"Mi Gran Error". (Sterek/Stheo)

Capítulo. 19 (Error N° 19)

POV. NARRADORA.

El laboratorio en silencio molestaba mucho al moreno que caminaba de un lado al otro aburrido sin saber que hacer ya que no estaba en su veterinaria ni en su lugar de confort. Decidió por décima vez en el día ir a ver a su amiga durmiente, esperando el milagro de que despertara por fin, pero al entrar en aquella oscura habitación. Nada. El silencio era peor todo a oscuras y sin signos vitales de esta pelirroja amante de la moda y las ciencias. No sabía muy bien lo que pasaba pero este transe estaba durando demaciado, el sufrimiento que abra visto la sucumbió por completo. Intento con todo pero nada la volvía a ellos, necesitaban despertarla lo antes posible o quién sabe que le pasaría si seguirá así. Nada bueno venía a su mente. Miro alrededor y pensó en intentar usar una forma de entrar a su sueño profundo, encontrar el centro de todo y despertarla pero era difícil cuando el solo estaba en esto además el único mano derecha que tenía era el humano Manson pero estaba más centrado en su pareja que en los demás Corey no había reaccionado aún, cada que lo intentaba comenzaba a gritar y desaparecía contra su voluntad. Sabía que algo le inyectaron tan fuerte como para lograr alterar todas sus moléculas, su cuerpo peleaba ante este virus y tenia miedo de que perdiera su vida intentando combatir por el mismo. El lugar estaba lleno de heridos y sobrenaturales en coma inducido, muchos cazadores sufrieron la misma suerte. Con ellos era mucho más difícil ya habían muerto 3 hace unos días, no soportaron sus cuerpo tal infierno, era lo peor que le podía pasar perder personas que confiaban en el cómo único mediador para curarlos. Por eso no se permitiría perder a alguien más, hace unas noche logro extraer sangre de los cazadores nuevamente y analizarla más a fondo. Había una extraña bacteria, que se expandía por la sangre a gran velocidad aunque los glóbulos blancos pelearán eran consumidos rápidamente, era como ver una fórmula de acónito avanzada donde en ves de consumir la carne, absorbía la sangre y generaba una nueva que se anteponia a la otra. Probó con unas cuantas fórmulas para detener tal proceso pero apenas estaba una pizca delante. Aunque sabía que su pequeña arma estaba tomando forma, flores de Kadupul habían sido traída por los recolectores y aunque pensó que eran inútiles le ayudan a frenar el proceso. No elimino por completo el virus sino que lo relentizo, así que algo faltaba algo que lo ayude a eliminar tal efecto y revertirlo.

—Mmmm... -un sonido después de tanto tiempo inundó la habitación, el piel morena se dirigió como pudo hasta la pelirroja y noto como sus ojos se abrieron.

—Lydia puedes oírme. -comenzo a revisar sus signos vitales y estaban actuando normal, miro a la chica y está sonrió un poco. —¿Lydia?

—Stiles, dile que no vaya a ese lugar, no tiene que verse con ese tipo. -se apresuró y dejó al moreno desconcertado. —Deaton, debemos ir con Stiles. -se la notaba sería y sin pestañear miraba fijo al Druida delante ella. Hizo un amague al levantarse y se sentó en la cama. —Enciende las luces, ya estoy mejor. -murmuro algo cansada pero de inmediato le obedecieron, la luz la nublo un poco pero fue soportable, miro a su amigo y volvió a sonreír aún seguía tan fijo observando cada uno de sus movimientos. —¡Deaton, reacciona! -se sacudió el otro asintiendo con emoción.

—Me alegra que hayas vuelto. -estaba casi a punto de lágrimas, se notaba su sincera preocupación y anheló.

—Gracias por cuidarme. Pero, necesitamos ir a casa lo antes posible. -este asintió un poco confundido por todo aún.

—Le avisaré a Argent que ya estás mejor, estamos en una base en China, tendremos que ser pacientes para volver a EE.UU. -ella suspiro, se sentía un rato inútil. —Sin su aprobación no podemos irnos de aquí, igual los chicos están bien recluidos en Beacon Hills hace unos meses. No tienes que preocuparte por Stiles, el no está solo nunca. -dice más que seguro por lo menos eso es lo que sabía por medio de sus llamadas con Scott. —Scott y Derek se están ocupando de todo por allí. -la pelirroja sonrió pero aún así lo que vio era más que claro y seguro que pasaría.