Capítulo 3

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Me encontré con algo que nadie esperaría encontrar luego de la sala de la que salí. Un largo pasillo completamente hecho de hormigón por sus cuatro paredes iluminado con tubos de luz en el techo. Lo atravesé completamente y pasé por otra puerta similar a la anterior.
Me cuesta describir con claridad todo lo que vi al pasar por esa puerta, eran demasiadas cosas que escapaban a mi entendimiento y que produjeron en mí una explosión de sentimientos distintos.
Para empezar, era un salón de baile gigante, rodeado completamente de pilares formados por un montón de distintas piedras. Estaba totalmente iluminado por un centenar de candelabros colgando del techo y otros sujetos a los pilares y a las paredes. Sin embargo, la luz no parecía la de un salón iluminado tan solo por velas, era como si emanara en sí del propio salón.
Aunque, lo más sorprendente es lo que os cuento a continuación. Había una fila larguísima de personas, pero había algo extraño en ellas, era como si sus cuerpos no fueran totalmente opacos y tuviesen una forma definida, al moverse dejaban una muy sutil estela tras el movimiento. El origen de la fila era un gran altar de piedra alargado hacia arriba y con algunas ramificaciones. Subido a él se encontraba una gran criatura lo más parecida a un dragón que he visto en mi vida. Sin embargo, no poseía la majestuosidad propia de estas mitológicas criaturas. Tenía garras y coronaban su cabeza unos grandes cuernos que le daban un aspecto más feroz, sus alas eran más parecidas a las de un murciélago y estaban rasgadas por algunos lugares, era como si todo su cuerpo estuviera desgastado por el pasar de los eones. 
Cuando la criatura se percató de mi presencia, apartó la vista de los demás y me miró fijamente. Me sobresalté cuando comenzó a hablarme con una voz femenina semejante a la de una anciana, su tono cargaba el pesar y cansancio de llevar tanto tiempo, en el mismo lugar, haciendo lo mismo.
"Acércate sin miedo, me habían avisado de tu llegada. Mi nombre es Tiamat, soy la jueza que decide el destino de estas miserables almas que aquí ves y la mayor autoridad de este lugar.
Supongo que debes tener muchas preguntas, intentaré aclararte algunas antes de que sigas tu camino.
Te encuentras en "La Casa Inmemorial" escenario de lo que ustedes los humanos conocéis como "Infierno"".
Estas últimas palabras me hicieron estremecer y hasta llegué a creer que había muerto, para mi fortuna la criatura continuó hablando.
"Este es un lugar ancestral en constante cambio, las únicas salas que siempre conservan su posición son el vestíbulo y donde nos encontramos, todo lo demás puede cambiar en cualquier momento, bien podrías haber atravesado la puerta del vestíbulo y aparecer directamente aquí, sin embargo la casa colocó un pasillo de por medio esta vez.
Si tienes la suficiente suerte o rango, los cambios de la casa pueden responder a tus intenciones, afortunadamente para ti, esa es tu situación. Estás aquí para recorrer unos lugares específicos, por lo que la casa responderá a ello".
Luego de escuchar esto, al fin comprendí cosas como porqué el sentimiento de atracción que sentí por el lugar y porqué nunca me di cuenta de que el ascensor era de cristal. No es que lo fuera desde siempre, cambió sin que me diera cuenta. 
"Por último, permíteme presentarte a alguien... ¡Vigilante!".
Luego de proferir este rugido, apareció de forma repentina, dibujando en el aire movimientos parecidos al vuelo de un colibrí, un humo azul oscuro que al posicionarse a mi lado tomó la forma de un ser fantasmal vagamente humano. Poseía cabeza, torso y brazos, pero de cintura para abajo no tenía piernas con las que caminar, flotaba mientras de él salían ondas de este humo azul que lo formaba. 
"Este es el Vigilante, un sirviente a cargo de ejecutar mis órdenes o las que vengan de arriba, él será tu guía en esta visita histórica que harás hoy. Por último, te pido que si en algún momento sientes la más ligera compasión por las almas que visitarás, nunca pierdas de vista que si están aquí es porque son sucias e impuras, por lo tanto, indignas de recibir compasión de cualquier justo mortal. Dicho esto, puedes proseguir por la misma puerta por la que acabas de entrar, es probable que te lleve a tu próximo destino".

El Faro AncestralWhere stories live. Discover now