Come Back Home |Starker|

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Era casi media noche y Peter estaba en la azotea de su edificio, sus ojos estaban hinchados de tanto llorar, estaba tan roto y tan mal, llevaba cargando una mochila sobre su hombro, iba a escapar y nadie se lo iba a impedir. Miraba la ciudad desde lo alto, pero enfocaba su vista en la Torre Stark y una oleada de nostalgia y tristeza lo invadió, sabía bien que huir no era la opción, estaba perfectamente consiente de ello, sin embargo lo prefería de esa forma, Peter pensaba que no debía quedarse o las cosas podían empeorar, así que alejarse al menos por un tiempo fue la mejor opción que encontró.

Dio un gran suspiro y se dio la vuelta dispuesto a salir de New York, aunque una parte de él deseaba con toda su alma quedarse y seguir viendo a su mentor, aunque sea solo por el televisor, pero entendía que solo se estaba lastimando más, así que por el amor que le tenía y por el bien de todos ahí, volvió su mirada al frente y comenzó a alejarse.

No sabía a dónde ir, no tenía claro un lugar en específico, pero en su mente solo persistía la idea de irse, ¿que si era un cobarde? Probablemente, pero todo se estaba derrumbando a su alrededor y antes de que fuera demasiado como para poder soportarlo, optaba por esa opción, debía estar bien para que las cosas pudieran estar bien, sabía de sobra que May no merecía eso, por eso le dejó una carta, no le explicaba lo que en realidad pasaba, pero tenía que pensar en claro y ordenar sus pensamientos.

Así que sin más, bajó del edificio de un salto y se dispuso a caminar por las calles, el traje que Tony le había diseñado lo dejó, se llevaba su antiguo traje, la "pijama" que antes usaba estaba guardada en su mochila, su celular o cualquier instrumento de localización también lo dejó, quería escapar del mundo hasta que su corazón dejara de latir por su mentor.

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Los primeros rayos de sol llegaron a Queens, la alarma sonó, la mujer de cabello castaño se removió entre las sábanas y aunque su cuerpo y mente le pidieran quedarse en cama, sabía que no podía faltar al trabajo, así que junto toda su fuerza de voluntad y se levantó. El día anterior había sido muy extraño, Peter se encontraba en pésimo estado y ella debía asegurarse de que el joven estuviera más tranquilo; sin más que esperar se dispuso a ir hasta la habitación de su sobrino, pero grande fue la sorpresa que se llevó al encontrar la alcoba vacía, fue al baño para ver si estaba ahí y tampoco dio resultado, ¿donde podía haber ido?

—Peter — Llamó en voz alta, sin embargo no hubo respuesta, fue hasta su habitación para tomar su celular y marcar el número de su amigo.

—Tía May — La voz de Ned resonó en la línea —Buenos días.

—Buenos días Ned, oye, ¿Peter está contigo? — Trataba de no sonar preocupada.

—No, no lo he visto desde ayer — El corazón de May se estrujó, comenzó a preocuparse —No ha venido a la escuela.

—Si lo ves llámame — Sin más que decir colgó, no quería empezar a fabricar ideas en su cabeza, pero le era imposible, decidió no esperar más y marcó a cada contacto que tenía en su celular preguntando por su sobrino, por desgracia nadie lo había visto y nadie sabía dónde estaba, era como si la Tierra se lo hubiera tragado.

May quería llorar, estaba sumamente preocupada, moriría si algo le pasaba a su sobrino, no quería perderlo como a sus padres, la sola idea la invadió de terror, no sabía a quien recurrir, es decir, podía ir a la policía, no obstante, no podía arriesgarse a que se enteraran que Peter es el hombre araña, era un secreto que prometió guardar. Entonces, una idea cruzó por su mente, sin tiempo que perder salió de su casa, dirigiéndose a la Torres Stark.

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No sabía cómo, ni en qué momento, pero se había podido colar a un barco de carga, fue de madrugada cuando llegó a un puerto de la costa de New York, agradecía tener sus poderes para poder ingresar sin ser visto, hace dos horas que había zarpado y ahora, estaba en la oscuridad de una bodega, sin hacer absolutamente ni un ruido.
Había pensado en comprar tickets de avión, pero no tenía dinero, Tony jamás le pagó por su pasantía y no le robaría a May, además un barco era más discreto, no había cámaras dentro y era no era predecible, solo esperaba que no corriera con la misma suerte que Titanic.

—Vaya, vaya — Una voz lo sobresaltó, sacándolo de sus pensamientos —Pensé que era el único polizón en este barco.

Peter buscó el origen de la voz, volteó a todos lados, hasta que vio una figura escondida en la sombras.

—¿Quién eres? — Parker alistó sus disparadores.

—¿Es en serio? — El hombre salió de su escondite y caminó hasta el adolescente, llevaba un traje rojo de licra, katanas en la espalda y una mochila de "Hello Kitty" —Soy Deadpool — Estiró la mano al chico.

—Peter — La estrechó con desconfianza.

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May estaba fuera de la Torre Stark, completamente desesperada. Vio como un auto de lujo se estacionaba frente a las puertas de cristal, de él bajó a quien estaba buscando.

—Señor Stark — Habló en cuanto lo vio fuera de su lujoso auto.

El millonario frunció el ceño al verla, en cuanto Happy la miró como lo más hermoso que hubiera visto en su vida.

—Señora Parker — Sonrió —Que gran sorpresa.

—Lamentó molestarlo señor, pero debo hablar con usted — Tony dudó por un momento, sin embargo asintió y la guió hasta dentro del caro edificio, si Stark tuviera que juzgar por el estado en que iba, sabía que no podía ser bueno, ¿acaso Peter le había dicho lo que había pasado días atrás?

Fueron directamente hasta el elevador, donde Tony presionó el botón de su oficina, no dijeron nada, pero era notorio la urgencia que tenía la mujer por hablar con él, en cuanto llegaron al piso indicado, le dijo a Pepper que no lo molestara, cerró la puerta de su oficina.

—¿Qué sucede, May? — Stark se sirvió café.

—Es Peter, señor, no aparece por ningún lado, llamé a sus amigos, a la escuela y nadie lo ha visto — Estaba al borde de las lágrimas —Ayer estaba muy triste y no me dijo porque, pero ahora no lo encuentro — Su voz era entrecortada —Temo que algo malo le haya pasado — Finalmente lloró. Tony escuchó todo atentamente, la mujer estaba genuinamente preocupada y visiblemente devastada. —Supe que perdió la pasantía aquí, pero no vengo a pedir que se la regrese, sino vengo a pedir si ayuda — Pero Stark sabía perfectamente que Peter no la perdió, sino que se fue tras confesarle sus sentimientos y haber sido rechazado —Si algo le pasa, yo...

—No se preocupe, señora Parker — Habló el genio —La ayudaré.

Y es que en parte, Tony sentía culpa de lo que estaba sucediendo, tomó los sentimientos de Peter como una confusión e inclusive como gratitud, y ese fue se error.