《Psicópata》yoonmin © Adaptación [TERMINADA]

DOS🔪

-Tú estás loco- Esa fue la primera frase que recibió Jimin de su amigo.

-Que no lo estoy, deja de dramatizar
Se defendió mientras tomaba su bandeja del almuerzo y buscaba una mesa libre para ellos.

-Jimin, quieres invitar al raro Min con nosotros, ¿Acaso tu conectas neuronas? -Jungkook refuto sin pelos en la lengua.

El pelinegro quería tomar cartas en el asunto para hacer de justiciero de pobres e intentar incluir a Min Yoongi en un grupo, algo totalmente imposible, en toda la Universidad se sabía que el chico apenas y soportaba vivir.
Nadie le hablaba, nadie se acercaba. El tampoco entendía el porque. Hasta que poco a poco fue viendo sus actitudes y rara forma de convivir con ellos.
Parecía odiar a cada uno Y juraría que veia en sus ojos el manto de la muerte.

Yoongi destilava pavor y rechazó, cosa que a jimin no.
Su amigo quería ser el primero en hablarle, algo que el estaba en total desacuerdo.

-Las conecto, pero tu deberías conectar tu humanidad, Jeon jungkook. - Contesto mirándolo seriamente.

El castaño rodo los ojos.

-Oye, no seas como los típicos chicos que buscan la paz del mundo. Yo he dicho lo que pienso y, deberías respetarlo al menos, ¿verdad?.

- Lo respeto, pero....¿podrías ser menos brusco a la hora de hablar de una persona que no conoces?.

-Que yo hablo como se me da la gana coño - Refunfuño llevando el pico de su botella hasta sus labios.

-Jodido seas tú- negó rotundamente

-Ya estoy jodido contigo a mi lado.
¿Qué más jodido quieres que este?
Jimin lo miro entre ofendido y molesto por el chiste que acaba de hacerle

Jeon jungkook, le fue difícil de tratar ya que era muy tímido y apartado de toda la sociedad, pero no llegaba a ser malo sólo que no había estado acostumbrado a la vida real.
Pero poco a poco fue dándole un lugar, hasta el punto de llegar a ser mejores amigos.

Si, el chico había logrado sacar al jungkook del cascarón.

-Come y calla si no quieres terminar con el puré en un lugar donde no te da el sol- Lo amenazó levantando su cuchillo. El sólo rio y negándose comenzó a comer.

Primer año de Universidad, jimin era un chico que vino desde Daegu junto con el extraño individuo que tenía frente a él, con un montón de aspiraciones y sueños, terminó por optar medicina.
Aquella carrera que la tomaba por tiempo completo, era su más grande pasión.
Su forma de ser y sus sentimientos hacia cualquier persona, lo llevaban a querer integrar hasta al ser menos social del planeta, nunca juzgaba a nadie por su apariencia. Debería conocerlo para tener una primera impresión, eso es lo que el quería hacer con yoongi.
Su compañero de clase.

Todo sus compañeros le temían y hablaban por debajo, claramente si él lo sabía, claramente Yoongi aún más.
Quería conocerlo,desaba hacerlo.
Y por su nombre que lo haría
Joder que si.

Mientras llevaba su primer bocado a la boca diviso como el pelinegro entraba a la cafetería siendo la atención de varios, fruncido en ceño y quiso tirarle la comida a los tipos del equipo de fútbol que hicieron una cara de desagrado al ver a Yoongi pasar.

Sus sentidos se alarmaron al notar que dos de los machitos estúpidos, se interpusieron en su camino impidiendo que el siguiera caminando tranquilo al final se las mesas donde siempre se sentaba.
De repente la cafetería quedó en silencio siendo expectantes de la próxima pelea que se daría en cuestión de nada.
Mientras que se burlaba y empujaban en su cara, Yoongi no hacía nada era algo que el no entendía
¡Debía defenderse!
Jungkook absorto en su mundo, volvió a la mundo real cuando un jadeo de impresión salió de su amigo.
Volteandoce rápidamente noto como un puñetazo era llevado al rostro de Min Yoongi.
Hasta a el le dolió la semajante golpiza que recibió, podría creer que su nariz no salió nada beneficiada.

-Que alguien lo detenga maldita sea!-
El chillar se jimin lo hizo entrar en alerta. El no podía ir a deten...
Olvidalo, sí.

El pelinegro salió corriendo hasta la entrada dispuesto a detener la masacre que estába por hacer a Yoongi.
Pero no tuvo que intervenir el decano de la Universidad entre pegando sus gritos de la verga exigiendo que suelten a su compañero de clase.

Un alivio recorrió su cuerpo, al menos no lo matarían de tantas golpizas que recibió.

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Su cuerpo le dolía increíblemente, luego de la golpiza que recibió de namjoon y Hoseok, los imbéciles del equipo de fútbol, se vio a si mismo en la enfermería de la Universidad soportando cada una de sus preguntas y recomendaciónes.

-¿Te sientes bien, Yoongi?- El hombre mayor preguntado por tercera vez sacando la poca paciencia que el menor tenía.

-Sí.

Un silencio abrumador comenzó entre ellos. Conocía la historia de él entendía las pocas palabras que soltaba, era un triunfo si hacías hablar a yoongi.
Más de tres palabras eran suficientes para darte por ganador.
Cada vez que alguien preguntaba por él o se interesaba, le corría con su actitud tan áspera y borde, con monosílabos 《Sí》《No》era lo único que podía escuchar.

-Si deseas irte, puedes hacerlo tu falta no se contará por este día- El decano le ofreció amigablemente

Por primera vez, Yoongi levanto su mirada enfrentándolo. HyungSun tuvo una sensación de incomodidad al tener la mirada del chico pegada a su persona.
No había vida, no había una pisca de felicidad instalada en él.

-Estoy bien - Pronunció lentamente.
HyungSun no pudo evitar hacer una mueca de asombro. Era la primera vez que lo escuchaba decir más de dos palabras con él.

El joven con una seña le pidió permiso para retirarse y el asintió, yoongi se bajó de la camilla con un pequeño saltito.
Una mueca se dolor aflora su rostro, dejando ver que alguna parte de su cuerpo palpitaba por el dolor.
Tomando su mochila se decidió a irse de la enfermería, dejando molesto al hombre.

En su cabeza comenzó a planear su visita al gran Jung Hoseok.
Las ideas que venían a su mente como olas enduresidas, me parecían las más brillantes y hermosas que podría tener.

Esa misma noche lo haría, estaba seguro de ello.

Hoseok diría adiós al jodido y apestoso mundo. Pero lo haría a la manera de Yoongi, sufriendo, implorando por su patética vida.