14; «...𝓮𝓼𝓽𝓮́𝓼 𝓬𝓮𝓵𝓸𝓼𝓸»

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Muchas veces Temo se disgustaba de seguir a cuentas fans de su novio.

No era porque le cayeran mal o por algo así, sino que, cuando había algo que no cuadraba, esas cuentas eran las primeras en sacar rumores. Y los rumores que salían ahora que Aristóteles y Cuauhtémoc estaban en diferentes continentes no eran del todo lindos.

Porque claro, la comunicación entre Aris y Temo era casi nula de vez en cuando, y eso impedía que ellos arreglaran los problemas que surgían por redes sociales. Hasta ahora todo se había llevado con calma y paz, pero no todo podía mantenerse tan perfecto... ¿cierto?

Los fandom son algo sumamente increíble, logran descifrar mensajes secretos que sus ídolos mandan y, sin saber cómo, logran descubrir en qué lugar están sus famosos favoritos la mayoría de las veces

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Los fandom son algo sumamente increíble, logran descifrar mensajes secretos que sus ídolos mandan y, sin saber cómo, logran descubrir en qué lugar están sus famosos favoritos la mayoría de las veces. Ya sea con ayuda de alguna foto que vieron en algún otro perfil, ya sea porque fueron etiquetados o porque tenían parecido, o porque alguien de otro fandom se los contó.

Por lo que Temo había leído (después de pasar horas en Twitter recolectando la información suficiente), Aristóteles estaba en un restaurante de al parecer un hotel (probablemente donde se hospedaba)

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Por lo que Temo había leído (después de pasar horas en Twitter recolectando la información suficiente), Aristóteles estaba en un restaurante de al parecer un hotel (probablemente donde se hospedaba)... lo que más le llamaba la atención, era que estaba con una chica. No le molestaba, claro que no, porque Temo sabía el lugar que tenía con Aristóteles, y estaba seguro de que él se lo dejaba en claro a cualquiera que quisiera pasarse con él. Era una confianza que ellos habían logrado desarrolla a lo largo de sus años juntos.

Puede ser que Cuauhtémoc confíe en su novio lo suficiente, pero en quien no confiaba era en las otras personas. Tenía que admitir que había ciertas personas muy astutas, como un zorro (o en este caso, una zorra) que lograban encontrar la manera de cometer sus acciones sin quedar como la mala del cuento.

Tal vez Temo empezaba a malviajarse un poco. Claro que Aristóteles y esa chica no traen nada.

Pero después de ya un mes sin verse, sin darse cariño ni tener tacto real...

Basta, Cuauhtémoc. Basta de teorías locas.

 Basta de teorías locas

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Ábrela cuando || 𝓐𝓻𝓲𝓼𝓽𝓮𝓶𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora