Bastardo redentor | BNHA fanfiction, AU Medieval | Cuento corto

3.- Príncipe bastardo

Inko no sabe cuánto ha permanecido desmayada, pero apenas despierta ve a un par de soldados conocidos del reino de Shigaraki acercársele, una de ellas es su vieja amiga Mitsuki.

—¡Midoriya Inko! ¿No te habías quedado hace un año en el reino de All For One? ¿Qué haces aquí? ¿Por qué estás en este estado? Te llevaremos al palacio inmediatamente —ella apenas con pocas fuerzas en la voz pide —llévenme, llévenme con el rey —.

Shigaraki menor, al igual que su hermano, a pesar de ser un tirano por fuera, con la gente de su confianza era amable y cortés. Ella era de su escolta, así que sabía que la atendería al verla regresar, y más en ese estado.

AFO se resigna y está casi seguro de que la mujer morirá en el camino, que no soportará nadar tantos kilómetros, y aunque no fuese así, le importa poco que pase con ellos ya que se han ido. Sin embargo, ahora Inko está en el palacio de su hermano, explicándole lo que ha pasado en el último año tras ser atendida y vestida por la servidumbre por orden directa de su majestad. Pero sin hablarle de su embarazo, así que el pequeño nace con solamente su madre sabiendo quién lo ha procreado.

Julio de 1241
Midoriya Izuku, el dulce niño ha crecido sano, inteligente y activo, se le ha puesto el apellido de su madre, y su rostro y su cabello son la viva copia de los de ella, ojos grandes y redondos color olivo. Desde que tiene conciencia ha admirado el trabajo de su madre, que volvió a ser escolta del rey, y sobre todo, al espadachín más reconocido de ese reino, All Might, temido por pueblos enteros, cabecilla del ejército, un verdadero héroe a la hora de defender aquellos lugares.

Un buen día la madre de Izuku le tiene una sorpresa al pequeño, ha pedido permiso al rey para llevarlo a ser entrenado para servir al ejército igual que ella, y así lo hace, —que sea el mejor espadachín que haya pisado estas tierras—, le desea su excelencia. Suben al caballo y emprenden el camino al otro lado del pueblo.

El niñito salta de alegría y sorpresa al ver grabado en la reja en la que se detienen el nombre de su ídolo: All Might. Es tanto su sobresalto que se queda observando el grabado sin darse cuenta de lo qué hay tras aquella puerta, es un campo casi llano donde se encuentra un concurrido grupo de jóvenes blandiendo la espada, y al frente de todos ellos, el héroe del reino, con una armadura enorme y una capa azul y roja, dos mechones de su rubio cabello tienen la forma de las orejas de un conejo, mide quizás más de dos metros, y es voluminoso como ninguna persona que antes hubiese visto Izuku.

Inko lleva de la mano a su hijo boquiabierto, entran y se sientan en el césped a observar el entrenamiento, ella conoció al heroico hombre un par de veces antes por ser escolta del rey, y el niño aceituna lo había visto solamente una vez cabalgando frente al palacio para rendirle honores al rey Shigaraki, todo lo que sabía de él eran historias que mamá le contaba.
La mujer también se sorprende un poco al ver entre los chicos del entrenamiento al pequeño hijo de su amiga Mitsuki, que al parecer es casi de la misma edad que el niño Midoriya.

Al terminar el entrenamiento todos los discípulos se quitan las armaduras y se dirigen afuera casi sin perder un segundo en platicar con nadie, a excepción de algunos de también unos 9 años y otros tres de unos 12, que aparentan ser buenos amigos. Mamá Midoriya saluda agitando la mano al hijo de su amiga, éste solamente responde con el mismo gesto de la mano y una cara de enfado insoportable que intimida al niño aceituna.

