Casados a la fuerza ( Michael Jackson y tu)

Parte - 37

– no voy a permitir que te trate así Tn – dijo Emily caminando tras el pero yo tomé su muñeca.

– espera tranquila, no lo vale – dije yo y Janet se acercó a nosotras y posó sus manos en nuestros hombros.

– Tn Emily tiene razón, me está fastidiando su estúpido  comportamiento – eso me hace pensar que no siempre, nadie puede responderme esa pregunta.

– Ja..Janet – dije algo tímida aún sin olvidar lo que acaba de pasar.

– si Tn? – quería saberlo, quería saber quién era el antes de convertirse en un ser detestable e intimidante.

–– por qué Mich....

– Listo chicas, si nos vamos ahora evitaremos en tránsito – dijo mi madre llegando con un sonrisa interrumpiendo mis palabras, pero al ver a Janet su cara fue de sorpresa – ¿Janet?...¿Janet Jackson?

Janet le respondió con su linda y blanca sonrisa, igual a la de Michael, la verdad no tenía la menor idea de cómo se conocían.

– señora Dalthon – dijo ella y se lanzó a los brazos de mi mamá, pero no estaba centrada en eso.

– oh  nena, eras una pequeñita la última vez que te vi – dijo mi mamá acariciando su cabello en el abrazo.

– usted siempre fue buena conmigo, recuerdo que cuando Jackie me decía cosas malas usted me daba un caramelo – esto es extraño.

— si pequeña y dime.......¿cómo se encuentra tu madre?.

– bueno todo ya está mejor, y se acabaron las citas al hospital – respondió ella pero yo no sabía de qué  estaban hablando.

De pronto Emily recibió una llamada de su celular y al ver quién era en la pantalla no dudo en deslizar para pegar la bocina a su oído con una sonrisa.

– hola?....Jhon? – tenía que suponerlo.

– claro cielo, voy para allá – dijo y colgó de inmediato – Tn...yo.

– no te preocupes Emily, gracias por estar aquí conmigo – dije antes de que sus labios pidieran transmitir algo más y después ella me dio un gran abrazo.

– eres lo mejor de este podrido planeta Tn.... jeje aún tenemos que hablar con lo que acaba de pensar con Jackson, no pienses que no lo noté – solté una risita nerviosa y ella por último me sonrió para después correr a la puerta de saluda de la plaza.

Yo también estaba completamente confundida no tengo la menor idea de lo que pasó, estoy segura que está vez no me miró con repugnancia me dejó ver el dolor que oculta, el dolor que tal vez hace que actúe de esa manera.....simplemente está triste....o al menos eso quiero imaginar, claro con lo que pasó con Lisa.

– Tn cielo ¿Estás bien? – dijo mi madre haciendo salir de mis pensamientos.

— ahh...yo sí.

– bueno entonces vámonos antes de que se haga más tarde, Janet estara con nosotras unas horas en casa – dijo ella y Janet y yo sonreímos, pasar el rato con Janet siempre me alegra los días.

Salimos de la plaza y subimos al auto de mi madre que por cierto se lo compro hace unos meses por su desempeño en el trabajo.
Janet y yo subimos en el asiento trasero para estar más unidas, parecíamos dos niñas de 13 años que no se dejaban ni un segundo solas, mi mamá encendió la radio dejando escuchar una canción que las tres conocíamos por casualidad, recuerdo que mi mamá y yo la cantábamos cuando hacíamos la limpieza en la casa era sumamente divertido; y bueno empezamos a cantarla a todo volumen, conocía esa magnífica canción antigua por qué mi padre solía decirle a mi madre que era su "My girl" pero bueno....paso lo que paso (aquí Arribita está hermosas, comenten si la han escuchado alguna vez), amaba a mi madre por el simple hecho que entendía mis animos, tenía aún ese toque de adolescente que le faltó por vivir.