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-Decile a Machu que venga. –Me dice Claudio.

-Mándale desde mi celular el mensaje. –Dije, ya que estaba en el baño. -apreta dos veces y no tiene contraseña. –Grité. Me acordé del último mensaje que le mandé a Machu, y prefería que la tierra me trague.

- ¡Ya! –Grita Claudio.

Salí del baño, y me tapé la cara, con mis manos.

-Te puedo explicar eso. –Dije aun con vergüenza.

-No pienso que me tengas que explicar algo. –Sonríe. –Te lo iba a decir en el coche, puede que sea mutuo, pero también puede que no. Digamos es todo un tema joder con esto. –Y para que le respondas a Machu... -Dijo él, y se acercó, hasta mí, me agarró de la cintura, y yo rodeo mis manitas hasta su cuello, y nos besamos.

El beso duro unos minutos.

-Decile que sí, que nos besamos. –Completa su frase, y nos reímos.

Nos sentamos en la punta de la cama, y empezamos a hablar.

Pasaron algunos minutos, y Machu llegó.

Subió con nosotros.

- ¿Se besaron? ¿Qué tal besa mi hermano? ¿Y Emilia besa bien? –Preguntó ella. –Me reí, y Claudio también.

-Sí, nos besamos. Besa bien. –Respondió Claudio.

-No tengo con quien comparar, fue mi primer beso. –Dije.

Claudio me miró asombrado y con una sonrisa.

- ¿Y Ulises? –Pregunta Machu un poco triste.

-Y no estaba en la cocina. –Pregunté.

-No, están solos en casa.

...

Me fui a mi casa nuevamente, ya que Emilia y Claudio se quedaron en su habitación y se miraban medio melosos, me dio jaqueca.

Agarré mi celular, y le mandé un mensaje a Ulises.

Ulises, necesito decirte algo es urgente.

Recibí respuestas al rato de mandar.

¿Voy a tu casa? ¿O nos encontramos en algún lugar?

Vení.

Fue lo último que mandé, me fui a bañar, me cambié, me puse un vestido rojo, pinté mi labio de rojo. Esperé un rato, y escuché el timbre.

-Machu, perdón si tardé, tuve que llevar a mi novia a mi casa.

-Sí, no importa.

- ¿Qué necesitas decirme? –Pregunta.

-Supe que Emilia, estaba mal porque pelearon, pero ella está en otra ahora, y me queda hablar con vos.

-Ella lo va a tener que aceptar. –Dice él.

-Ulises, no es nada de ella, es sobre mí.

-Te escucho entonces, linda. –Responde él.

-No me digas que no te diste cuenta...

- ¿de qué? –Pregunta.

-De que me gustas, Ulises, de que me molestó que hayas estado con Tony ese día, que me molesta.

-No, la verdad no, Machu, yo no te veo así.

-Ya sé que no me ves así. Pero necesitaba decirte, necesitaba sacarme esto de encima, esto que sabe Emilia y Claudio.

-Yo estoy muy enamorado de Antonia.

-Ya lo sé. Ulises no hace falta que lo repitas, duele te dije.

-Siento que no te mereces esto, sos hermosa, y te quiero muchísimo, pero no así... Igual espero podamos seguir la amistad. –Dice él.

-Sí, la amistad podemos seguirla. -Él se acerca, para abrazarme, nos quedamos mirando, pero no pasó nada, ni bien salió del trance se fue.

Me fui a mi recamara, a pensar. Unas horas más tarde llega Claudio.

Bajé al escuchar la puerta, y fui a abrazarlo, quebré como una nena de 5 años en los brazos de su papá, nada más que yo ni eso tenía, mis papás habían fallecido, en un accidente automovilístico.

- ¿Qué sucede? –Pregunta Claudio.

-Le dije, se lo confesé, y me dijo que no me veía así, que la quiere a ella. –Solloce.

-Ulises ni sabe que quiere, ella le está dando cariño, por decirlo así, el cariño que necesitaba después de hacerse cargo de su hermana, ella lo ayuda a no sentirse solo. –me abrazó más fuerte.

-Me quiero ir. –Dije.

-No te podes ir, solo por eso.

-Por favor, me quiero ir, si fuera al revés y estuvieras loco por Emilia, pero ella quiere a otro te irías, déjame irme. Te prometo que vuelvo.

-No, Machu, yo te necesito, no me podes dejar solo, ¿lo queres realmente a Ulises?

-Sí. –Respondí.

-Lucha por él, quédate a ver qué pasa.

-Bueno. –Dije y subí a mi cuarto.

...

Por una rara razón quería hablar con Emilia.

Entre a su chat y le mandé un mensaje

¿Podes hacer llamada?

Sí.

-Hermosa, ¿te enteraste?

-No que pasó. –Dice Emilia.

-Machu se quiere ir, le dijo a tu hermano que le pasa con él.

-Es que quería dormir, porque ni bien te fuiste llegó Ulises con esa, y creo que tuvieron relaciones y no me dejaron dormir, entonces no pude hablar con él. –Me reí.

-No Ey, hermoso, no es gracioso, tipo que se consigan un hotel. –Se la escuchaba molesta.

-Sí, tenes razón, mañana voy a hablar con él, en entrenamiento. –Escuche que suspiró. - ¿Me podés acompañar?

-No, mañana quiero hablar con Machu. –Sonreí. – ¿Me podés venir a buscar temprano? Y me dejas en tu casa.

-Sí, conta con eso hermosa.

-Bueno mi amorcito.

-me voy a dormir, descansa hermosa.

-Vos igual mi amor. –Dijo y me acosté sonriendo.

Emilia sí estaba despertando cosas en mí.

...

PerfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora