El Pasado De Carlos

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-Lo que verán a continuación es algo totalmente diferente, es mucho más fuerte de lo fueron las otras visiones- Advirtió Carlae.

-Dale- Habló Ben, animado.

La pantalla se prendió.

A la luz de una vela se vio a un chico aún durmiendo, echado en lo que se supone que sería su cama. Se levantó por el sonido de un cascabel pegado a una cuerda, la cual da la indicación de que su madre  se despertó. Camino hasta la puerta principal, agarró una bolsa que se encontraba tirada por ahí y con esta en sus manos, salió de su casa directo al basurero principal para buscar comida. En el camino leía un libro que le encantaba y ya era la tercera ves que lo leía entero. Justamente por eso, muchos que también hiban al mismo destino, se burlan de lo nerd que era el hijo de Cruella De Vil. A este ya no le interesaba, ya se acostumbro. Cuando pasó por la entrada del basurero, sintió un leve dolor en el pecho, es que le tiraron una lata de atún podrida en el pecho. Se volteo con miedo de saber quien fue la persona responsable. La vio, se trataba de Mal, la hija de Malefica.
Tomó otro camino para evitar el contacto con la temible hija de Malefica, no lo logró. Saliendo de recolectar su comida de la mañana, Mal lo espero en la puerta de su casa para quitarle todo lo que obtuvo. Ensi, él es muy débil, por lo cual salió con muchos golpes en su rostro por la batalla campal que se dio. Mal aprobecho lo débil que estaba para poder quitarle más rápido la comida, lo logró. Con un golpe sertero le robó la bolsa dejando adolorido en frío suelo, muchos, al verlo, le tiraron comida más podrida todavía como una seña de burla y desprecio hacia él; entre insultos y algunos golpes, Carlos tuvo que irse del lugar para evitar ser más abusado. Sabiendo lo que hiba a pasar, oculto unos huevos, unos pedazos de pollo, verduras, etc; para no resibir el castigo de su madre por no traer nada. Entró a la casa y se dispuso a cocinar de la mejor manera posible, la horrible que trajo. Sirvió la comida junto a agua sucia que encontró po ahí y llamó a su madre para que esta desayunara. Él no comió nada.

Unas horas después, su madre como ya era de costumbre, empezó a fumar y a tomar hasta el punto de volverse más desquiciada de lo que ya es. Sin poder controlar sus actos, fue al cuarto de su hijo, a quien encontró leyendo. Lo jalo de los pelos para que se levantará, él lo hizo. Luego tomó una de sus botellas con alcohol  y la rompía en la débil cabeza del mismo. Por el alcohol y sus efectos en las heridas abiertas y cicatrices, le empezó a arder muchísimo, hasta el punto de ser un dolor irresistible. Cruella se rio, maniática. Carlos no tuvo de otra que quirase su polo y dejar ver su horrible cuerpo gélido, todo rasguñado y herido. Cruella acercó su cigarrilo al estómago de su hijo, quien al contacto grito horrible. Ebria, empujo a Carlos a un pequeño closet  con piezas de vidrio pegadas en las paredes del mismo.

Unos días después, Cruella se acordó de su hijo y fue a sacarlo del lugar. Apenas habrío la puerta, Carlos salió tirado en el suelo, intentado arrastrarse hasta un pequeño plato tipo como el de los perros, en el que dejó agua y unos cuantos huesos.

La pantalla se volvió a pagar, dejando un habiente tenso entre los presentes. Nadie se atrevía a hablar.

-Dios mío- Exclamó Jane.

-Lo sentimos tanto... - Agregó Ben.

-Espero que con esto aprendan a no juzgar antes de conocer... Solo vean como fue su infancia, de cada uno de ellos... Okey, no merece ser juzgado por sus padre o lugar de origen... Cada uno es dueño de su destino y de sus palabras... ¿Entendido?- Declaró Carlae.

Todos asintieron, incluso Audry y Chad. Después de eso nadie más se atrevió a juzgarlos a ellos ni a nadie más. La frase que siempre decían era: No Juzgar no son sus padres.

<No Juzgar, No Son Sus Padres>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora