Capítulo 12

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Pensar que siempre lo llamaron inútil, que era una carga para todo el pueblo y si se ponían a rememorar todos los sobre nombre e insultos que le dijeron a el podrían hecharse a reír por horas o quizás días éstos eran los pensamientos de los acompañantes de Berk pero ahora no nos centraremos en ellos más bien nos vamos a los pensamientos de la rubia vikinga que seguía completamente confundida.

~Pensamientos de Asrrid~
Que es lo que me sucede, se suponia que no volvería a tener estos sentimientos por alguien, pero el no es '' alguien '' es Hipo y no puedo evitar todo lo que siento por el.

~Fin del pensamiento ~
-Ahhh-decia nuestra querida rubia-todo esto es un dolor de cabeza-seguia hablando mies tras caminaba junto al grupo.

-¿Pueden creer todo esto?-se escucho la voz de Patán - el pescado parlanchin siendo Jefe- siguió con su palabrería-eso es casi imposible ¿no? Porque ¿quien creería que el puede dirigir una aldea?-

-Pues lamento decepcionarte mi vikinguesco amigo pero acabamos de ver a un Hipo siendo Jefe en estos momentos-inició Brutacio reflexionando por Patán.

-Y además de ser un Jefe, esta muy guapo.... -dijo Brutilda siguiendo a su hermano gemelo y con una mirada perturbadora.

-No me importa- prosiguió Patán - el JAMÁS será tan buen líder como yo y no me interesa lo que diga-finalizó con su normalmente egocéntrico carácter.

-Yo no hablaría tan alto si fuera tu- hablo una misteriosa voz desde el cielo, que luego aterrizó frente al grupo - hablar mal del Jefe de una isla donde estas invitado y además que están iniciando un tratado no es lo más conveniente, se le podría catalogar como traición y blasfemia-dijo con tranquilidad bajando de un hermoso Pesadilla Mostruosa.

-¿Quién eres tú? - preguntó Astrid a la muchacha que vestía ropas de soldado claro mucho más femenina.

-Mi nombre es Elin- hablo haciendo una inusual revencia- Líder de las tropas de arqueras de Draconia y soy la que los llevara a sus cabañas de hospedaje-

La mujer frente a ellos era muy diferente a las mujeres de su isla pero ahora que prestaban atención a su alrededor muchas de las mujeres se veían igual que ella. Daban la apariencia de delicadeza pero se veían la fiereza y determinación en sus ojos. Además de que eran delgadas como Astrid y Brutilda pero en sí, estas mujeres eran muy hermosas todos y cada una parecían valkirias bajadas del mismo Vallhala.

-¿Porque se me quedan mirando? Caminen que ya se esta haciendo de noche-hablo Elin.

Y así prosiguió el grupo de Berk colina abajo cerca hasta llegar a las cabañas de invitados.

-Aquí se quedarán en estos tres días hasta que se realice los últimos arreglos del tratado-habló la dueña del Pesadilla.

-Muchas gracias por su hospitalidad - habló Estoico, que por cierto muchos no se dieron cuenta en cuanto llegó con ellos.

-No es nada-siguió comentando Elin-pueden pasearse por la isla pero deben ser muy respetuosos con los dragones, si no es así el tratado será roto y ustedes tomados como traidores los dragones son muy importantes para nosotros- dijo al mismo tiempo que montaba a su dragon - una cosa más, dentro de poco se hará la cena pueden pasar a tomar lo que gusten-hablo para luego irse volando.

Los berkianos fueron entrando a las cabañas que en total eran 5 para 25 vikinga visitantes.

Dentro de la cabaña del Jefe de Berk...

-Y dime ¿como te fue? - hablo con su usual sutileza Bocon.

-No quiere saber nada de mi- habló el Jefe medio derrotado-y lo entiendo si yo estuviera en su lugar tampoco querría volver a tratar con las personas que me lastimaron-siguió melancólico el Jefe.

-Si, yo tampoco-dijo Bocon- y ¿que vas a hacer? -

-Ahhh, no lo se - hablo pensativo Estoico-ahora es Jefe de no solo una isla sino de cinco y es padre, puedes creerlo en teoría soy abuelo - dijo con un deje de sonrisa.

-Asies amigo mío, ya estas viejo-dijo para luego reírse de la cara del Jefe.

En la arena de entrenamiento....

Solo se podía escuchar los gritos de guerra de los infantes, fuertes y valientes soportaban las grandes horas de entrenamientos a pesar de su corta edad.

Uno de ellos peleaba con gran ferocidad con su espada en mano, junto a sus combatientes dos hombres adultos de gran tamaño. A pesar de ser un niño, Eric de solo ocho años  siempre se había destacado por ser un gran espadachín desde que tenía cinco y siendo el hijo del Jefe se esperaba mucho de él.

Mientras tanto en otra parte de la arena la dulce niña de ojos azules practicaba su puntería con el arco. A las niñas siempre se les iniciaba en la arqueria, luego en las espadas y hachas, hasta que pudieran conseguir a un dragon, y que eso ocurría solo a los quince años tanto para las mujeres como para los hombres.

Kira habia iniciado su entrenamiento desde los cinco y ahora con seis años era experta en arqueria al igual que su hermano se esperaba mucho de ella ya que está al ser hija del Jefe era considerada como futura Valkiria que no era más que un grupo de mujeres dirigidas ya sean por la esposa o hija del Jefe y estas eran entrenadas bajo doctrinas más especiales que las guerreras normales en Draconia.

Sobre las gradas en la silla del Jefe, Hipo miraba a sus hijos, estaba orgulloso de ellos como cualquier padre, pero a pesar de eso siempre se preocupaba por ellos y estos no tenían problemas con eso.

-Han estado mejorando - dijo Zila, que estaba junto a él.

-Si, Eric es muy estricto en sus prácticas así que no me impresionaria que haya mejorado tanto y Kira le fascina mucho el arco y flecha y me ha pedido algunas prácticas en el atardecer-dijo Hipo.

-Son niños muy disciplinados - dijo Zeban a su otro lado.

-Bueno ya... Dejemos de fingir que no estas nervioso y tenso Hipo-dijo Zila apuntando lo.

-No se de que hablas - se hizo el desentendido Hipo.

-Ay si... Di lo que quieras pero se muy bien que la presencia de tu padre y la de una muy conocida rubia te perturbo Hipo Haddock-termino de decir nuevamente la jinete del Nader para luego permanecer callada nuevamente mientras sentía la mirada de Zeban.

Y en los pensamientos de Hipo sólo pasaba una cosa por su mente no tanto por su padre sino lo de la rubia vikinga Astrid hace mucho que no la veía, trece años para ser exactos y si lo tenía medio perturbado porque viéndola bien se había vuelto mucho más hermosa de lo que recordaba.

-Aahh-suspiro Hipo al llegarle la imagen de una hermosa mujer de ojos azules y melena caoba tan vivaz y hermosa-Erika...ayudame con esto por favor - dijo al mismo tiempo que besaba la argolla de oro que estaba en su cuello como un collar.

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Hola ¿como estan?
Espero que bien y que ustedes tanto como sus familias se encuentren de buena salud.

Y aquí otro capítulo, parezco una tortuga escribiendo pero bueno.

Gracias por tenerme paciencia para este capitulo y creo que para esta semana estaré subiendo otro así que por favor disculpen mis tardanzas.

Y bueno ya saben comenten si les gustó y una estrella si les encantó.

XOXOXO


HISTORIA HICCSTRID.( LA ISLA DRACONIA Y EL SECRETO DE HIPO.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora