Secretos [Morrilla] +18

Cuarto Secreto: Cinco minutos bastan

Cuarto Secreto: Cinco minutos bastan

Es increíble lo rápido que pasa el tiempo. Eso se planteaba Lana mientras era conducida al interior del recinto dónde se celebraría el reencuentro de los 10 años de la serie. Ya habían pasado 10 años desde que Once Upon a Time había sido emitida por primera vez un 23 de octubre de 2011. En coincidencia, el 23 de octubre había caído un día viernes después de 10 años así que la productora organizó este evento multitudinario al que concurriría todo el elenco original y parte del que fue agregándose con los años. Lana era consciente que este evento abría la puerta a otros similares que ocurrirían posteriormente, como los 15 años en 2026 o los 10 años desde que finalizó en 2028, pero por ahora tenía que concentrarse en el primero de ellos.

La serie se había convertido en un asunto de culto y aún muchos años después seguían solicitándole visitar convenciones. Ella accedía aunque su carrera profesional ya tenía nuevos hitos y no lo hiciera con tanta asiduidad como los 2 o 3 primeros años desde que finalizó su trabajo como Regina. Ouat la había llevado a recorrer gran parte de Europa y América, algo que ella agradecía. Era una retribución extra para un personaje que había sido especial para ella. Aunque ya había participado de otros proyectos y tenía nuevas razones para acercarse a los fans, muchos seguían recordando a la fabulosa Regina Mills y la identificaban con la alcaldesa/reina malvada. Este fin de semana prometía tener que volver a hablar de ella, de la experiencia, encontrarse con fans, hacer fotos y firmar autógrafos.

Este día sábado lo central radicaría en participar del panel de reencuentro y luego tendría que tomarse fotografías con los fans durante un intervalo de 3 horas. Caminó detrás de la asistente que la condujo hasta el camerino de espera.

-Tengo entendido que algunos de sus compañeros llegarán sobre la hora, otros están aquí en sus sesiones de autógrafos y otros no tardarán – la joven observó a Lana – yo debo marcharme a seguir con los preparativos y esperar la llegada de los demás, ¿necesita algo antes de que me marche?

-No, estoy bien – Lana sonrió y la joven se marchó.

Se sentó sola en un cómodo sillón que había en la estancia y revisó los mensajes entrantes en su móvil. Había una alta conmoción entre los fans por el reencuentro, estaban alterados de sobremanera y no paraban de lloverle las etiquetas. Vio una foto de la última vez que estuvieron todos juntos en público y suspiró. Se veían muy alegres, ya habían pasado unos cuantos años desde eso, pero viendo en el espejo de la sala no lo parecía. Quizás las líneas de expresión podían estar algo más marcadas, pero se veía estupendamente y no había muchas diferencias entre las fotos. Observó el resto de caras y como siempre que encontraba alguna vieja imagen del grupo se detuvo en los ojos de Jenn, en su sonrisa.

Tres largos años sin saber nada más que lo que se pudiera saber en las redes sociales o la prensa. Tres largos años dónde ella se divorció de Fred y siguió con su vida. La soledad le sentó bien a decir verdad y aunque fue duro al inicio tener que dejar dos constantes en su vida consiguió continuar con su vida. En poco tiempo tuvo que prescindir de la relación con el hombre al que, primero por amor y luego por costumbre, había aprendido a necesitar y también de la serie que había marcado su carrera. No fue una transición fácil a la que se enfrentó con días malos y días buenos. Apretó los puños y salió adelante. Con el tiempo tuvo otras relaciones esporádicas que pasaron por su vida, sin pena ni gloria, pero en esencia estaba sola.

Jennifer por su parte, por lo que sabía, realizó unos cuantos proyectos delante y detrás de cámara. Al parecer a la rubia le gustaba eso de ser la que da las indicaciones y se encarga de producir. Un año después de su último encuentro comenzó a frecuentar a un actor salvadoreño que, con el tiempo, se convirtió en su cita oficial. Lana suspiró sustancialmente al recordarlo, eso la dejó un paso más lejos de Jenn. Ahora, era la rubia la que estaba en pareja y las tornas habían girado.