Un Nuevo Mundo

Capítulo 3, 2da. Parte: "El mal oculto"

La situación era alarmantemente extraña, a pesar de haber visto la inmensa bola de fuego proveniente de la explosión, el edificio no se encontraba en llamas. Frente él se ponía de pie el hombre con la máscara de conejo, de la nada aparecieron otros dos hombres más.

- Jiraya-san, Ojisan... - gritó el rubio preocupado.

- Si queremos llegar a ellos primero tenemos que deshacernos de los que están frente a nosotros. – le miró calculador el joven azabache.

Naruto estuvo de acuerdo, y se emparejó con Sasuke para iniciar la pelea. El ojinegro se sorprendió a ver que asumía una postura de combate, nunca imaginó que un niño rico y encorbatado supiera pelear de la manera adecuada; el rubio se dio cuenta de la sorpresa de su acompañante.

- Adelante... - gritó y salió corriendo a enfrentar a los terroristas.

Sasuke emitió un chasquido de molestia, "Sabrá pelear pero no entiende nada de estrategia", pensó y se dirigió a respaldar al impulsivo joven trajeado. La pelea empezó; los golpes, las patadas, los bloqueos se repartían por igual, el encuentro se mostraba parejo.

Mientras los jóvenes enfrentaban a sus contricantes, Jiraya-san hacía hasta lo imposible para alejar al otro de los terroristas de Sarutobi-dono.

- No hay necesidad de esconderte tras la máscara, sé perfectamente quien eres.. – con la respiración entrecortada y con heridas notables en todo su cuerpo interpeló al enmascarado.

- ¡Je! Es lo menos que se puede esperar de ti, Jiraya-dono; no fue sorpresa ver que tenías bien cubierto a Hiruzen pero tus esfuerzos serán inútiles. No sabes a que se enfrentan... - se río burlonamente tras la máscara.

- Tienes que parar, te hemos descubierto... no hay necesidad de echar abajo los esfuerzos de Sarutobi-san para que los países estén colaborando en paz entre ellos. – Jiraya intentaba convercerlo mientras el enmascarado lo atacaba.

- Esa rídicula paz volvió débil a Konoha, es hora de que resurga como la regente de este mundo con este nuevo poder... - de manera inexplicable, una ráfaga de viento salió de las puños del enmascarado mandando a Jiraya por los aires.

Cerca de ahí, Naruto y Sasuke ya habían dejado inconscientes a sus agresores, aunque era evidente que no habían salido muy bien librados de la batalla: Sasuke sangraba profusamente de la cabeza y de una pierna, Naruto se había dislocado dolorosamente su hombro izquierdo. Se dispusieron a ir con Sarutubi-dono y ayudar a Jiraya a su rescate.

- ¿¡¿¡Pero qué demonios!?!?... – expresó Sasuke al ver como el cuerpo de Jiraya se aproximaba a ellos empujado por una fuerte corriente de aire. El impacto sería inevitable. Los tres quedaron tirados en el piso. El mentor de Naruto estaba inconsciente.

-¿¡Viejo pervertido!?... ¿¡viejo pervertido!?... ¡¡Jirayaa-san!! - el rubio intentaba despertarlo. El rostro asustado de Naruto cambió a uno de furia - Pagarás por todo esto... - apretó su puño y corrió con todas sus fuerzas para propinarle un golpe al enmascarado. El hombre sólo se dignó a esquivarlo y tomar por el cuello a Naruto.

- Insignificantes, no están a mi nivel. Pronto no quedará rastro de la débil generación de Konoha, una nueva era empezará... - una navaja atravesó el brazo del enmascarado, obligándolo a soltar a Naruto. Sasuke con lo último que quedaba de fuerza fue lo único que pudo hacer.

"He perdido mucha sangre, pronto me desmayaré...", mentalmente se reprochaba de su debilidad.

Naruto también estaba a punto de colapsar debido a la falta de aire y al insoportable dolor que tenía en su hombro izquierdo. El hombre sacó la navaja de su brazo, ni se imputó del dolor, los ignoró y fue directamente con Sarutobi Hiruzen. Mientras se alejaba, el rubio poco a poco cerraba los ojos, entre espacios logró ver como una hermosa mujer de largos cabellos rojos y un hombre parecido a él le gritaban desesperados. Todo se quedó en negros.