•C A P 9: Un poco de ayuda•

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-¡Suika espera!-. Comencé a correr como loca por el bosque. Buscando hacia donde había ido la pequeña niña. Pero aunque llegue al final del camino, no la encontré •¡¿Donde se metió?!¡No le puede pasar nada!•.- No no no, si la pierdo estoy en problemas. ¿La aldea sabrá que vino conmigo? ¡Esto es un gran problema!

Era cierto que la aldea a estas alturas me tenía más confianza que cuando llegue la primera vez, pero eso no quitaba el hecho de que si sucedía algo malo a la primera persona que culparían sería a mi, por ser foránea, y claramente su confianza se iría a la basura, claro que había excepciones como Kaseki-sensei, Kohaku, Chrome, Ruri, entre otros, que confían en mi ante todo. Pero en serio es frustrante estar a prueba cuando se supone que ya habías pasado la prueba. Es un constante peso sobre mis hombros, el tener que comportarme como una niña perfecta que no rompe ni un plato, todo para que no te echen como el resto de los extranjeros. Es como ese sentimiento de tener que sacar buenas calificaciones para que tus padres estén felices y orgullosos. Pero algo que he de presumir es que en todo un año no la he cagado, y eso es uno de los mayores logros en mi vida.

Después de un breve debate conmigo misma sobre si bajar al agua, o seguir buscando en el bosque, decidí bajar para dar un vistazo, después de todo, no perdía nada en comprobar. Me quite mi intento de botas. Que por cierto, hablando de zapatos, nunca logre acostumbrarme a los que usaban los demás, eran como unos tacones, demasiado incómodas, como sea, arremangue mi short para que no se mojara, después de eso comencé a bajar con cuidado.
Tal vez estaba siendo histérica y Suika estaba bien, pero aparte de la amenaza de ser echada en cualquier momento, ella era una de las pocas personas que confiaba en mi, no quería que nada le pasara. Además, cuando desperte de la oscuridad y vi a mis seres queridos convertidos en piedra, estaba devastada, después de ese incidente mi cerebro comenzó a volverse una máquina de nerviosismo y preocupación. Supongo que es una forma de decirme que no podría soportar otra pérdida...

Cuando mis pies tocaron el agua sentí un gran alivio, no estaba ondo, de hecho el agua me llegaba como por las rodillas o menos, como un chapoteadero. Comencé a recorrerlo con prisa, tropezando de vez en cuando con los extraños hoyos de lodo que hacían que mis pies se atoraran. De nada me había servido arremangarme el short, me había caído como unas cinco veces y seguía contando, estaba empapada. Y si hablamos de mi estado sentimental, para esos momentos estaba muriendo de preocupación, no dejaba de pensar en cómo me disculparía si algo en serio pasara, o en donde viviría o que haría con mi vida...

¿Que es eso?

Después de haber corrido un rato a lo lejos logre ver una verdura verde, y a su alrededor otras personas que en realidad no me fije quienes eran, no importaban en estos momentos. •¡¿Es Suika?! ¡Tiene que ser ella!• Aumente mi velocidad, y cuando estuve más cerca logre distinguir la cosa verde, definitivamente era el casco de Suika. era ella.

-¡Suika!-. Corrí con todas mis fuerzas hacia ella y cuando logre alcanzarla la tome de los hombros, interrumpiendo su plática con los otros tres. Ni siquiera me espere a que hablara, estaba enojada y frustrada de que ella no entendiera todo el peso sobre mis hombros, y como por diversión suya yo podía perder todo. Tal vez era egoísta, pero eso era uno de mis defectos más complicados de corregir.

-¡En que diablos estabas pensando!-. Exclamé enojada.- ¡¿Sabes lo que te pudo pasar?!¡Saltaste de la nada!.- Comencé a zarandearla.- ¡¿Sabes lo que esto me pudo haber costado?! ¡¿Quienes saben que estás aquí?!

-___, me lastimas...-. Dijo Suika tratando de retirar mis manos de sus hombros.

-¡¿Saben que estas conmigo?!¡¿O piensan que viniste por tu cuenta?!

-___-. Escuché como otra voz masculina me llamaba pero no le presté atención.

-¡Contesta Suika!-. Dije esta vez con un tono de frustración.

¿Enamorada? Completamente (Senku y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora