Un Nuevo Mundo

Capítulo 2: "El día que la ciudad cambio"

Los días pasaban tranquilos desde aquel extraño incidente, de vez en cuando se le venían imágenes de la extraña mujer y aquellos dos jóvenes; aún su mente no lograba darle sentido a lo que vieron sus ojos y lo que su cuerpo experimentó. Surrealista, fue lo único que podía entender.

-Hoy estás muy concentrado en ti mismo, hermano - la voz lo sacó de sus pensamientos, el azabache se molestó al identificar de quien se trataba. – Tengo que irme al extranjero en unos momentos más, Kakashi-san y Obito-senpai se quedarán a cargo de las operaciones mientras yo no esté. – un hombre alto, con su mismo tipo de ojos y cabello oscuro lo observa esperando respuesta.

- Como si me importará – replica.

- Sasuke, sabes que esto debe de terminar. No hay motivo para que cada decisión que tome tu... - el azabache se retira del lugar para no oírlo, choca adrede su hombro contra el de él.

- Hazlo que tengas que hacer, hermano. –

Uchiha Itachi, Sasuke detestaba llevar la misma sangre y apellido. Sus padres fallecieron trágicamente y él se alejó cuando más lo necesitaba. Nunca le explicó nada, "Sólo fue un accidente, Sasuke. Supéralo.", le repetía cuando aun siendo un niño solo quería entender porque lo habían dejado completamente solo.

Apretó su puño y continúo su camino.

- Sasuke-kun, detente un momento. - también esa voz no le agradaba, pero al menos tenía una relación más llevadera con quien la emitía.

- ¿Ahora qué quieres, Kakashi? – le contestó.

-San, Kakashi-san... tsss, ¿cuántas veces te he dicho que aquí soy tu superior?... en fin. Rápido, llama a tu equipo, tenemos trabajo que hacer. Hoy estamos encargados de la seguridad del presidente de esta nación. -

De mala gana aceptó, pero muy en el fondo se sintió aliviado. "Esta misión me hará olvidar aquellas personas", pensó.

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En Uzumaki Tek estaban vueltos locos, de última hora les anunciaron que el Presidente de Konoha daría una importante mensaje en sus instalaciones. Shikamaru, el amigo de Naruto, no dejaba de hablar por teléfono.

- Choji, ¿dime que tienes lista toda la logística?... No, no, de la seguridad especial ya me encargué, contraté a los mejores del ramo... ¿que Ino hizo qué?... las edecanes son ella y... ¡Por Dios!, ¿dime que no vendrá Temari con ella? ... - Naruto solo veía pasearse a su compañero de trabajo por toda la oficina. Se reía, con los pies arriba de su escritorio, de los miles de gestos que su amigo realizaba. Por fin colgó.

- ¡Qué fastidio!, mientras a ti te mandan a la banca, yo me encargo de todo este relajo... - le expresó molestó al verlo tan cómodamente sentado.

- A mi no me culpes, el pervertido del jefe prefiere que me quedé tras bambalinas y sin hacer nada hoy. "Habrá demasiada prensa, niño; no te expongas"- imitó la voz y ademanes de su mentor – Sabes lo sobreprotector que se pone cuando hay eventos públicos – expresó algo molesto mientras cruzaba sus brazos sobre su cabeza.

- Sabes muy bien porque Jiraya-san lo hace... la desaparición de tus padres es un tema delicado, y a la prensa sensacionalista le encanta sacarlo a colación cada vez que te ven. - le comenta Shikamaru.

Naruto gira su silla y observa la ciudad desde los cristales de su oficina, el era sólo un bebé cuando lo encontraron llorando en un bosque lejos de la ciudad. La prensa hizo trizas a sus padres, los trató como unos irresponsables al haberlo abandonado y dejarle el monstruo empresarial aún recién nacido. Sin señales de sus padres, Jiraya fue el mentor de su padre, por lo que él tomó su tutela y hasta que él lo crea conveniente le dejará a cargo de la compañía familiar.

- Shikamaru, Naruto... es hora – un hombre de largo cabello blanco y mirada decidida les llama.

- ¡Ya vamos, Jiraya-san! - responden al unísono.

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Últimamente había mucho trabajo en el hospital, no es que no lo hubiera en otros días, pero los casos clínicos que llegaban eran muy extraños. La gente de Konoha se estaba enfermando inexplicablemente.

- Sakura-chan, otro paciente con los mismos síntomas... - una joven enfermera de pelo oscuro, voz tímida y bellos ojos cristalinos le avisaba – ... es el décimo en este día, ¿tendremos algún nuevo virus?, ¿habrá alguna epidemia? - le cuestionaba.

- No lo sé, Hinata-chan. – la miró preocupada – Hemos hechos miles de análisis posibles y en ninguno sale enfermedad conocida. Parece un agotamiento extremo, pero desconocemos qué lo causa. –

Sakura está realmente consternada, nunca había visto a la gente enfermarse de esa manera tan extraña; ayer dos de sus pacientes habían fallecido de manera inexplicable, pareciera que las ganas de vivir se les escapaba de sus manos. No había podido salvarlos.

"Recién obtuve mi puesto de médico aquí y sólo me quedé con los brazos cruzados. Me siento tan inútil", pensó. Ocultó su mirada triste de su compañera enfermera.

- Sakura-chan, hiciste lo que pudiste. No sabemos a lo que nos enfrentamos. – como si leyera sus pensamientos, Hinata la animaba.

- Gracias, Hinata. - le sonrío y se dispuso hacer una ronda en el área que tenía a su cargo.

Realmente le desanimaba no tener idea de lo que les ocurría a sus pacientes, ella se graduó con honores de la Escuela de Medicina y fue mano derecha durante su residencia de la mejor médico cirujano del planeta: Senju Tsunade, por lo que fue más que bien recibida en el Hospital Central de Konoha; le parecía imposible que después de semejantes credenciales, tales cosas ahora no le servían de nada.

- Me viera en estos momentos mi sensei, me mata – expresó para sí mientras avanzaba por los pasillos del hospital.

Pronto llegó a la sala de espera, la televisión estaba encendida y logró ver en la pantalla como el Presidente daba una conferencia de prensa. "Espero anuncie que aumentará el presupuesto en salud, ¡jum!", pensó y pasó de largo.

Un estallido la paralizó en seco, volteo a todos lados buscando el origen del mismo pero no encontró indicio alguno de la explosión.

*** Terribles noticias. Acaban de atentar en contra de Sarutobi-dono, desconocemos si está lesionado o por la magnitud de la explosión sea ya una víctima más de este horrendo suceso. Los servicios de emergencia se dirigen a la torre empresarial de Uzumaki Tek, esperaremos más datos para brindarles más información. ***

La televisión anunciaba el hecho, Sakura oyó las ambulancias salir del hospital, se arremangó las mangas de su bata y se dirigió apresurada al área de urgencias. Ella iba a salvar vidas.