Noto que alguien me mueve un poco y abro los ojos, estoy apoyada en el hombre de Blake, me separo sobresaltada y este me sonríe.
—Son las 8, ¿no venían tus amigos por la mañana?— es verdad, les dice que vinieran por la mañana, que no hacía falta que se quedaran.
—Si Sara debe de estar al llegar—respondo bostezando.
—¿Es morena, bajita y con la cara redontita?—frunzo el ceño con confusión.
—Si, ¿por?— señala con el dedo detrás de mí y me giro.
Sara está discutiendo con una enfermera porque no le deja pasar. Voy corriendo hacia ella antes de que la aniquile.
—Tranquila, la conozco puede venir—la enfermera asiente y mira mal a Sara.
En cuanto se va me abraza, y empezamos a caminar hacia la sala de espera.
—Lo siento muchísimo, ¿como está el?—pregunta preocupada.
—Nos dijeron que no tenía hemorragia interna, pero no sabrán más hasta que despierte—ya estamos llegando a la sala de espera.
—¿Y tu?¿Cómo estás tú?—me mira expectante.
—Hoy mejor, pero ayer estaba muy asustada— los ojos de mi mejor amiga se posan detrás de mí y se abren junto con su boca.
—Hola soy Sara, la mejor amiga, tú debes de ser el nuevo— le sonríe picara, yo ruedo los ojos.
—Si, soy Blake, encantado—Sara sigue sonriendo y Blake se incomoda y me mira—Oye Skye voy a por algo de desayunar, ¿quieres algo?—
—Si, un café con leche por favor—me sonríe y se va.
Sara lo sigue con la mirada oscura, cuando se pone en ese plan me da miedo.
—Eres una mala amiga, ¿como no me presentas a semejante hombre antes?, es educado y tiene pinta de ser muy buena persona, ¿que es lo que has llegado a entender para que te parezca idiota? Porque yo lo veo bastante bien— se muerde el labio y yo ruedo los ojos.
—Si lo hubieses visto el día que lo conocí no pensarías así— le digo y me mira.
—Todo el mundo tiene un mal día— pues su día fue peor que malo.
• • • •
Son alrededor de las 10 de la mañana, ya han venido todos a preguntar por mi tío pero hoy tenían que ayudar en una función del insti y se han tenido que ir. Blake no se ha separado de mí en todo el rato, solo cuando a ido a por el desayuno.
Mi tía sale de la habitación sobresaltada y llama a una enfermera. El miedo por mi tío empieza a regresar de nuevo.
—Enfermera, ha despertado— mis ojos se iluminan al escuchar eso y abrazo a Blake—llame al médico por favor—
La enfermera va corriendo a buscar al médico que aparece al instante y me separo de Blake.
—Esperen los tres que fuera por favor, cuando acabe de hacerle los exámenes les diré algo— todos asentimos y nos sentamos en la sala de espera.
Al rato aparece el médico por la puerta de la habitación.
—Al parecer no ha afectado nada importante, pero va a estar una semana por lo menos con mareos y pérdidas de equilibrio—asentimos con una sonrisa y el médico nos dice que podemos pasar a verle.
Nada más entrar lo abrazo y nos quedamos hablando un rato con el. Mi tía nos dice a Blake y a mi que nos vayamos a casa y cuidemos de los caballos, ella se quedara por el día.
Blake y yo nos dirigimos a la camioneta y nos ponemos en marcha hacia el rancho.
—Ves, te dije que era un hombre fuerte, no se va a rendir por algo tan pequeño, van a necesitar algo más grande para vencerle— sonrío, es verdad tenía razón.
Cuando llegamos al rancho nos ponemos a darle agua y comida a todos los caballos. Mi vista se dirige fuera y veo al caballo, no para de dar vueltas, por su culpa a pasado todo esto. Me giro para hablar con Blake pero veo que se está tocando el torso.
