Extraño

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Cuando la Srta Hye se hubo ido, Jin Ah se acercó a él aún con ojos hambrientos.

Tae Jin: Espera. Te desmayaste. ¿Recuerdas? Cenemos.-Asó fue, cenaron. Y luego vieron un marathon de "While You Were Sleeping". Jin Ah adoraba ese dorama, pues eran sus actores favoritos; Lee Jong Suk y Bae Suzy. 

Tae Jin: ¿Te gusta mucho Lee Jong Suk? Casi estoy celoso.- Se puso serio.- ¿Hiciste la llamada?- El rostro de ella se ensombreció. 

Jin Ah: Si.

Tae Jin: ¿Qué pasó? ¿Qué te ha dicho? ¿Te ha insultado? ¿Te ha tratado mal?

Jin Ah: No. Y eso ha sido peor. Ha sido bueno, me permitió hablar con Sully. Sabe que estoy contigo y donde, no el lugar exacto.-Aclaró al ver su cara de preocupación.- Me dijo que me esperará, que viva lo que creo que tengo que vivir y que vuelva a él. A Sully. 

Tae Jin: Cobarde. Quiere manipularte.

Jin Ah: ¿Lo crees así? Parece un acto de bondad.

Tae Jin: Lo ... ¿Lo estás considerando?

Jin Ah: No, no podría. Sus caricias eran ajenas antes, ahora serían una aberración para mi. No sólo sentiría que te engaño a ti sino a mi misma. Tae sonrió- Duerme, Danshin. 

Un zumbido lo despertó. Abrió los ojos y vio a Jin Ah dormida apacible. No quería contestar, pero vio la pantalla... "Dr. Oh", la hora... las 3:15am. Saltó de la cama y abrió el mensaje. 

"Tae, no te molestaría de no ser necesario. Estoy en el Lobby del hotel. baja."

Se levantó de la cama, se puso zapatos, estaba casi por abrir la puerta cuando se dio cuenta que iba de boxers y camiseta. Tomó sus joggers, se los puso y salió. 

Tae Jin: Dr. Oh. ¿Qué ocurre?

Dr. Oh: Sé de la importancia que tiene este caso para ti. Kang me habló de ello. Esto es muy difícil de decir para mi. 

-Dios, no hay esperanza; morirá pronto, la enfermedad ha avanzado demasiado. ¿Cómo se lo diré? ¿Por qué le he dado esperanzas?, no me lo perdonaré jamás, y ¿Qué haré sin ella?- Todo esto pasó por su mente en menos de 30 segundos.

Dr. Oh: Necesitaré al menos 7 días. Para confirmar mi diagnostico, Jin Ah debe de ir al hospital para un estudio completo mañana. Siete días después tendrás mi informe. 

Tae Jin: ¿Porque la urgencia de verme si aun no tienes nada?

Dr. Oh: Oh Park Tae Jin! No quiero ni debo decirte nada aún. Esto es muy bueno pero a la vez es demasiado extraño y retorcido. Suspende todo tipo de tratamiento. 

Tae Jin: ¿Qué? Pero si está débil. Ayer justo se desmayó en mis brazos, en la bañera.-Se sonrojó al darse cuenta que había develado demasiada información. 

Dr. Oh: No diré más. Dile que suspenderemos tratamiento como parte del estudio, llévala mañana al hospital, luego espera al menos 7 días. Sal, vayan al cine, a comer, a la opera, a la playa. no sé, a donde quieras. Sólo espera mi llamada. Esto es muy extraño, serio e importante. Nada de tratamientos, recuerdalo. Tan paciencia Tae.

El doctor se retiró. Tae se quedó en el bar del hotel, sentado tomando una copa. Cerca de las 4:30 de la mañana regresó a la habitación. Jin Ah aun dormía. Se quitó los pantalones y la camisa y entró a la cama. Observó que ella llevaba un sexy babydoll color malva claro; no recordaba habérselo visto al acostarse. -¿En qué momento se lo habría cambiado?- Dijo para sí. Puso su mano en el muslo de Jin Ah y la subió de a poco. al llegar a la cadera pudo sentir un pequeño hilo con un lazo. Una ropa interior muy pequeña. ¿Le compraría esto a Jin Ah la Srta Hye? Ya podía sentir sus boxers más estrechos. Ella se giró.

Jin Ah: ¿Estás aquí?

Tae Jin: No recuerdo haber visto este atuendo cuando nos acotamos. 

Jin Ah: Desperté y no estabas. No sabría dónde podrías haber ido. Quise sorprenderte y esperarte, pero creo que me dormí y nunca llegaste. Te has portado muy mal. 

Tae Jin: Lo siento. Pero si este es mi castigo por haberme portado mal. Castígame siempre. -Le susurró al oído, su voz se volvió ronca. La haló hacía sí y cayó de espalda con ella sobre él.- Ven, y termina de castigarme. Dio dos palmadas y las lámparas de las mesitas de noche emitieron una luz tenue, que hacía que de aquella situación algo aún más sensual.  Arriba de él, con ese babydoll, el cabello suelto, y el imaginarse la diminuta ropa interior, lo hacía querer terminar antes de haber siquiera empezado. Jin Ah se percató y sonrió traviesa. 








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