El Fénix y el Dragón (Katsudeku) (Omegaverse)

Mi Omega

Pasaron alrededor de  cuarenta minutos antes de que Masaru y Mitsuki lograran controlar a Inko y Yagi. Ellos estaban sentados frente a la cama donde se encontraba ahora su hijo junto a Katsuki, quien aunque los miraba atento a cualquier cambio brusco que hicieran.

- Ahora si Mitsuki nos puedes explicar ¡¿Qué diablos esta pasando aquí?!-dijo Inko enojada -¿Por qué Katsuki tiene la apariencia de un adolescente? ¿Por qué dice que es su OMEGA? 

Katsuki se mantenía silencioso aunque no les quitaba la vista a sus futuros suegros, no dejaba de acariciar con sumo cuidado la cabeza de Izuku, ni de invadir la habitación con su aroma a Canela y Manzana, estaba tratando de dejar en claro que ese era su territorio.

-Te ofrezco una disculpa por el comportamiento de mi hijo Inko, él siempre ha sido un maldito necio y rebelde- dijo Mitsuki- Pero sucede que mientras estaba cuidando de las lesiones de Katsuki...

- No es necesario que trates de darles una explicación porque ni siquiera ustedes saben lo que nos pasa así que lo haré yo- dijo Katsuki interrumpiendo a su madre y captando toda la atención hacia él-  En primer lugar mi cuerpo tiene esta apariencia porque era la única manera de soportar y poder manejar el poder que se me fue otorgado, si no hubiese cambiado en definitiva estaría jodidamente muerto. En segundo lugar no sólo mi cuerpo maduro también mi mente, todo en mi personalidad se exponenció es una consecuencia de lo que les comenté antes. En tercer lugar, él niño que se encuentra a mi lado es mi DESTINADO, por eso he dicho que es MI OMEGA y en cuarto lugar...- Katsuki hizo una breve pausa y miró directamente a los padres del pecoso - Lamento haberme comportado de esa maldita forma pero mis viejos no me dejaban salir de mi habitación hasta que esa sacerdotisa me revisara, pero Izuku me necesita.

- Acepto sus disculpas joven Bakugou pero aunque fuese su destinado ¿entiendes que ni siquiera se conocen? Además Izuku es sólo un niño de cinco años es muy pequeño para ese tipo de situaciones- dijo la madre del pecoso con el ceño fruncido hacia el alfa que tenía enfrente.

Katsuki volteó a mirar brevemente a Izuku, suspiró y después le contestó a la mujer de ojos verdes:

- Él no despertará de esa forma, le pasará exactamente lo mismo que a mi me sucedió. Para poder sobrevivir al poder todo su cuerpo adaptará una forma más madura, él despertará con la edad y mente de un joven de 16 años...  como les dijo la sacerdotisa los primeros en despertar seremos los alfas y después será Izuku y Kaminari, pero a ellos les costará un poco más de trabajo es por eso que tanto Kirishima como yo despertamos antes para ir con nuestros omegas, si estoy en lo correcto en este mismo momento Kirishima estará despertando y le seguirá Todoroki. Tanto Izuku como Kaminari necesitaran de la energía vital de un alfa para despertar.

A Inko se le había ido el color de la cara, su pequeño niño no tendría una infancia, jamás había pensado en lo importante que sería para ella el vivir el desarrollo de su pequeño. En dos días había perdido mucho, no lo soportó más y se soltó a llorar en silencio mientras su esposo llegaba a su lado para abrazarla y consolarla. 

- Si ese es el caso entonces no tienes porque estar pegado a él todo el tiempo... nosotros también somos alfas ¿sabes? podemos brindarle esa energía para que despierte- dijo un demacrado rey de ojos azules y cabello rubio mientras consolaba a su esposa. 

- Lamento decirles esto y en serio lo siento pero los únicos que se pueden hacer cargo de eso somos Kirishima, el bicolor ese y yo. Si ustedes trataran de ocupar nuestro lugar no podrían resistir el desgaste y esfuerzo... tan sólo mírense ahora, aunque sólo ha pasado un día lucen como si tuvieran semanas sin dormir... Si Izuku despierta y ve que deje que se consumieran por él no me lo va a perdonar jamás.

