Decisiones

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Estaba dormido, en una silla junto a la cama de Lee Ann, cuando escucho ruidos desde el baño. Tiró de la cortina y vio que la cama de junto donde tendría que estar Jin Ah, estaba vacía. Preocupado se dirigió al baño. Sabía que su esposo se había ido para cuidar de la pequeña.

 Sabía que su esposo se había ido para cuidar de la pequeña

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La encontró en el piso del baño con el rostro en las rodillas. 

-¿Estas bien?- Pero que pregunta más tonta Tae Jin, se dijo. 

-No, no estoy bien. Estoy muriendo. 

-Hay algo...

-No. Moriré sin remedio. Y entre más pronto suceda será mejor. 

-Entonces deberías estar viendo el amanecer en la playa... muchos amaneceres en la playa. 

No pudo evitar sonreír. Sintió su comprensión. Sintió como si Tae Jin leyera su mente y se enterara de sus verdaderos deseos. Se acerco mucho a él, invadiendo su espacio personal. Él abrió mucho los ojos cuando sus labios sintieron los de ella. Y a la vez su mano se movió muy rápido a su frente. 

-Estas hirviendo.- con la manga de su camisa limpio su frente, se puso de pie, la puso de pie a ella, la tomó en brazos y la llevó a su cama. Tomó un paño húmedo y lo colocó en su frente. 

-¿Haz tomado tu medicina?

-Si.- Sus mejillas estaban rojas, igual que sus labios por la fiebre, supuso. Cubrió su rostro con las manos. 

-Bien, debes tomar tu medicina. - Y sin pensar la besó. Ella abrió la boca para recibirlo y sintió su lengua buscando la de ella. Fue un beso fuerte, lleno de sensaciones. La tomaba del rostro y espalda y la apretaba hacia sí. Se sintió mareada cuando la soltó. Como cuando bajas de una montaña Rusa. 

-¡Me has besado!

-Tu empezaste. - En el rostro de ambos se dibujo una sonrisa, ella cerró los ojos y cayó en un sueño tranquilo y sin pesadillas. 

A la mañana siguiente mientras buscaba café en la máquina del hospital, la vio salir de la habitación. a paso rápido. Se incorporo para saludarla y se detuvo en seco cuando su esposo la tomaba del brazo y le ordenaba firmar los documentos para iniciar la quimio. 

-No lo haré.- Le decía con una voz firme y clara. -Es la primera vez que no cedo a tus ordenes y eso te frustra, pero no lo haré. No alargaré mi agonía, no estoy dispuesta a soportar más dolor. 

-Y entonces¿QUÉ DIABLOS HACEMOS AQUÍ?- El tono de su voz se elevó tanto que Tae Jin dio un paso al frente en alerta. Ella pareció encogerse pero a los dos segundos recupero la entereza. 

-Estaré aquí hasta que tú estés listo. Yo estoy lista desde hace mucho tiempo. - Y siguió caminando sin ver atrás. 

Tae Jin supo exactamente a donde se dirigía. 

Se acercó a Lee Ann. -¿Cómo estás?- Le preguntó.

-No quiero tener una vida como la de ella. Quizá si estuviera en su lugar tomaría la misma decisión. ¿Sabías que se casaron en el hospital y tuvieron a su hija a pesar de estar así de enferma. Y ahora quiere dejarse morir y abandonar al hombre que la ha apoyado tanto y dejar a su hija sola en el mundo?

-Quizá está cansada. ¿Si el hombre que amas te dijera que te cases con él y que tengas a su hijo? ¿Qué harías?

-¿Me estás pidiendo que me case contigo, Tae Jin?

-Lee Ann.- Dijo en el tono cansado de "No vayas por ahí"

-Lo sé, lo sé. No digas más.- Pasaron la tarde juntos jugando UNO y viendo la lluvia caer. El sueño la venció y el aprovechó para salir de la habitación y tomar un té. Se encontró a Jin Ah en el sillón. Ella también veía la lluvia caer. 

-¿Cuánto tiempo te queda?- Preguntó sin pensar dos veces. 

-No mucho. 

-¿Qué es lo que tienes? ¿Qué tan grave es?

-No lo sé. Lo suficientemente grave como para que los doctores no puedan hacer nada. 

-¿No tienes curiosidad?

-Sí lo se, es solo que creo que tu pregunta ha sido muy directa. Podría ser irrespetuosa. 

-Trato. Es difícil ser honesto con una persona enferma. Si supieras que morirás mañana, ¿Qué te gustaría hacer hoy? 

-Estar en casa con mi familia. 

-A mi me gustaría hacer esto.- ... y la besó nuevamente. Metiendo su lengua con toda confianza. Con lo que no contaba era con que ella no se acordara de lo ocurrido la noche anterior. Pues al ver su ojos de sorpresa y su rápido movimiento al alejarse de él, pensó en que eso era una posibilidad.

-En serio

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-En serio.- dijo él, apartandose un poco. -No he dejado de pensar en ti todo el día.- La vio alejarse. Se quedó un momento frustrado y luego la siguió. 


Love StoryWhere stories live. Discover now