Dos meses... ¡quién me lo iba a decir! Dos meses desde aquel día que, definitivamente, cambió mi vida. Aquel "sí quiero" fue la mejor decisión que tomé en mi vida; aquella frase que me dio la felicidad absoluta y eterna que tanto anhelaba. Pero también dos meses desde aquel incidente, aquella mancha negra en la historia de mi país, la cual se estudiaría durante los siglos de los siglos. Sólo pensar en ello me revuelve el estómago. Los odio. No les perdonaré nunca, por encima de mi cadáver.
Mis finos brazos se tensan de la rabia acumulada, pero entonces llega una mano tranquilizadora que todo lo calma. Los acaricia con cuidado y fascinación, y mi cuerpo entero se llena de amor. Es mi esposa. La más hermosa de todas. Su sonrisa, esos ojos marrones tan deliciosos como una avellana, su voz dulce, su sonrisa capaz de revivir toda la tristeza que se apodera de mí desde aquel día al recordar lo que nos hicieron. Es un angel. Mi angel.
-¿Qué te pasa, cariño? ¿Todo bien?
-Claro que sí, preciosa. Es sólo que...
-Mi hermoso esposo, deja de pensar en ellos. No lo merecen. Él es grande, y les hará pagar por todo el daño que han causado.
Mi dulce esposa me sonríe con ternura y se levanta a leer El pronto. Decido que no me iría mal leer para calmar mi sed de venganza, así que me levanto de la cama y voy a la estantería más cercana. Está llena de libros porque mi mujer es una intelectual como yo. Eso fue lo que me debió enamorar de ella. Me gusta compararnos con la pareja que hacían Marilyn Monroe y Albert Enstein, ya que ambos poseemos la belleza de ella y el intelecto de él. Sin duda, hemos nacido el uno para el otro.
Decido leer La bella durmiente y me siento al lado de mi perfecta mujer para leer en compañía.Leo en voz alta para que mi voz de hombre resuene por tooda la habitación,
-En el bautizo de la preciosa princesa Aurora, habían unas invitadas muy especiales. Primero, la hada-
Y mi mujercita linda me cierra el libro de golpe, atrapando una de mis manos. Me sorprende, ya que ella estaba totalmente sumergida leyendo una entrevista a Lydia Lozano, o eso pensaba yo. Pero claramente me estaba escuchando.
-¿Qué te pasa, mi dulce esposa?
-No me gusta ese libro, cariño.
-A mí tampoco en especial, pero quería darle un respiro a mi mente prodigiosa, ya sabes, para que se recupere antes del accidente.
-Puedes leer Las mil y una noches.
-Creo que es lo que haré... Es sólo que, al leer la palabra "Hada", he sentido algo extraño. Qué raro todo, incluso me duele la cabeza, siento pinchazos.
-Ven y descansa conmigo, mi sultán.
Mi mujer (la mejor del mundo) estampa sus delicados labios conmigo y siento el sabor del cuscus que hemos comido hoy.
---
🎗 PoV
He omplert tota la ciutat de cartells, com faig cada día des de fa dos mesos. Hem nego a creure la versió de la policia. Hi ha d'haver un error. Es imposible. El meu Ashi... No pararé mai, algun dia ho conseguiré.
YOU ARE READING
El camí a sein Kampf
Ficción históricaElla, una perroflauta separatista golpista oprimida por el patriarcado, pensaba que no habría nadie en peor situación que ella... Hasta que se dio cuenta de que su existencia oprimía el corazón de un hombre SIN MÚSCULO... La historia que UNIÓ al fa...