¿Enamorada? Completamente (Senku y tu)

•C A P 5: Un lugar desconocido•

Abrí mis ojos lentamente, encontrándome con un techo hecho de ¿paja tal vez?...Espera yo no tengo casa. El pánico me invadió haciendo que me levantara deprisa, pero fue una terrible idea por que mi cabeza empezó a doler.

-Agh...mi cabeza-. Dije tocando levemente mi frente, si presionaba tenía miedo de que lo empeorara.

Mire a mi alrededor, todo estaba repleto de canastas con piedras preciosas y objetos extraños, y en el centro...pues estaba yo sobre un intento de cama. Supongo que la hicieron rápido ya que las cobijas sólo estaban regadas a lo loco.

-Okay como mierda llegue aquí...-. Dije tratando de pararme pero un dolor punzante en mi pierna me detuvo, quite los pedazos de piel, que servían como cobija, para encontrarme con mi pierna vendada •Aaa es cierto me ataco un león y la chica rubia me salvo ¿pero qué pasó después?¿Me desmayé?• Quite la venda con cuidado. En mi chamorro había un rasguño que empezaba desde abajo de la corva de mi pierna izquierda hasta mi talón. La herida no era tan profunda como yo pensaba, gracias al cielo, pero si dolía mucho, lo "bueno" era que ya se veía un poco cerrada, lo que me hacía preguntarme cuánto tiempo había estado ahí. Volví a colocar la venda como la encontré pero al hacerlo me di cuenta de algo, ya no traía puesta mi falda de hojas, en su lugar traía un vestido corto de color azul marino de tirantes, con un cuello redondo que llegaba demasiado abajo. No estaba mal solo que estaba demasiado grande para mi.

-¿Que es esto...?-. Dije tocando la falda.-¿Y porque estoy tan delgada?-. Me inspeccione un poco, y tenía razón, había bajado mucho peso. Mi abdomen estaba plano y mis costillas se marcaban más de lo normal, pero no al nivel anorexico. Lo único bueno era que mis piernas no habían perdido tanto peso, al igual que mi busto, si no, tendría piernas de popote y un pecho plano.
Golpee mis mejillas para olvidar ese pensamiento, de todas formas ya estaba hecho. Suspire con fuerza, y tome uno de los pedazos de tela que estaban en la cama y me cubrí, aunque no me viera mal, me sentía incómoda por lo expuesta que estaba mi piel. Me levante con mucho esfuerzo y camine hacia la entrada, abrí las puertas. Y al mirar me quede sorprendida.

-Q-que es esto-. Estaba impactada por lo que veía. Frente a mi había una aldea, ubicada en dos islas en el mar, en la primera isla estaba la aldea en tal, y en la segunda solo había una construcción más grande, y para cruzar a la segunda tenias que pasar la aldea por medio de puentes.- Imposible, ¡es una aldea!¡Con gente y casitas!-.Me dispuse a salir entusiasmada. Y bueno ese plan no se cumplió porque estaba lisiada y aparte había escaleras y no cooperan con la situación.

-Como se supone que salga de aquí-. Dije frustrada.- Agh quiero ver el pueblito y también quiero un baño...-. Me senté en la orilla de la entrada con mis piernas afuera de la pequeña choza analizando la situación.
•Tal vez si me voy sentando en cada escalón la arme... pero ¿como camino allá?•

-Oh despertaste.

-¿Ha?-. Mire hacia abajo y me topé con la mirada de un chico castaño que cargaba una canasta con rocas y unas cuantas plantas. •Entonces el es el culpable de que este lugar sea una mina. Pero ¿quien es el?•.-Lo siento quería bajar...

-Si lo haces así te harás más daño-. Dejo la canasta en el suelo y se acercó a mi.- Déjame te ayudo.

•¿Porque está siendo amable? Esto es extraño•

-G-Gracias-. Dije con una pequeña sonrisa.

El chico (que he de decir que no estaba nada mal) subió las escaleras rápidamente y me cargó con facilidad, haciendo que soltara un gritito. El solo rio por lo bajo y bajo las escaleras. Al terminar de bajarlas me sentó en un banco con cuidado.