Parte II

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Thomas Shelby.

Observé a Alfie pasearse por el despacho fumando un habano, la conversación de negocios había cambiado pronto la línea para dirigirse a algo en lo que también podríamos hacer futuros avances.

– Podrías visitar el criadero de mi hermana Alfie, Fifika se dedica a la cruza, cría y entrena de caballos de carrera, si te interesa invertir... – Me quedé en silencio cuando Arthur abrió las puertas de la oficina de par en par obviamente ofuscado.

– ¿Sabias que Fifi se está cogiendo a Valley? – Soltó haciéndome pestañear largamente al ver a mi hermana ya en las puertas con el rostro sonrojado – se lo coge aquí, en nuestra empresa ¿lo imaginas Tommy? Esta empresa que hemos levantado a punta de...

– ¿Acaso no se llama compañía hermanos Shelby? – lo interrumpió Fifi cruzándose de brazos en la entrada – porque deja que te recuerde Arthur, que yo también me he partido el lomo por esta puñetera empresa y puedo follar ¡en donde se me antoje el puto útero! – no pude evitar sonreír un poco, estaba molesta, cuando Fifi se molestaba arrugaba la nariz como conejo, Samira lo hacía también, unos metros delante de ella Solomons la observaba más bien divertido, apoyado en el ventanal se giró a verme para asentir con suavidad – y no veo porque Thomas debería enterarse de esto.

– ¡Porque es su maldita oficina...!

– ¡Nuestra maldita oficina!.

– Arthur creo que estos temas son para hablarse en privado – Alcé la voz señalando con la mirada a Solomons, ambos giraron la cabeza, Fifika se cubrió la frente para tratar de mitigar el notorio color rojo que habían tomado las pecosas mejillas al tiempo en que Arthur se arreglaba el saco – Arthur el señor Solomons, Alfie mi hermano mayor Arthur – Arthur se acercó a saludar y Fifi se giró sobre los tacones para alejarse lentamente – Fifi no te vayas.

– No Fifi – Replicó Arthur – Señor Solomons – agarré a Fifi del brazo suavemente para acercarme a ella.

– No tenías porqué saberlo – Susurró aún dándole la espalda al despacho.

– Luego lo hablamos, amor – Fifi asintió pestañando un par de veces para luego arreglar su cabello y pasar junto a mí acercándose al barbón que la observaba con curiosidad – Alfie, mi hermana, Fifika.

– Lamento que haya tenido que presenciar este incómodo momento, señor Solomons...

– Por favor no se preocupe, señorita – Contestó mi socio con una encantadora sonrisa, aún tomado de las manos de mi hermana – Usted debe ser la madre de tu encantadora sobrina Tommy, son idénticas.

– Samira me habló de usted. Thomas, sí me permites...

– Si, claro Fifi – Le sonrió a Solomons y retrocedió – ¿tienes que ir a las caballerizas?

– Si, los Lee quería verme también para lo de las carreras – Asentí rápidamente mientras ella se acercó besándome en las mejillas – nos vemos en casa – se despidió de Arthur con un beso y luego salió de la habitación cerrando las puertas.

– Arthur.

– Tommy.

– Ve con el cabrón de Valley y averigua de inmediato qué cojones es lo que quiere con Fifi.

– Si Tommy – Asintió saliendo apresuradamente de la oficina mientras se arreglaba el cabello. Las puertas se cerraron.

–Vaya Tommy.

– Se imaginará que una mujer tan hermosa como mi hermana a de tener suficientes pretendientes, por la misma razón, me es imperativo ayudarla a escoger al correcto, si así lo decide.

La Shelby.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora