la casa, comenzaré por las habitaciones, esta es la primera.
-Pues, estaba por bañarme, si va a revisar otra cosa en lo que yo voy y me pongo ropa estaría genial.
-Bien, tiene media hora y contando - pongo los ojos en blanco y cierro la puerta, Will sale del baño ya vestido, le señalé la ventana en lo que me ponía ropa interior y la ropa que ya traía puesta hace rato, él se sienta en la orilla y deja colgando sus pies.
-Hasta la vista mi leydi - se lanza, me asomo hacia abajo en lo que abrocho mi shorts, Will estaba bien, acomoda su chaqueta y va hacia la entrada principal con toda calma, sonrío y abro la puerta, Zack estaba a punto de llamar así que solo entró, acomodé un poco la cama y me senté, él solo paseaba por ahí con las manos detrás de la espalda, entra al baño y voy atrás de él, veo el bote de la basura y ahí estaba el condón que usamos, tomé papel y "limpié mi naríz" y tiré el papel a la basura para que se tapara y no lo viera, todo esto mientras él solo veía la ducha y las llaves, salí lentamente y alguien toca la puerta, entran los hermanos.
-¿Zack te está molestando?
-No, solo está haciendo su trabajo, no se preocupen - me voy a sentar y al hacerlo me quejó por el dolor
-¿Qué te duele?
-Un poco las piernas... Por el ejercicio, ya sabes - Will y yo nos vemos con cara de "casi nos descubren" fiu...
-Vamos a ir a comer algo ¿Vienes?
-claro - tomé mi cartera y mi celular, salimos de ahí pero no sin antes decirle a Zack - no toques nada que no sea tuyo, me daré cuenta si lo haces - después de eso voy detrás de los chicos tarareando una canción que sale en la radio, suben a sus motos, iba a subir a la mía pero de verdad que las piernas me mataban, jale la chaqueta de Will como una niña chiquita y le pregunto - ¿Puedo subir contigo? - luego digo en voz baja - me duelen mucho las piernas - Will despeina mi cabello y me pasa mi casco, palmea donde debería ir sentada, subí con mucho esfuerzo y me agarré fuerte de él, ya sé cómo maneja, y si ustedes que están leyendo esto no saben... Pues maneja ¡¡¡como un loco!!! Bien, continuemos...
Íbamos hacia la comida china, me encanta la comida asiática en general, de verdad que el sushi es mi perdición, peeeeero, tengo que decir que amo aún más el pollo frito, es una delicia y no existe nadie que diga lo contrario.
Llegamos y adivinen quien estaba ahí... La perra que quería con mi ex, sonreí de manera hipócrita y me senté, ella tomó nuestras órdenes y se fué.

-¿Qué hacías en tu habitación que se escuchaba el golpeteo hasta mi habitación? - demonios se refiere a mi... Piensaaaaa
-Saltaba - sobre Will - en la cama, ya sabes, traía puestos los audífonos y me dejé llevar, lo siento, no volverá a pasar
-Que raro... Creí que habías ido al gimnasio y por eso te dolían las piernas
-Fui ayer, por eso me duelen hoy
-Hmmm...
-La comida ya llegó, que bueno, muero de hambre, yom yom - sinceramente ya no quería que me preguntara nada

El resto de la comida fué silenciosa pero no incómoda, realmente todos moríamos de hambre.
Llegando a casa no le van a creer lo que sucedió... HABÍA FIESTA

-Chicos ¿Quién la hizo?
-Ni puta idea - dicen al mismo tiempo - me deslicé por la pista de baile hasta llegar al centro y comenzé a bailar, ahí me encontré con unas cuantas caras conocidas, disfruté cada segundo, después de unas horas ya estaba agotada en el sofá de la sala, Will llega y se sienta a mi lado
-¿Dónde estuviste?
-Bailando
-¿Subimos? - me lanzó una mirada tentadora, subí hacia mi habitación y después de que entrara Will cerré con seguro, me lancé hacia él besándolo, me saqué los zapatos y él también.
...
-Buenos días - Will susurra en mi oído mientras acaricia mi espalda... Si se lo preguntan, no, no hicimos nada anoche, sé que les encantan los detalles, no me perdería de contarles algo como eso
-Perdón por lo de anoche
-No te preocupes, solo estabas cansada, aparte creo que después de eso y el baile te debieron de doler horrible las piernas
-Estás en todo lo correcto
-¿Ya estás mejor?
-Claro - me siento sobre él y muevo mis caderas para despertar a su pene, mis manos van desde sus hombros hasta su cuello y de ahí hacia su cabello enredando un poco mis dedos.
Susurré un te amo en su oído, noté su piel chinita, como de gallina, mordí un poco su cuello y bajé por su pecho hasta llegar a su pantalón, lo abrí y saqué a su pene erecto, de verdad sigo pensando en que es enorme, lamí la punta, lo introduje en mi boca mojandolo completamente, mi mano hizo el resto del trabajo pero cuando estaba por llegar me detiene, me agarra de las muñecas deteniendolas sobre mi cabeza, pasa la cabeza de su pene sobre mi vajina solté unos cuantos gemidos, de verdad que estoy es lo mejor del mundo. Will se separa un poco para ponerse un condón y sin pedir permiso me penetra, Dios, esto es doloroso, no tanto como al inicio, pero duele, los gemidos no paraban, sus gruñidos en mi oído me excitaban aún más, cada vez lo hacía más rápido hasta que llegó, se quedó ahí un momento, me miró y sonrió, pasó su mano de mi abdomen, entre mis pechos hasta mi cuello, me besó con ternura pero intensidad a la vez y se echó a un lado de mi.
-Que delicioso mañanero - eso fué lo que salió de mi boca
-Que deliciosa estás - mi risa nerviosa y mi cara roja se escondían bajo mis manos, solo buscaba estar debajo de las sabanas, Will me abraza por la espalda, sin decir nada, solo estaba ahí para mí

Justo A Mi Medida...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora