Cartas a ningún lado

17- Querido Kurt Cobain:

Sabes, estaba pensando, en cómo habrían sido las cosas si me hubiera salido bien mi intento de suicido, si nadie me hubiera salvado.
Mis padres, no se habrían recuperado nunca de eso. Mis amigos, a los verdaderos les habría dolido y me recordarían, a los falsos no les habría importado.
Ahora, 3 años después de eso, pienso,
que en realidad no somos tan invisibles como pensamos, que siempre hay alguien pendiente de nosotros, para levantarnos cuando caemos, para hacer a nuestros demonios menos dolorosos.

Pero... ¿existe alguien realmente que se quede?.

Me refiero, mucha gente entra y sale de tu vida que al final nos acabamos acostumbrando a eso. Que gente increíble que conocemos sea pasajera, gente que te promete un para siempre y acaba siendo un para nunca.
Las personas se suelen preguntar: ¿Cuándo llegará la persona correcta, la que se quede para siempre?.
Yo me pregunto: ¿Existe realmente esa persona?.

Y a veces duele, duele pensar que quien más quieres se va a ir tarde o temprano. Duele pensar que eres tú quien no es suficiente y por eso se van. Duele ser siempre a quien dejen con los brazos tendidos y el corazón en las manos, pero lleno de heridas.