Capítulo 14 Escuela Preparatoria Furinkan

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Todos los personajes pertenecen a Rumiko Takahashi...

VAINILLA

CAPÍTULO 14

"ESCUELA PREPARATORIA FURINKAN"

Esa mañana, después de desayunar, Ranma y Akane partieron a la escuela. El resto de la familia había decidido quedarse más tiempo en cama durmiendo. Sólo Nodoka y Kasumi se levantaron a preparar el desayuno y despedir a la pareja, pero mostraban unas grandes ojeras; tal vez por no dormir hasta muy tarde esperando escuchar movimiento en la habitación de los recién casados, lo cual no ocurrió.

Las calles parecían desiertas y únicamente se escuchaba el agua correr por el canal a la par del trinar de los pájaros. Ranma caminaba sobre la cerca mientras Akane lo hacía junto a él, pero sobre el asfalto.

Llegaron a la preparatoria Furinkan cinco minutos antes de que sonara la campanilla anunciando el inicio de las clases. Al poner un pie en la puerta principal, todos voltearon a verlos y se hizo un absoluto silencio. Sopló una ligera brisa que hizo caer algunas hojas de los árboles, pero fue todo lo que se escuchó.

Todas las chicas miraban fijamente a Akane. La nueva señora Saotome tragó duro, seguramente le esperaba algo similar a lo vivido el día en que habían ordenado su casamiento con Ranma. Tenía miedo. Quería tomar a su marido de la mano y salir corriendo de ahí, volver a Oga y quedarse junto a él en su pequeña casita, viviendo de la tierra, disfrutando de su amor.

Akane miró a Ranma. Estaba erguido con la ceja levantada, mirando a los chicos, que también lo observaban con detenimiento —Seguro están mirando a Akane ¡malnacidos! Si supieran la verdad pensó el chico de la trenza. Se sentía como si un montón de hienas esperaran una mínima distracción para abalanzarse contra su preciosa Akane. Pero no lo permitiría, porque él era Ranma Saotome.

Entraron a la primera clase, Akane y Ranma se dirigieron a sus respectivos lugares, uno detrás del otro. Ryoga miró entrar a Akane y le sonrió, a lo que ella respondió con el mismo gesto. Al notarlo, Ranma carraspeó y su sonrojada mujer prefirió sentarse para evitar cualquier rencilla. El chico de la trenza miró a su amigo muy serio, pero Ryoga hizo una mueca burlona, contagiando a Ranma, que cambió su semblante y mostró una media sonrisa. Aun así, el recién casado estaría atento a sus movimientos. Si bien no podía decir que Akane era su mujer, podía insinuarlo a su amigo de alguna forma para que se le olvidaran por completo sus intenciones amorosas con la chica.

Habían pasado algunos minutos de la clase, cuando el maestro se dio cuenta de que Ranma estaba distraído lanzándole miradas asesinas a Ryoga, que de vez en cuando volteaba para ver a Akane a propósito, provocando los celos de Ranma, que comenzó a lanzarle lápices y pequeños papeles.

—¡SAOTOME! —gritó el profesor.

—¿Sí?

—¿Sí?

Ranma y Akane respondieron al unísono poniéndose de pie de un salto. A todos les extrañó que la chica se pusiera de pie. Ambos se sonrojaron al instante.

—¡Tendo! ¿Qué hace de pie? —gruñó el profesor.

—P-perdón, maestro. Pensé que había dicho mi nombre —dijo Akane escondiendo la cabeza todo lo que podía.

—¡Dije, Saotome! Veo que tampoco está poniendo atención. ¡Siéntese!

En ese momento, sonaron los altavoces —Ranma Saotome, haga el favor de presentarse en la dirección. Ranma Saotome a la dirección — la voz del director Kuno resonaba por toda la escuela.

VainillaWhere stories live. Discover now