Capítulo 2

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Seis meses pasaron en un abrir y cerrar de ojos y un carruaje, con el blasón de los Choi estampado a cada lado, aguardaba por Wooyoung en la entrada de su casa.

A pesar que había rezado para que el Rey Supremo lo hubiese olvidado, fue evidente que tal cosa no sucedió.

El hombre causó un fuerte impacto en Wooyoung. Recordó la primera vez que había visto al Rey Supremo, sus hombros resaltando su cuerpo. Su cabello pelirrojo levemente ondulado y los desconcertantes y hermosos ojos que agitaba el estómago de Wooyoung de un modo que no había sucedido antes cuando hablaba con otro hombre.

—Hazlo bien, Wooyoung. Recuerda lo que aprendiste— esas fueron las únicas palabras de su padre antes de subir al carruaje. No hubo ninguna palabra de amor, solo consejos para agradar al Rey Supremo. A continuación, Wooyoung saludo a su llorosa madre y a su hermano mayor, antes de dejar caer la cortina de la ventana del carruaje para asi tener privacidad.

En el interior del carruaje, Wooyoung quedo solo con sus pensamientos.

~~

—Ha llegado— informó Yoonho en voz baja a Chunghyeop.

—Gracias Yoonho. Ordena que lo preparen y conduzcan a mis habitaciones.

—Su Majestad. Yo... yo...

—¿Estas preocupado porque mis afectos cambien, mi hermoso Yoonho?— Chunghyeop lo molestó mientras lo besaba suavemente.

—Pareces muy enamorado de él.

—¿Quizás porque todavía no lo he tenido?

—Espero que sea así— respondió Yoonho con suavidad.

—Estaré de nuevo en tus brazos más rápido de lo que piensas— Chunghyeop lo abrazó acercándose a su cuerpo dejando que su concubino sintiera su pene semi erecto.

—¿Tenemos tiempo?— preguntó Yoonho mientras se frotaba contra Chunghyeop.

Chunghyeop respondió desnudándolos a ambos.

~~

Wooyoung se sentó en la bañera mientras los criados vertían dentro agua caliente y aceites que olían a hierbas y flores. Un hombre vestido con finas ropas entro despidiendo a los sirvientes. Wooyoung lo reconoció como uno de los concubinos del Rey Supremo.

—Toma— el hombre colocó algo en la mano de Wooyoung.

Miró el objeto.

—¿Un tapón?

—¿Conoces estas cosas? Bien, entonces no tengo que explicarte donde va eso— el hombre parecía aburrido de sostener esa conversación. Bueno, él no era el único.

—No es como si quisiera conocerlas.

—Su Majestad es grande, más grande que la mayoría de los hombres comunes y es mejor que uses eso antes de ir a su encuentro— dijo el concubino.

—Interesante— Wooyoung mantuvo la mirada en el hombre mientras insertaba sin vacilar, el frio y duro tapón, en su agujero.

—Muy bien, ¿no precisas de ayuda entra?

—¿Qué piensas?— Wooyoung pregunto casi desafiante.

—Es mejor que vayas con cuidado. El Harén no es un lugar para arrogancias— sonrió maliciosamente.

—Gracias por el consejo— Wooyoung forzó una sonrisa y deseo saber, no por primera vez, en que se había metido.

La pregunta permaneció en su mente en tanto terminaba su baño y se preparaba para servir al Rey Supremo.

Mientras caminaba detrás del sirviente a lo largo del corredor hacia las habitaciones del Rey, vio otros hombres saliendo de sus cuartos. Todos eran bonitos y parte del Harén. Algunos lo miraban con desdén y otros apenas reconocían su presencia, sin considerarlo como una amenaza para ellos. Otros en cambio, lo observaban con envidia, llevándolo a preguntarse sobre este lugar en donde hermosos hombres luchaban por las atenciones de un único hombre.

—No cualquier hombre, Mi Señor, sino el mismo Rey Supremo— dijo su guía.

Wooyoung se detuvo, sin darse cuenta, había hablado en voz alta.

—Entiendo— dijo en voz baja.

—Sobrepase mis límites, por favor, perdóneme, Mi Señor. No debería decir nada.

—No, no, está bien. Cuéntame más sobre el Harén y Su Majestad. Mmm ¿Cuál es tu nombre?

El criado lo miró sorprendido, como si nadie hubiera preguntado su nombre antes.

—P-peng. Mi señor, seré su sirviente personal.

—Cuéntame mas, Peng— Wooyoung le sonrió alentadoramente.

A medida que escuchaba a Peng, percibía que el Harén no era un lugar sencillo. Había dieciséis hombres ahora, incluido él. Algunos de ellos eran presentes enviados por otros reinos mientras que otros simplemente llamaron la atención del Rey Supremo. Su actual favorito era Yoonho y Zehan ocupaba el segundo lugar. La política existía en todos los lugares, especialmente en el Harén del Rey Supremo de Naveyra.

—Lord Yoonho prácticamente administra el Harén, Mi Señor.

—¿Lo llamas Lord? ¿Él era un cortesano?

—No lo sé, ya estaba aquí antes de que llegara pero podría averiguarlo para usted, Mi Señor.

—Wooyoung.

—¿Mi Señor?— Peng parecía escandalizado.

—Solo dime Wooyoung.

—Pero eso no es posible, Mi Señor, tenemos que tratar al Harén entero por igual.

—Mmm está bien, cuando estemos a solas, por favor llámame Wooyoung.

—Pero Mi Señor— cuando Wooyoung arqueó una ceja, Peng sonrió —muy bien, W-wooyoung

Sonrió a su nuevo sirviente personal mientras continuaba su camino por el corredor.

—Hemos llegado, Mi Se... Wooyoung— Peng señaló la gran puerta con el blasón de los Choi —Su Majestad, lo aguarda dentro.

—Gracias Peng, entonces ¿hasta dentro de un rato?

—No es probable, Mi Señor— Peng se echó a reír —Su Majestad, probablemente lo mantendrá con él por unos días.

—Entiendo... bueno, te veré en unos días, deséame suerte.

Peng miro a Wooyoung, demorándose en su cabello, sus profundos ojos oscuros y su bonita sonrisa con hoyuelo.

—Si me permite el atrevimiento, Mi Señ... Wooyoung, dudo que la necesite— le guiñó un ojo.

Wooyoung se echó a reír con una pizca de temor. Peng golpeó la puerta antes de excusarse y retirarse. 

El harén de mi rey [VAV/BACE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora