SIETE🔪

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-¿Cómo te dijo que lo dejaras de molestar?- Jungkook estaba asombrado y hasta molesto

- No ha sido así de directo pero a dicho que no desea entablar una conversación conmingo- Mordiendo su labio espero que jungkook dijera la peor blasfemia del mundo, o al menos ir a darle una patada en las bolas a yoongi.

- Te ha mandado a la Mierda y de una manera muy sutil, Jimin. Técnicamente te lo a dicho de principio no te acerques s él. -Bufo llevándose la paleta a la boca.

- No lo ha dicho, jungkook-

- Oh, claro que si. Lo ha hecho y punto- Asintió

-De igual manera si lo hizo o no, planeó acercarme o al menos no ser una de las típica personas que lo odian y recriminan sin motivo -Con su mirada apuntó a su amigo quien Sólo rodo los ojos.

-Oye no lo odio. Hasta he sacado mi parte humana que tanto tu me has pedido y lo he salvado de que le pateen el trasero- Eso era cierto jungkook tenía un moreton en su pómulo por la pelea que desató en los baños

-Deberé hacerle un ritual a los dioses por esta gran obra- Se burló llevándose el dedo de en medio de su amigo

Río un poco y ambos siguieron caminando hasta llegar al salón de su próxima clase.

Sus compañeros entraban y salían de ella, sólo faltaban quince minutos para que empezara el profesor Park.
No pudo evitar buscarlo con la mirada y sonrió al encontrarlo, Yoongi estaba sentado en uno de los bancos de atrás.
Excluido del resto que reía y parloteaba sin parar, algunos contaban bromas o simplemente hablaban de lo que se vería en clase.

Por su parte, Yoongi tenía los audífonos puestos y parecía estar perdido en su mundo, deslizaba su dedo por la pantalla del móvil cada tanto tironeaba una sonrisa que dejaba asomar sus dientes.

Sus facciones eran tan delicadas pero a la vez tan varoniles, dejando ver su perfilado rostro, una pincelada de belleza era lo que poseía aquel misterioso pelinegro.

Sus grises y tan cautivadores ojos podrían llevarte hasta el mismo cielo para dejarte caer de repente, revolucionando tu ser y hasta convencerte de hacer las cosas más prohibidas del mundo.

Yoongi era una incógnita que muchos deseaban descubrir y el primero que lo haría sería jimin.

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-¡Maldición!- Jimin murmuró. Con la frustración a flor de piel y sus neuronas sin funcionar a punto de tirar sus cosas por la ventana.

Las dos primeras horas de clase habían pasado y tenían un receso de veinte minutos, los suficientes para que él realmente pudiera entender mejor las articulaciones Y cada parte funcional de ellas.
Pero no, ahí iba su concentración. Al demonio con él apunte que sostenía entre sus manos le parecía estar escrito en hebreo, es que no entendía mi Mierda de lo que ponía.
Eso le pasaba por hacerle caso a jungkook y copiar todo tan sinteticamente, su modo era otro. Pero la flojera de su amigo le contagió su cuerpo haciéndolo hacer esto.

Debía de dar una lección en menos de quince minutos y, ¡No sabía ni la primera letra!
Estaba undido no quería reprobar uno de los orales más importantes de la asignatura.

Anatomía le era hermosa pero en esos momentos, quería asesinar a cualquiera que me hablará de ella.

Se llevó un susto de aquellos cuando una mano posicionó dos hojas en su mesa, alzando la vista se encontró con quien menos esperaba.
Yoongi le tendía algo que para él sería útil.

Conectado miradas y sin decir ni una palabra, apoyo mejor las páginas dejándolas frente a él. Bajando su vista de encontró con unos apuntes mejores que los de el, sonriendo agradecido Quizo darle las benditas gracias, pero yoongi ya había vuelto a su asiento.
En todo momento pensó que estaba sólo y agradecía al cielo no haber soltado una de sus típicas cosas raras, porque si había algo raro en jimin. Es que se lo pasaba hablando entre los vientos, ¿Qué diría yoongi si lo escuchara? Madre mía no dejaría una buena impresión.
Dando vuelta a su torso buscándole la mirada, le sonrió agradecíendole con un pequeño gracias, aunque no recibió respuesta por parte de él, pudo distinguir una sonrisa asomarse cuando yoongi bajo su vista para seguir en su móvil.

Dejando de lado su cabeza de florcita, de dedicó a leer el apunte que le había prestado, se sorprendió al entender en en segundo, es que, Yoongi lo había hecho perfecto, explicando cada parte y sin ser muy extenso. Admitía que tenía una buena caligrafía, sentiría vergüenza si tuviera que mostrar el suyo. El rayaba por todos lados, flechas y círculos iban de un lado a otro, palabras escritas a la mitad siendo abreviadas incorrectamente, pero él podía entenderle.
Hasta jungkook era más prolijo que jimin.

Debería darle las gracias correctamente.
Pero lo haría a la salida, de todas formas yoongi tomaba el mismo bus que él, no podría escaparse.

《Psicópata》yoonmin © Adaptación [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora