Under The Rain || Patrick||

1.18

Final de la primera parte

|Din far er skør|

—¡Rasmus!- grito empujando la puerta- ¿Dónde está?

—¡Stop!- seguimos el grito fuera del edificio- Stop.

Un soldado apunta a un confundido Ras, levanto mis manos caminando lentamente.

—No.

—¿Qué está pasando?- los ojos del pecosos me ven pidiendo ayuda- No entiendo nada.

El hombre corre sin ver atrás, claramente asustado de ser contagiado.

—¿Y papá?- cuestiona con voz temblorosa

—Olvídate de él.- Mone me detiene cuando intento acercarme a él

—Solo nos mintió.- Ras da un paso adelante y la rubia hacia atrás

—Te alejaste.-su nariz se mueve en signo de que quiere llorar- ¿Acaso soy contagioso?

—Entraremos por un traje y nos iremos.- señala la mayor

—Lo quiero fuera de mi.

—Nos ocuparemos de eso.- alienta rodeándolo- Iremos por un traje.

—Puedo acercarme a él.- me saco de su agarre- También lo tengo.

—No sabemos si eso lo activará.- niega con su cabeza- No podemos arriesgarnos.

Me mantengo en mi lugar, tiene razón, ya con un infectado es demasiado.

—¿También lo tienes?- afirmo con mi cabeza-¿Cómo?¿es mi culpa?

—No lo sé, papá se lo dijo a Simone.- encojo mis hombros- Quiero abrazarte.

—También yo.- solloza y restriega sus ojos con su mano- Lo siento por ser un idiota.

—Ponte esto.- Simone le entrega un tapabocas negro- Vamos.

Corremos en dirección al búnker donde nuestros amigos esperaban, al llegar vemos abrir la puerta lentamente y los chicos salen tosiendo.

—¡Patrick, Lea, Martín!- me agacho junto al cuerpo del primer nombrado-¿Jean?

—Si, estoy vivo.- Lo abrazo tomándolo por sorpresa- También me alegro de verte.

—Vamos, busquemos un auto.- viro mis ojos al saber que volveríamos a correr.

Pat entrelaza sus dedos con los míos ayudándome a seguirles el paso, hasta llegar al estacionamiento.

—Patrick, busca un auto.- asentimos y nos separamos de ellos

—¿Estas bien?- cuestiona sin dejar de correr-¿Qué está pasando?

Me suelta para abrir la puerta de una camioneta militar.

—¿Tú lo estás?- me subo de copiloto- Todo es una locura, estaba dormida y Simone llego diciendo que teníamos que irnos.

—Siempre traes problemas a donde sea que vas, ¿eh?- sonríe encendiendo el vehículo- Por cierto, abrasaste a Jean pero a mi ni un beso, que mala novia.