Deseo

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Los días pasaban rápido. Jin Ah habló en varias ocasiones con su pequeña hija, Sully estaba acostumbrada a hablar con su madre a través de vídeo llamadas. Dos noches consecutivas Jin Ah despertó con nauseas, sudor frío y mocho dolor de cabeza. Tae Jin se comunicó con el doctor, éste insistió en que no administrará ningún tipo de medicamento. Tae le preparó te en las dos ocasiones, eso la hizo sentirse mejor. Tae observaba estos síntomas con extrañeza al no parecer parte de su enfermedad. No pudo volver a contactarse con el doctor Oh. Éste se mantenía desconectado, hasta parecía que lo hacía a propósito. No se veían desde el día que había llevado a Jin Ah a realizarse los análisis al hospital. 

Durante el día hacían distintas cosas, fueron al cine, a comer, visitaron el famoso museo marítimo de Busan, de compras, a pesar que ella insistió en no necesitar nada, él le compró varios outfits, botas, jeans, abrigos, maquillaje. La convenció de entrar en una tienda de ropa íntima donde compró varios conjuntos muy sexies. Jin Ah ya dudaba si los estaba comprando para ella o para él. Ambos rieron cuando ella se lo mencionó. Parecían estar de luna de miel.

Ya casi para vencerse el plazo, Jin Ah despertó de nuevo, vio a Tae Jin durmiendo junto a ella, la ropa de cama hasta la cintura y su musculosa espalda descubierta. Se sentía acalorada, tomó un poco de agua de la mesa de noche. Se volvió a Tae y pasó su mano desde su hombro hasta recorrer su espalda. Tae despertó.

Tae Jin: ¡Danshin! ¿Estas bien?- Le observó el rostro, tenía las mejillas rojas y se le veía angustiada. La tomó del cuello y la acercó a él -¿Qué tienes?- Notó que sus labios temblaban, su respiración era irregular y la vista baja. -Mírame Danshin.

Jin Ah: Oppa, yo... yo...- Le puso la mano en el hombro y recostó su rostro, mordiéndolo muy suavemente.- Yo quiero...

Tae Jin: ¿Qué quieres, Danshin? -Aunque él ta había intuido lo que ella quería y de hecho ya estaba listo para dárselo.

 Jin Ah: Es vergonzoso. Despertar con esta sensación de deseo tan fuerte. -Se tapó el rostro con ambas manos.- Me siento como una pervertida. -Él sonrió, la abrazó y sus manos viajaron por su espalda. 

Tae Jin: Tu puedes despertarme cuando quieras, necesites o me desees. -Lo último lo dijo con una voz muy seductora y ronca, directamente sobre el cuello de ella. 

Jin Ah: Ya te he despertado dos noches por estar enferma y ahora por esto, me siento pervertida. -Repitió.-

Tae Jin: Ven acá. Créeme de los dos sin duda yo soy el más pervertido. -Pasaron mucho tiempo en la cama cambiando de posición, jugando el uno con el otro. Besándose, mordiéndose, sudando juntos, hasta casi perder las fuerzas. -Algo llamó poderosamente la atención de Tae Jin. Ella lucía sana, no parecía estar enferma en lo absoluto y a pesar de haberse sentido mal hacía dos noches, esta noche era lo contrario. 

La dejó dormida en la cama, se vistió y salió. Tomó su celular y llamó al doctor, pensaba que no le respondería, pero para su sorpresa sí lo hizo.

Tae Jin: Dr. Oh! Esto... En realidad no esperaba que me contestara. Le he llamado tantas veces que... se que el plazo aún no se ha cumplido, pero he notado...

Dr. Oh: Tae Jin, justo por eso he respondido, para este momento ya has notado ciertos síntomas y cambios. 

Tae Jin: Oh, ¿Qué está pasando?

Dr. Oh:: En un principio era una sospecha, luego de los análisis, no me cabe la menor duda. La Sra Park no tiene leucemia, ni ningún otro tipo de cancer. Se le ha estado administrando algún tipo de reactivos que le producen toda la sintomatología. 

Tae Jin: ¿¿¿Qué???, Pero ¿Cómo es esto posible? ¿Quién podría haber cometido un acto tan terrible? y sobre todo ¿Por qué? -Pero la respuesta llegó a su mente. Akemi. Pero por qué. Como es posible que alguien que dice amar a una persona sea capaz de cometer un hecho así y por tanto tiempo. 

Dr. Oh: Tae esto es muy delicado. Puede tener consecuencias. Este fármaco ha producido mal funcionamiento del riñón y daños al  hígado de la señora que deben ser tratadas de por vida. Esto tiene causa para una acción legal y encarcelamiento. Pero sin las pruebas necesarias, es sólo su palabra contra la de ella, él tiene la custodia de la pequeña. Además no sabes lo que ella decidirá.  

Tae Jin: Maldición. Lo voy a...

Dr. Oh: No hagas nada. NO le comentes nada a ella. Debemos hablar juntos. Con la Sra. Park, Sr. Hwan (Abogado), Sra Kang (Psicóloga, esposa del Sr. Kang), usted y yo. Debemos movernos con sigilo, pues si este hombre es ese tipo de persona debe de tener influencias y no podemos poner en riesgo la seguridad de la pequeña. 

-Tae Jin se sentía abrumado, sentía odio por esa persona. ¿Cómo su humor podía cambiar tan rápido? De haber estado en los brazos de la mujer que amaba toda la noche, a sentirse tan contrariado. Sentía tanta rabia que había olvidado sentirse feliz por que Jin Ah no estuviera realmente enferma. Salió del hotel, ya comenzaba a salir el sol. Camino mucho tiempo por la playa, pensando en la mejor manera de actuar.   

Love StoryWhere stories live. Discover now