F I V E

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Jiwoo con los años había aprendido a resolver los problemas con velocidad y tranquilidad. Había comprendido que el alterarse solo arrebataba la posibilidad de solucionar todo, así que no fue de sospechar que con una llamada rápida a Yerim y un chocolate caliente, la presentación de poesía del grupo de la universidad, se ubicaba el Jueves a las seis de la tarde en la apretada agenda de la cafetería.

Todos parecían estar ansiosos y contagiados por la energía de tener un nuevo evento artístico en la cafetería. Hacía mucho tiempo que el lugar ya no tenía eventos artísticos que despertaran la curiosidad de los vecinos de la zona.

Cuando el Jueves llegó, todos trabajaban alborotados, incluso Jiwoo parecía moverse fuera del agua, corriendo de aquí a allá, dejando todo en las más óptimas condiciones para el evento. Incluso, Chaewon y ella habían horneados cientos de cupcakes con hojas y lápices hechos en fondant por las hábiles manos de la rubia. Hyejoo, por su parte, había preparado una bebida especial llamada scripturam que tenía una cuarta parte de café vertido sobre una base de chocolate y helado de vainilla, debería tener éxito en la lectura, Jaehyun parecía babear al ver la copa larga donde se servía la bebida.

Jungkook y Hoseok arreglaban pacientemente el audio para que no fallara en medio de la lectura, mientras que Heejin colgaba unos banderines hechos en papel madera que tenía pequeños libros hechos en papel.

Jiwoo sentía un revoltijo en su estómago mientras decoraba los cupcakes de vainilla y canela con betún de queso crema. Hoy tendría que ver a Jungeun luego de aquel desesperante sueño y de tres día sin conciliar el sueño tanto como lo necesitaría, de solo pensar en tener que ver esos ojos nuevamente y escuchar su voz leyendo, ¿Qué más torturante podía ser su día?

Chewon apartó la vista del betún amarillo, llevándola al perfil de su jefa, quien parecía perdida en sus pensamientos mientras cubría los cupcakes con una habilidad envidiable.

—Jiwoo, ¿Está bien? -Habló, la pelicaramelo se detuvo en su tarea, devolviéndose hacia la rubia.

—Claro, ¿Por qué? -Chaewon dudó. No debía meterse en los asuntos personales de su jefe, era como una regla única para todos los que tenían un empleo, pero al mismo tiempo, era tan notable que algo estaba teniendo revuelta la cabeza de Jiwoo.

—Bueno... -Comenzó mientras su pierna temblaba, dejando a un lado de la bandeja de cupcakes, la manga repleta de crema. —No quiero que me malentienda, pero no luce bien, digo, ¿Está todo bien, Jiwoo? -La pelicaramelo contuvo la respiración, dejando de igual manera la manga a un lado. Jiwoo debía de haberlo previsto, Chaewon podía leer los rostros de las personas rápidamente, fue la primera en conocer el aniversario del fallecimiento de Díngēn por como el rostro de la pelicaramelo cambiaba, cuando había salido por la noche, cuando no había dormido o había sacado una calificación excelente en la universidad, todo por los gestos en su rostro.

Era claro que descubriría que algo la había tenido inquieta los últimos dias.

—Solo... -Suspiró profundo. —¿Alguna vez has conocido a alguien a quien no querías conocer pero necesitas al mismo tiempo pero te aterra? -Chaewon parpadeó por la complejidad de la pregunta y esbozó una de sus tranquilas sonrisas que funcionaban como un té de menta.

—Si, Hyejoo tiene un efecto interesante cuando alguien la conoce. -Admitió, soltando unas risitas, Jiwoo rió de igual manera. —Perdone, ¿Conoció a alguien?

—Una chica. -Habló, mientras tomaba un cupcake entre sus manos.

—¿Es bonita? -Preguntó realmente interesada, en su voz se notaba a la perfección y eso le transmitía la seguridad perfecta.

Lights up » chuulipDonde viven las historias. Descúbrelo ahora