Luchas eternas, ciclos de odio

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Tres shinobis sumamente agotados se encontraban escondidos tras unos escombros, a lo lejos se oían grandes explosiones y una risa sobrehumana recorría el lugar.

- Estoy por quedarme sin chakra, no sé cuanto tiempo más podré sostener el Byakugo no Jutsu de Sakura-sama. - comenta preocupado un joven que se arrodilla luchando por vencer el agotamiento - ¿Qué haremos ahora?

- No lo sé, Yuri... ¡maldita sea! - delante de él, una muchacha de largos cabellos rubios aprieta sus puños ensangrentados, cierra sus ojos tratando de buscar una salida a la situación que tiene enfrente.

- Mika, ya no siento el chakra de Eiji-senpai - los otros dos jóvenes voltearon a ver con preocupación a su interlocutor - No... no puede ser, senpai. ¡¡¡Eiji-senpai murió salvándonos!!! - sus ojos empiezan a llorar sangre y el Mangekyo Sharingan aparece en ellos.

- Daiki... – Mika y Yuri lo ven asombrados. De repente, un escalofrío los recorre. Los han descubierto; frente de ellos un hombre de palida piel, blancos cabello, ojos grises y sin vida flota acercándose peligrosamente.

- Insignificantes esfuerzos no podrán detenerme... – ríe airadamente, con un ademan sádico lleva sus dedos a su lengua y saborea la sangre que yace en ella - ... así como lo hice con su maestro, le arrancaré el corazón lleno de chakra a este mundo. La vengaré. – Se eleva y empieza a formar una inmensa esfera negra.

- Tenemos que hacerlo, no hay otra opción... - se muerde el labio el Uchiha.

- ... pero eso implicaría... – agacha la cabeza la Uzumaki.

- ... un gran sacrificio. – finaliza decidido el Haruno.

Los jóvenes ninjas se posicionan, sus manos marcan los jutsus indicados y una resplandeciente luz los envuelve.

Un Nuevo MundoWhere stories live. Discover now