Capítulo 10

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Pasaron varios meses y muchos cambios sucedieron en Naveyra. El Príncipe Xiao hizo del palacio su residencia permanente ayudando al Rey Supremo en los asuntos del reino. Fueron ejecutados cuatro hombres del Harén, incluído Zehan. Los hombres restantes del Harén recibieron casas en tierras pertenecientes a la familia Choi. Ninguno de ellos residía dentro del área del palacio, excepto Yoonho quien permaneció al lado del Rey Supremo asumiendo la posición de funcionario real cuando el anterior ocupante del cargo falleció. Una tarea muy adecuada para el diplomático Yoonho.

Choonghyup deseó ir con Wooyoung innumerables veces, pero entendió que el necesitaba tiempo para curarse. Rezó para que Wooyoung volviera a él cuándo superase la pérdida de su hijo. Esperó pacientemente. Manteniendo contacto con Peng, quien le enviaba frecuentes informes acerca de los progresos de Wooyoung.

—¿Cuándo regresarás con él, Wooyoung?

—No lo sé, Peng.

—¿No lo extrañas?— preguntó inocentemente Peng. Wooyoung lo miró.

—¡Maldición! ¡Sabes muy bien que sí!

—Entonces, ¿Por qué todavía estamos aquí y no con el Rey Supremo?

—N-Necesito tiempo.

—Tonterías, Wooyoung. Ahora puedes volver con él. Si demoras más tiempo, puede que encuentre otra persona, alguien que se preocupe por él y no lo abandone.

—¡Sabes por qué me fui!— exclamó Wooyoung acusadoramente.

—Sí, lo sé. También sé que ahora es seguro para ti regresar. Él también te echa de menos, lo sabes.

—Yo...— Wooyoung miró a Peng, sus emociones a flor de piel —¿En verdad, Peng? ¿Puedo estar con él, otra vez?

—Sí, Wooyoung. Está bien ahora.

—Oh, Dios...— Wooyoung intentó enjuagar las lágrimas que caían como ríos calientes por sus mejillas —mírame, llorando como una chica.

—Recuperaremos a tu hombre, ¿de acuerdo?— Peng le sonrió.

—Está bien, Peng.

(...)

—Su Majestad, llegó una carta de casa de los Jang.

—Entrégamela— Choonghyup abrió el sobre ansiosamente, reconociendo la letra de Peng.

—Lo dejaré, entonces.

—Gracias, Yoonho— respondió Choonghyup distraídamente mientras continuaba leyendo el contenido de la carta.

Su Majestad

Mi Señor ha mejorado en estos últimos meses. Estuvo ocupado ayudando en los asuntos de la casa, entre otras cosas, desde que su padre enfermó. Él le agradece la suma de dinero que le ha enviado pero desea que le transmita que va a devolverle ese dinero en cuanto pueda. Le advertí que usted se opondría, pero conoce a Mi Señor, sigue tan terco como siempre.

Ha vuelto a sonreír. Usted me pidió especialmente que le informara sobre esto y estoy feliz de hacerlo ahora. Él está sonriendo y es una visión muy hermosa.

Le conté a él sobre lo sucedido en el palacio como me pidió y aunque Mi Señor no habló mucho, creo que está feliz, en especial al oír las noticias de que su Harén ya no reside en el palacio. No le he informado de la traición de Lord Zehan y los otros Señores o de las medidas tomadas. Dejaré que Su Majestad le hable sobre el asunto si así lo desea.

Una última cuestión, Su Majestad, Mi Señor dice que le gustaría volver a verlo. Creo que esta noticia lo hará feliz, como a mí al transmitirla.

Su sirviente, Peng.

(...)

—Ha llegado, Wooyoung.

—¿Quién llegó, Peng?— Wooyoung levantó la mirada de los libros que examinaba.

—Su Alteza el Rey, él está aquí— dijo Peng animado.

—¿Qué quieres decir? ¿Está aquí? Como aquí... ¿En mi casa? ¿Él está aquí?— preguntaba Wooyoung incrédulo.

—Sí, aquí. Está esperándolo en el salón, Señor.

Wooyoung permaneció sentado mirando a Peng con los ojos muy abiertos.

—¿Q-Que debo hacer, Peng?

—Ve por él.

—Pero, ¿me veo bien?— preguntó Wooyoung preocupado.

—¡Solo tienes que ir por él, Wooyoung!

Choonghyup se paseaba nervioso por el salón, esperando ver a Wooyoung. Pensamientos aleatorios daban vueltas en su mente. ¿Cómo estará él? ¿Estará bien? ¿Se pondrá feliz al verlo? Escuchó la voz de Wooyoung hablando con Caleb al otro lado de la puerta, segundos después esta se abrió y Wooyoung entró en la habitación, lucía como él y al mismo tiempo parecía diferente.

—S-Su Majestad— saludo vacilante.

Choonghyup lo observó atentamente antes de atravesar la sala con pasos largos para tomar al hombre más pequeño en brazos.

—¿Woo?— susurró.

—Hyup— Wooyoung elevó la mirada hacia sus ojos, suavemente acarició su mejilla —te extrañé.

—Yo también— respondió Choonghyup antes de besarlo con infinita ternura en los labios. Un beso amoroso que comenzó tierno y fue volviéndose desesperado cuando se probaron uno al otro después de tanto tiempo. Choonghyup tomó a Wooyoung por las caderas acercándolo. Sus miembros endurecidos se rozaban uno contra el otro en dulce alivio.

Les tomó varios minutos registrar que alguien llamaba a la puerta, se separaron de mala gana, el brazo de Choonghyup no se movió de su lugar en torno a la cintura de Wooyoung.

—¡Adelante!— dijo Wooyoung.

—¿Mi Señor?— Peng miró a Wooyoung con una pregunta en sus ojos —él está esperando acá fuera.

—Tráelo, Peng— dijo Wooyoung sonriendo.

—¿Traer a quién?— Choonghyup parecía perplejo.

—Choi Baehyup— respondió Wooyoung antes de añadir —el gemelo de Woohyup— un atisbo de tristeza apareció en sus ojos antes que desapareciera rápidamente.

El Rey Supremo quedó atónito mientras Wooyoung le presentaba un bebé con cabello castaño y ojos negros como los suyos. El niño tenía sus mismas cejas, y aunque tenía los ojos de Wooyoung era su vivo retrato de bebé.

El harén de mi rey [VAV/BACE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora