Capítulo 1

7 0 0
                                    

Todo comenzó el día en el que creía que iba a viajar por fin a Italia. Empaqué las cosas, fui al aeropuerto y todo se desarrolló con normalidad antes y durante el viaje, por lo menos hasta que volábamos más o menos por sobre la mitad del océano Atlántico.
No sé qué ocurrió, todo pasó muy rápido y en mi mente solo veo destellos, fuego y agua. Solo sé que cuando tuve la oportunidad, me aferré al primer pedazo de tierra que pude, aún sin saber cómo había llegado ahí.
Pero ahí estaba, hice acopio de las escasas fuerzas y lucidez mental que tenía en ese momento y me levanté, solo para quedarme maravillado con lo que me encontré.
Frente a mí, se erguía imponente y majestuoso un faro como nunca había visto uno. Iluminado por las llamas procedentes del avión, estrellado a escasa distancia, hundiéndose poco a poco. La luz cálida se reflejaba en los detalles de oro y bronce, contrastando con la fría roca de la estructura principal. En su punto más alto, coronaba la estatua, infiero que de oro, de un ángel con las alas extendidas, sujetando una esfera blanca, que supongo que encendida, sería la fuente de luz del hermoso edificio.
Milagrosamente, no me encontraba lastimado, tan solo aturdido, aunque eso no me pareció extraño en ese momento. Procedí a acercarme hacia la gigantesca puerta del faro, con la esperanza de encontrar a alguien a quién pedir ayuda, sin embargo, al llegar allí y plantarme frente a ella no pude evitar sino quedarme un momento a admirarla. No había prácticamente ni una sola porción lisa, estaba llena de tallados y relieves, algunos solo decorativos, pero otros representando historias sobre héroes, villanos, Bien, Mal, el Cielo y el Infierno. Recuerdo ver ángeles, demonios, y humanos en el centro de las disputas. En el medio exacto de la puerta, donde las dos partes se juntan, estaba representado un gran árbol. De su copa salían rayos de luz y tenía ángeles volando alrededor, pero, en sus raíces, por debajo de la base, los colores eran oscuros y la tierra agrietada. El tronco del árbol era ni más ni menos que el faro.

El Faro AncestralWhere stories live. Discover now