Madre e hijo se ponen de pie y se dirigen de la mano a donde se encuentra All Might retirándose la gran armadura, —Señor Toshinori, muy buenas tardes —se inclina mientras su pequeño sigue boquiabierto observando muy hacia arriba al enorme hombre —le rindo honores, he venido a pedirle que por favor entrene a mi hijo, él lo admira como a nadie y quiere ser un espadachín que sea al menos la mitad de lo que es usted —All Might devuelve una amplia sonrisa y acaricia los desordenados cabellos del niño Midoriya, —Perfecto, ¿sabe usar magia? —las cejas de Inko se separan de sus ojos por la preocupación que causó la pregunta, —no sabe, no he logrado enseñarle, pero sé de mucha gente que es soldado sin usarla —aunque no se le borra la sonrisa, el sonido de su voz al responder se torna un poco preocupado —soldados de muy bajo rango, sacrificables en las guerras, yo entreno a la élite, hoy en día las batallas son tan duras que las habilidades especiales son indispensables al frente del ejército... —¿eso significa que no puede entrenarlo, nada en lo absoluto? —No, no puedo —Inko se queda en silencio y tras unos instantes agradece, hace una nueva reverencia y con lágrimas en los ojos empieza a caminar aún tomando la mano de Izuku.

Los siguientes días el pequeño no descansa de intentar una y otra vez los sencillos hechizos que le había estado intentando enseñar su madre, y casualmente una de esas tardes All Might visita el palacio del rey para recibir misiones, así que lo ve esforzándose como nadie. Lo mismo una semana después, y lo mismo otra semana después.

La tercera vez, antes de entrar al salón principal, se acerca a donde el párvulo y baja de su caballo, lo observa y tras un momento en silencio habla bajo —así que ésta es tu perseverancia —el inocente niño voltea e inmediatamente se le iluminan los ojos por tener a su ídolo en frente, —acércate —Izuku obedece y el hombre se pone en cuclillas, —existe un poder mágico que se puede transmitir de unas personas a otras, dile a tu madre que te traiga hoy a mi casa por la tarde —

Así lo hacen. Se encuentran de pie los tres en la austera habitación de piedra que está en el mismo campo de entrenamiento. Entre otras palabras bonitas, dijo...
—Voy a contarte un par de secretos y espero que tú madre esté de acuerdo con ello. Tu esfuerzo me ha hecho ver que eres digno de recibir un gran regalo.
El rey Shigaraki tiene más de 700 años de edad, y tiene el poder mágico especial más grande que se ha visto jamás, el poder de acumular y heredar poder, éste es conocido como One For All, en contraposición al nombre de su hermano mayor, All For One, que tiene el poder de arrebatar poder. Este es de tal magnitud que es capaz de retirar el hechizo de inmortalidad que tienen ambos hermanos. En sus más de 7 siglos de vida su poder mágico ha crecido descomunalmente, y se lo ha heredado a una persona tras otra... Yo soy uno de esos herederos, por eso mis habilidades especiales son de tal talla. El One For All está hecho para héroes, y además de que desde el principio me diste una vibra de héroe, tu perseverancia me ha hecho ver que realmente has nacido para serlo.
También tengo que contarte que hace varios años, en una batalla contra All For One, empecé a perder mi poder mágico y eso me ha ido debilitando, como mago, como soldado y como persona, en esa misma batalla yo le quité el poder mágico por completo, como si fuera por su muerte natural, es por eso que no se oye más de él. Por ésto no creo que me queden muchos años de vida, así que quiero obsequiarle a alguien el One For All, antes de perderlo por completo o morir —madre e hijo están perplejos, parece que Izuku ha entendido todo a pesar de verse tan joven. All Might continúa tras dejarlos pensar un poco —la única condición es que ambos tengamos la voluntad de entregarlo y recibirlo, yo estoy convencido y decidido de dártelo ahora, solo necesito que tú me digas si estás dispuesto, —¡Quiero recibir el One For All, señor All Might! —

All Might posa las manos sobre la cabecita aceituna, cierra los ojos y destellos dorados empiezan a salir de ellos dos, a Inko Midoriya se le inundan los ojos y se lleva ambas manos al rostro, no hay emoción y sorpresa más grande que la suya en esos momentos, el extraño proceso dura unos cinco minutos.

—Entrenarás conmigo, ven a partir de mañana —.

All Might fue el primer soldado del reino del rey Shigaraki que siempre peleó para defenderse y su fuerza intimidaba por razones diferentes a matar o torturar a sus enemigos. Se ganó el título de héroe de una manera diferente a la que todos lo habían buscado.