𝐀 𝐁 𝐀 𝐂 𝐄 | 𝐋𝐀 𝐂𝐔𝐌𝐁𝐑𝐄 𝐄𝐒𝐂𝐀𝐑𝐋𝐀𝐓𝐀.

𝑬𝑵𝑭𝑬𝑹

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La respiración me faltaba conforme el carruaje alado por caballos se adentraba en sendero de La mansión.si tan sólo pudiera sentir una pizca de la emoción que siente Edith al ver este
Espantoso hogar.

En sus años dorados este lugar era esplendoroso,pero en cuanto cayó en manos de mi padre,la fortuna se perdió conforme el daba tragos de whisky y apostaba propiedades aquí y allá.

-Joven Thomas,Lady Lilith que alegría tenerlos de vuelta-habla con entusiasmo Finlay-supe desde lejos que eran ustedes.

-¿Como has estado Finlay-Pregunto con cortesía.

-Nunca mejor my lady-sonríe levemente.

-Finlay ella es mi esposa-Thomas presenta a Edith en cuanto la ayuda a bajar.

-lo sé milord,usted lleva muchos años casado-Thomas me ayudaba a bajar a mi Justo cuando el anciano menciona esto,casi tropiezo de no ser por los reflejos de mi hermano quien me detuvo.

-Pobre Finlay,le está fallando la memoria-mencionó una vez abajo y asegurándome que Edith escuche.

-le suele pasar a la gente mayor-añade con una sonrisa.

De repente un pequeño Can jala el vestido de Edith.Thomas y yo damos un salto pues sabemos quien es ese animal.

-Oh pequeño ¿de donde has salido?-pregunta la rubia en tono dulce,mi mayor se apresura a buscar una respuesta coherente.

-Edith el es el lindo Estolas-acarició con temor al perro,con miedo a que me quiera morder pero no es así-

-Qué lindo-alaga y me entrega al perro.

Suspiro aliviada de que Thomas no hubiera mentido mal y haya echo sospechar a la joven Cushing.

-¿Me concederías el honor?-veo como Thomas levanta a Edith en brazos y la introduce en La mansión.

Como buena hermana menor y cuñada los sigo escuchando sus risas y sintiendo un pena feliz por ambos.

-¿cuantas habitaciones hay?-pregunta la rubia.

Thomas se encarga de contestar mientras que yo me alejo,los recién casados deben pasar tiempo juntos y yo deseaba volver a ver una sola cosa.

Mi pequeño invernadero personal estaba intacto,las flores y hierbas florecían casi de milagro,pues los últimos inviernos el frío aumentaba y algunas plantas no resistían,cediendo al frío de mi hogar.

Escucho voces en la cocina,por lo que decido aproximarme.detrás mío camina apresurado el Can quien se topa con Lucille,mi hermana apenas va entrando cuando el perro comienza a ladrarle.

-¿Qué hace esto aquí?-habla con repugnancia-pensé que lo habías...-

-¡Querida Lucille!-interrumpe mi hermano quien-Qué agradable volver a verte-tratan de abrazarle pero ella lo evita quitándose la capa.

-veo que lo has echo-me acerco a ella dándole un corto abrazo y posicionándome a su lado-¿Qué tal Londres?-pregunta mi hermana sin interés.

-Un sueño-menciona Edith con pasión.

-hemos ido a un concierto,querida hermana-habló por primera vez.

-En el Albert Hall,fue excelente, maravilloso-menciona Thomas.

Ah ella no le hace gracia,por lo que me toma del brazo disimulando querer más pego entre nosotras,cuando en realidad y como es común desde que tengo memoria,entierra sus uñas en mi extremidad.

-Pues yo eh ido a la oficina de correos-menciona y me suelta para colgar su ropa de invierno-las piezas de tu máquina an llegado de Birmingham,son dos contenedores pesados, necesitarás que Finlay te ayude-termina de informar.

Me percato del semblante de Edith,esta Pálida para su color natural de piel,incluso con ese tono parecía una Sharpe de nacimiento.

-¿Edith? ¿Te sucede algo?-le pregunto con preocupación.

-danos un momento pequeña,está algo sobresaltada-advierte Thomas con tranquilidad.

-Por Dios santo ¿que ah pasado?-pregunta Lucille sobre actuando.

Thomas se encoge de hombros.

-Vio algo.Una sombra, un reflejo,la asusto-

Una sombra la palabra retumba con fuerza dentro de mi cabeza.

-¿una sombra?-dice con frialdad,Lucille-ah querida está casa está habitada por sombras,reflejos,crujidos y gemidos-

Si,sobre todo lo último,pensé.

-lo mejor es que desde ahora controles esa rica imaginación tuya-continuo Lucille haciendo dudar a la inocente Cushing.

-Necesito una bienvenida en forma,es todo-con una sonrisa reprimida observe como la rubia se acercaba a mi hermana abrazándola y dejando un beso en su mejilla.

Thomas se percató de esto y me reprendió con la mirada,aunque en el se asomaba la misma sonrisa burlona.

-De ahora en adelante,quisiera que este hogar reine el calor y amistad-hablo Edith una vez que se separó de mi hermana.

-calor sería un excelente comienzo,Thomas tu esposa está helada-mencionó mi hermana en ruego para que el varón se llevara a su mujer.

-vamos querida,te llevaré arriba y prepararé una tina-Thomas se acerco tomado a Edith de la mano para sacarla de ahí.

El matrimonio estaba a punto de irse cuando,la joven Cushing se dio la vuelta.

-Oh,Lucille cuando creas conveniente puedes darme una copia de las llaves y-No pudo terminar cuando fue interrumpida.

-No las necesitas,hay un solo juego de llaves,caso aparte la mansión tiene zonas muy peligrosas y dañadas,Lilith se encargará de mostrarte,una vez que veas todo veremos si quieres llaves-respondió canalizando su enojo.

Thomas agachó la mirada mientras se llevaba a Edith consigo.

-Trae lo necesario para el Te niña-ordenó Lucille y de inmediato salí de la cocina.

Camine hasta el invernadero,en donde busque las bayas de Pyrancantha para ocultar el sabor del veneno,suspire al querer tomar la Adelfa.

Pensé en la rubia,tal vez podría mantenerla viva el tiempo necesario para que huyera de este infierno,aunque la última vez resultó fatal,con la esperanza que ella poseía podría conseguir escapar de una muerte segura.

En un Mortero molí las bayas con unos pétalos de valeriana lo que solo le causaría a la novia un tremendo sueño.

No la muerte,al menos hasta que mi hermana me descubriera y el miedo a morir me hiciera elegir entre mi vida o la de Edith.