- Hablas como si conocieras a mi hijo pero sólo se vieron durante una hora ... tú no... tú no puedes venir e imponer tus malditos derechos de alfa sobre él... ¡él es mi hijo!- decía Inko mientras trataba de dejar de llorar, inútilmente.

- Claro que conozco a Izuku Midoriya... sé absolutamente todo de él y él de mi. Sé que ama pasar tiempo con usted aprendiendo a leer y a escribir; sé que su padre desde que tenía cuatro años comenzó con su entrenamientos y que a los únicos que permiten estar cerca de él son a su nana Uraraka y a Ida,  un adolescente que contrataron para protegerlo de los demás malditos niños alfas que lo agredían en su corte; sé que ama estar en el jardín de los cerezos que el rey Toshinori hizo para usted cuando supo que estaba embarazada de él... lo conozco, no he convivido con él eso es claro, ambos hemos estado inconscientes pero para lo que ustedes pareció sólo unos cuantos minutos de dolor para nosotros fue más que eso. Y sé que él me castraría si yo dejo que tomen mi lugar... si les sirve de consuelo el despertará al atardecer de hoy, esta luchando con todo lo que puede para volver.

La reina aunque seguía llorando ahora observaba al joven de enfrente de forma diferente, seguía desconfiando del joven pero sabía que no mentía, todos esas cosas que había dicho eran verdad así que dejó de debatir sobre eso y se dirigió hacia Mistuki quien se veían más demacrada y podría jurar que algunas canas de su cabello habían brotado. 

- Si tu hijo le hace algo de daño a mi hijo, no me importará que seas mi amiga y no hará falta que Toshinori le corte las bolas... yo lo haré- finalizó la reina pues aunque era una mujer muy dócil no dejaba de ser una alfa.

-Inko-chan, sé que no te quieres separar de Izuku-chan pero es necesario que descanses tanto Toshinori como tú, les preparé un cuarto en la recámara contigua mientras tanto Masaru y yo iremos a informar a los demás sobre la situación- contestó Mistuki, un poco más aliviada de que ambos reyes dejaran de estar a la defensiva- Y en cuanto a ti Katsuki Bakugou espero que quedo muy claro que en cuanto Izuku-chan se despierte te voy a moler a golpes por hacer todo este maldito alboroto en la madrugada ¿Entendiste maldito mocoso?

-No esperaba menos de ti vieja- dijo Kastuski con una sonrisa burlona en sus labios, los reyes comenzaron salir, primero los padres del pecoso y después los suyos pero antes de que su madre saliera Katsuki dijo casi en un susurro para ella

 - Lamento hacer que te preocuparas tanto ayer como hoy... lo compensaré tarde o temprano- estaba vez había desviado la mirada y se encontraba totalmente enfocado en Izuku, sabía perfectamente bien que podía hacer que él regresará antes pero quería darle tiempo a los padres del pecoso para asimilarlo, ya que los suyos no tuvieron la misma suerte.

Por su parte la soberana sólo alcanzó a mirar a su hijo una vez más antes de salir pues tenía que informar a los demás padres sobre lo que había pasado con su hijo y con lo que pasaría con los suyos, quería darles tiempo para poder apreciar los rasgos de sus pequeños hijos antes de que desaparecieran. 

Una vez solo, el cenizo se quedó observando al joven de cabello verde delante de él. Katsuki lo sabía, desde que despertó lo único que su mente y cuerpo le pedían con urgencia era encontrar al niño de ojos verdes al que le había dado la mano mientras estaban en ese infierno. No sabía exactamente cómo pero tanto él como Izuku habían compartido sus recuerdos mientras estaban tomados de las manos... Fue casi instinto el despertar y saber que él era ahora la persona más importante en su vida.

- Sólo espero que tú también sientas y pienses lo mismo- dijo el rubio para acomodarse a su lado y descansar también, cuidando de que el niño tuviera su espacio sin dejar de acariciar su cabeza. 

****** AVISO ******

Holi antes que nada gracias por leer esta historia sacada de mi cabeza
Ahora si, estaré subiendo un capitulo por semana a partir de ahora ya que quiero que la historia que se ha desarrollado sea exactamente igual a como me la imagino 
Hoy es 24 de Diciembre y no me queda más que desearle a quien lea esto una hermosa y feliz navidad
¡No leemos pronto!