—Oye, ¿estas bien?— el se gira y me sonríe pero la sonrisa no le llega a los ojos.
—Si, es solo un raspón de ayer, nada grave—
—No parece sólo un raspón—voy hacia él y le levanto la camiseta con cuidado—esto no es solo un raspón, ¿por qué no dijiste nada cuando te curaron?
—Porque la atención médica no se tenía que dirigir hacia mi—su gesto fue muy noble, pero lleva una herida lo suficiente grande como para que se infecte.
—Bueno pues mi atención médica se va a centrar en ti, quítate la camiseta—le ordeno y el ríe.
—Madre mía, aún no hemos tenido ninguna cita y ya me quieres ver medio desnudo, primero una cena ¿no?— cojo el botiquín y me vuelvo hacia él, está de espaldas a mi y sin camiseta.
—No gracias, no salgo con animales, mis conocimientos médicos se aplican a animales y no acostumbro a salir con ellos, prefiero los chicos—mojo el algodón con alcohol y se lo pongo, el se estremece.
—Madre mía Scott primero me insultas y luego me torturas, ¿que va a ser lo siguiente?—responde divertido.
—Pues la verdad es que llevo un par de días pensando matarte, pero con lo de mi tío voy a necesitar a alguien que lleve las balas de pana a los caballos —le respondo con el mismo tono.
No vuelve a responder y lo agradezco, sigo pasándole el algodón por todo el raspón. Tiene una espalda ancha y definida, se nota que la trabaja.
—Te voy a poner una pomada antibiótica, va a estar fría— este asiente y se la pongo, arquea la espalda y yo reprimo una risa.
Le termino de poner la pomada y saco una venda.
—Levántate, tengo que taparte eso—obedece y se levanta, sinceramente no sé si está mejor por delante o por detrás.
Colocó una gasa en el raspón y empiezo a rodearle el torso con la venda, estoy intentando no perder la concentración pero es que esto no es normal. Cuando acabo le pongo una pegatina para que no se le vaya.
—Ya estas, ya te puedes poner la camiseta. Termino yo de echarles comida tranquilo— se sienta en una bala de hierba y mira hacia fuera.
—¿Que vas a hacer con el?—se que se está refiriendo al caballo, es la misma pregunta que me he estado haciendo yo.
Me pongo de pie a su lado y observo al caballo nervioso intentando salir.
—No lo se, supongo que lo entregaré a control animal para que hagan algo por el, yo no sé qué puedo hacerle, no tengo la capacidad de ayudar a un caballo con tantos problemas—Blake se levanta.
—¿Sabes lo que creo? Que no lo quieres hacer porque no crees en ti misma y tienes miedo de que le pueda hacer daño otra vez a alguien porque te sientes responsable de lo que le pasó a tu tío — miro hacia el suelo— Vamos Skye, tienes un don, eso no puedes negarlo, te he visto calmar a Pegaso con solo tocarle y a ese caballo—lo señala— no pudimos doblegarle ninguno de los dos y tú con solo cogerle del ramo y decirle dos palabras lo tenías dominado, te tiene respeto. Yo si creo que puedes hacerlo, solo te falta creerlo a ti—
Me quedo un rato más mirando al caballo y entonces caigo, no se como llego aquí, se que ellos fueron a buscarlo, pero no se por qué.
—Blake—este me mira—¿Por que fuisteis a por el?¿Por qué mi tío quería cogerle?
—No sé si la respuesta a eso te va a gustar, ni la historia en general— responde algo decaído.
—Me da igual, quiero saberlo todo, con detalles— Blake asiente y empieza a contar la historia.
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Caminos cruzados
Teen FictionSkye Scott vive en un rancho de caballos, trabaja con ellos y los cuida. Tiene una vida, está a punto de ir a la universidad... o quizás cambie Blake Jhonson busca un lugar nuevo donde quedarse y pasar página, olvidándose así de su pasado... aunque...