Y es que a veces veo a gente con vidas tan divertidas, con tantas personas que la quieren a su alrededor, felices y siempre con planes para tener un buen día que me vengo abajo.
¿Porqué ellos esa vida y yo esta?
¿Porqué no me dan un poco de su felicidad?
Algo de su vida, ya que tan colorida es.
Quizás soy egoísta por querer quitarle felicidad a esas personas con esas vidas tan activas, pero el sufrimiento con el paso de los años se hace peor, cada día más pesado, cada día más insoportable.
Permanecer un viernes, un sabádo y un domingo en tu casa, es algo deprimente.
Entonces ves a esas personas rodeadas de sus amigos, liándola, viviendo a su manera y disfrutando como si no hubiese mañana y te dejas caer, no quieres seguir, porque no encuentras una salida a tu vida, no ves el momento de que te lleguen a ti las cosas buenas, de que lo que realmente quieres se cumpla.
Simplemente mirad hacia delante y no ves nada, solo una sombra reflejada, tu propia sombra la única que te abraza cuando las fuerzas han cesado, cuando la vida te ha dado la espalda.