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Está lloviendo afuera y me dan miedo las luces que hacen un ruido ensordecedor. Lloro, el cielo está negro y todavía falta mucho para las 3.
- ¿Dónde está Jin? - me pregunto - ¿Se habrá olvidado de que soy pequeño y tengo miedo? -
Las luces del cielo vuelven a aparecer y me siento más solo que nunca.
- ¿Dónde estás? -
Miro hacia todos lados buscando algo en la casa que me reconforte. Me subo al sillón e intento conciliar el sueño pero esos horribles ruidos no me dejan de repente, un sonido diferente inundad la casa, ¡es la puerta!
Es Jin, me mira preocupado y me carga para abrazarme. Sus brazos me estrujan fuerte pero estoy tan aliviado y tan cómodo que no se me cruza por la cabeza quejarme.
- Lamento haberte dejado solo, Yoon - dice - Lo lamento mucho, hice todo lo posible por llegar pronto -.
Jin sabe que no es mi primer día de tormenta pero es la primera vez que escucho el cielo tronar. Oigo otra voz que viene desde la entrada, una voz de hombre: aparece un joven alto, sus ojos me observan curiosos y yo trato de esconderme más en el pecho de Jin.
- ¿Estás listo? - pregunta el chico y Jin sonríe. -Lo estoy - responder . Toma un par de cosas aún conmigo en brazos y salimos de la casa. Está lloviendo horriblemente, Jin me cubre con su chaqueta como cuando me recogió por primera vez. El chico camina delante de Jin y ambos entran a un vehículo - Gracias, realmente no quería dejar a Yoon solo en casa-.
La sonrisa de Jin se expande y me coloca sobre sus piernas - No pasa nada, si nos mudamos juntos, Yoon no tendría que estar solo - dice él. A Jin se le pone el rostro rojo y es la primer vez que lo veo así, dice que es mejor hablar de ese tema en otro momento y el pensar que viviré con alguien más que no sea Jin me pone de mal humor y no puedo evitar que se me eriza la piel, mi peluda cola está parada, preparada como si estuviera por atacar.
---- Última oportunidad para que adivinen o se suspende el maratón. Ñam, ñam. Piensen más allá de Bangtan
