El desayuno

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Ya era quince de Noviembre, observé mi reloj analógico desde la litera, las siete y media. Me levanté.

—Vayamos a desayunar.. —Sugirió Amber, al parecer, ya estaba despierta.

Salimos de allí y nos encaminamos a la cabaña roja, aún en pijama. Llevaba unos calcetines que llevaban unas gomas en la suela y unos pantalones a cuadro y camiseta a juego. Nos quedamos en la entrada de la cabañas a buscar, desde la lejanía, sitios libres. Todos estaban ya desayunando, excepto una mesa, que estaba rodeada de chicas y en el centro, como no, Logan Stinson. Eddy apareció junto a nosotras.

—Se pasó toda la noche discutiendo con una chica por teléfono.. —Hizo una mueca de asco.

—¿Logu? —Preguntó Amber.

—¿Logu?

—Así me dijo que le llamara..

—No has hablado con él en tu vida.

—Cállate.

Avancé mi paso hasta una mesa, enseguida una cocinera de amable mirada se acercó a nosotros con unas bandejas, dejándolas en la mesa, Eddy y Amber ya se sentaban.

—Hoy hay una clase de como conseguir el truco de Logan Stinson. —Añadí cuando echaba zumo en mi vaso.

Eddy no hizo comentario alguno, Amber, tampoco.

Por un momento, por un solo segundo, Logan Stinson me estaba mirando, había posado sus verdes ojos en mi. Le respondí con la misma mirada, tímida, juraría que incluso sonrojada.

— ¡ALEX LO HAS CONSEGUIDO! —Gritó Amber alejándome de mis pensamientos.

— ¿Qué?

— Contacto visual.. es el primer paso.

— No digas locuras.

Volví a mirarle, comenzaba a levantarse para acercarse a nuestra mesa, cuando la pelo fuego le interrumpió a mitad de camino, y se lo llevó hacia la salida de la cabaña.

"¡TODOS AL LAGO!"

Me acerqué a las puertas de la cabaña y con cuidado, salí de allí sin tropezar con los demás. Amber y Eddy se habían quedado atrás discutiendo. Frente a mi había una chica doblando monedas de mala manera.

— Que tontería.. ¿no crees?

Logan Stinson estaba junto a mi, con las manos escondidas en los bolsillos de sus pantalones vaqueros, yo en pijama, por un momento me sentí estúpida.

—Ya.. una tontería.

—Se venden en algunas tiendas. —Dirigió una sonrisa de lado hacia mi. —Deberías ir con tus amigos, creo que van a matarse.

Me giré y allí estaban, discutiendo y lanzando los puños al aire. No le puse importancia.

—Dicen que eres un buen mago.

Los dos observábamos el lago.

—Soy mejor amigo.

Se marchó.

" ¡COLOCAD VUESTRAS CARTAS EN EL SUELO Y SEGUID NUESTROS PASOS!"

Lo hice, mientras Eddy y Amber solucionaban sus problemas con uno de los monitores.

Al colocar las cartas la tierra dejó asomar una trampilla, madera, hierro, la observé de forma disimulada y seguí los pasos de los monitores, aunque no de forma segura.

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