Miedos, Consejo y CITA

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Eunha se encontraba en la ducha mientras que sus pequeñas se hallaban frente al televisor de la suit jugando video juegos, hacia llevaban ya cuatro días en aquella "luna de miel" y para Sowon no había duda, se estaba enamorando de su esposa. Muchas circunstancias parecían una mala broma para la mayor al caer en escenas comprometedoras con Eunha, y hubo un par de ocasiones que Ye rin parecía divertirse ocasionando roces entre ellas. Tanto que al caer en uno de esos momentos en la alfombra de su habitación casi llegan a besarse.


A la tercera noche Sowon no podía dormir con tranquilidad comenzaba a sentir ese hormigueo de querer abrazar a Eunha, el solo sentir cerca de ella su aroma dulce a jazmín... le parecía una provocación deliberada por parte de la vida, porque simplemente no podía culpar a Eunha de siquiera insinuársele. La bajita era por demás inocente en muchos aspectos, ¿Cómo culparla siquiera? Ella comenzaba a gustarle las semanas previas a la boda, pero era muy distinto reconocer que "me gusta" a "te quiero", peor tantito; "ya te amo".


Giro en mas de una ocasión en aquella cama; cambio de posición un sinfín de veces... tratando de no tocar la chica a su lado. se levanto una y otra vez, al sanitario... a tomar agua... a verificar que sus pequeñas estuvieran en cama y en un par de ocasiones se quedo contemplando a Eunha, sonriendo como "tonta" ante ella diría su jefa. Volvió a la cama por trigésima vez, respiro profundamente mientras se recostaba de su lado de la cama; el sueño parecía invadirla finalmente, pero este siempre es reflejo de nuestros anhelos, miedos y alegrías.




°°°°°°


Se miro en la playa recostada con lentes de sol, disfrutando de la temperatura, escuchando claramente las risas de las niñas un ambiento totalmente tranquilo relajante justo lo que anhelaba al momento de dormir.


¡déjame en paz! ¡estoy con mi familia! – escucho la voz de su esposa exaltada casi gritando, se levantó de golpe quitándose las gafas en dirección de la voz que ya amaba... se sintió molesta un chico le sujetaba por la muñeca.


¡¿Qué no escuchaste animal?!! ¡¡¡Suelta a mi ESPOSAAA!!! – grito haciendo énfasis en la última palabra.


La escena se desarrolló mirando a un chico tan alto como ella quizás un poco más, pero no la intimido es más se enardeció cuando le vio forzando a su querida bunny. Las pequeñas corrieron hacia sus omas, Ye rin fue más allá y pateo la pierna del aquel chico... Ye won la imito de otra forma y mordió la mano de la cual sujetaba a su oma Eunha. Viendo esto Sowon se acercó y dio su mejor y primer puño sobre el chico de rostro posesivo logrando que llegara al suelo.


Y como si fuera magia, el chico pareció desvanecerse... las pequeñas le celebraban haber defendido a su oma Eunha.


¿yeobo? ¿no te hizo daño? – le reviso completa, le preocupaba que le hubiese lastimado.


Ne – sonrió – tu siempre me salvas – y sin pensarlo dos veces, dio un beso en la mejilla. Sowon rápidamente se tomó la mejilla besada sonrojándose demasiado. Sintió que alguien le tocaba la cintura.

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