El encuentro

53 5 3
                                    

El paseo en coche fue bastante entretenido, mi madre terminó escuchando algo de Guns N' Roses mientras yo actualizaba mis mensajes, esperando ver alguno de mis amigos, hasta que uno apareció en la Bandeja de Entrada.

"Alex, soy Eddy, creía que llegarías hace diez minutos. ¡Nos vamos a perder la presentación y el desayuno!"

Sin esperar un segundo dejé de observar la pantalla del móvil, mirando a mi madre con desaprobación.

—Voy a llegar tarde.

—Cariño, este bonito cacharro no anda más deprisa.

Cinco minutos después mi madre paró el coche frente al campamento. Se podía observar una especie de colegio, como un internado, el lugar donde pasamos el primer y último día de campamento, el resto, en grandes y bonitas cabañas. Eddy y Amber caminaron hacia mí. Me bajé con prisa y saqué mi maleta y maletín de los asientos traseros, mi madre bajó la ventanilla y la música.

— ¡Pásalo bien! ¡Envíame algún SMS de esos!

—Si, mamá.. Lo haré. —Respondí con tono aburrido con las dos manos cargadas.

Ellos ya habían llegado a mí cuando me di la vuelta y mi madre volvía a arrancar el coche.

—Ya ha empezado la presentación.. —Bufó Eddy algo molesto.

Amber se limitó a encogerse de hombros.

Eddy era un chico de cabello castaño, flacucho y de hombros caídos, a diferencia de Amber, que siempre se encontraba muy recta, con su cabello rubio recogido en una pequeña trenza y una mirada dulcemente despreocupada.

—Dicen que este año habrá castillos hinchables.

—No.. —Respondió Amber al comentario de Eddy, ya caminando hacia el colegio.

—Solo para los de primer curso. —Añadí tras ellos mientras caminaba.

La puerta del colegio se encontraba totalmente abierta y muchos compañeros se miraban entre ellos mientras un hombre con algo de barriga parecía mostrarles un truco, un truco totalmente absurdo, sin embargo, todos aplaudieron. Dejé mis cosas junto a la puerta y fui con rapidez junto Eddy y Amber hasta la más posible cercanía, para poder ver.

"¡El Campamento de Navidad es el lugar donde la magia vuelve a nacer!" —Dijo el mismo hombre.

—Ya, claro.. —Respondió en susurro Eddy, que estaba allí por obligación debe su padre.

La presentación fue realmente aburrida, pero podías ver a algunos principiantes hacer el ridículo, principiantes como yo. Tras terminar, Eddy, Amber y yo cogimos nuestros maletas y maletines y marchamos, junto a los demás, a los autobuses que nos esperaban para llevarnos a las cabañas.

—Han dicho.. que un buenísimo mago de diecisiete años vendrá al campamento.. —Me comentó Amber mientras caminábamos, cerca de mi oído, como si fuese un secreto.

—Eso no es novedad, todos los años dicen lo mismo. —Comentó Eddy a mi otro lado.

—¡Pero este año es verdad! —Contestó Amber en tono de burla.

No hablamos más hasta llegar a los autobuses, subimos y nos sentamos a esperar. Eddy se quedó dormido, Amber no hacía más que leer una revista del corazón y yo, observaba el paisaje, a pesar de que Amber ocupaba el lugar de la ventana.

—No me gusta la ropa de invierno como ésta. —Señaló a un vestido muy ortera con la revista hacia mí y bufó como si fuese un gran problema.

—No deberías preocuparte, aquí solo llevaremos pajaritas y flores de plástico.

Amber puso los ojos en blanco.

Una hora y media después escuchábamos, por fin, al conductor.

Pasajeros, hemos llegado!"

Me levanté y me dirigí al final del pasillo, en busca de la salida, mientras Amber despertaba a Eddy y Eddy se quejaba de Amber. Observé a mi alrededor, lo mismo de todos los años, bajé y cogí mis cosas, otra vez. Amber y Eddy bajaron segundos después, cuando ya cogían sus cosas comencé a caminar. Estaba todo repleto de gente nueva, todos se reían y las cabañas comenzaban a tener dueños. Volví a mirar mi reloj analógico, las once en punto, hora de desayunar.

—¿Esa no es la que el año pasado se tragó un globo? —Dijo Amber con mirada entre cerrada, señalando a la chica.

—¡No señales! —Exclamé entre dientes.

Eddy se restregaba el cabello.

Caminamos hasta una cabaña roja, allí era donde comíamos y se hacían reuniones, era realmente grande, pero al entrar, todos te empujaban sin piedad.

—¡Cuidado! —Gritó Amber a un chico.

Pasaron minutos hasta que pudimos escoger un sitio donde desayunar, los cocineros y cocineras ya entregaban las bandejas a todo el que estuviera sentado y los monitores decían los nombres en alto.

Ryan Smith!"

Un chico a la esquina de la mesa levantó su mano.

Alexandra West!"

Alcé mi mano con timidez y algunos cereales en la boca.

Amber Johnson!"

Amber levantó su brazo entusiasmada.

Logan Stinson!"

Chicas comenzaron a gritar y murmurar, me dió miedo levantar la vista.

Edward Hudson!"

Volvió el silencio.

"¡Es hora de ir a las cabañas! ¡Dejen sus maletas y vayan al lago, nos encontraremos allí!" —Gritó unos de los monitores.

Amber y yo, sin ganas, nos despedimos de Eddy y marchamos a la cabaña de las chicas, repartida con habitaciones de una litera con dos camas y un suelo de sonido irritante.

El campamentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora