5.- Héroe: A light goes out

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Izuku no tuvo un padre.
Al menos hasta sus nueve años, cuando conoció a Toshinori Yagi.

Julio de 1247
Han pasado seis años desde entonces, y desde entonces el "padre" le dijo que sus fuerzas y su vitalidad se estaban esfumando. Casualmente en este mes, un mes antes de que ocurra el drama por el que esta historia es contada, All Might cae terriblemente enfermo, y estando en casa casi sin poder moverse, cita a su querido "hijo", para despedirse dejándole un poco de su historia.

El chico se apresura a la visita en cuanto se entera, sin poder contener el llanto sube a su caballo y llega.
—Joven Izuku, ¿Has oído del rey hermano del rey Shigaraki, All For One? Quiero contarte algo, te suplico no guardes rencor a nadie por esto —calla un momento, —la decaída de mi vida empezó tras una dura batalla contra él, pues a pesar de que hace mucho perdió su poder mágico, sus enseñanzas se han transmitido por generaciones en los soldados de su reino, y nunca pude ser más fuerte que ellos; mi adorada maestra, casi mi madre, murió en esa misma batalla, te lo digo con el afán de pedirte una disculpa por ser tan débil, yo no soy un soldado, soy solamente un maestro... —vuelve a callar y su mirada se pierde en el vacío de la habitación, como si no estuviese pensando en nada, mientras el pequeño no puede reprimir el gesto de dolor aún mayor que el suyo, de pronto continúa —¿te sabes la leyenda del rey Tártaro, el padre de All For One y el rey Shigaraki? No la recuerdo completa, pero recuerdo que su hijo mayor se inclinó a la magia oscura y la maldad por influjo de él, le tenía mucho rencor a su maestro por no enseñarle los peligrosos hechizos que en ese entonces aseguraban la inmortalidad o la inmunidad a cualquier magia, por ejemplo, y tras separarse de él, los aprendió por sí mismo y cuando el mentor se encontró en problemas, decidió dejarlo morir... El rencor es algo atroz, joven Izuku, algo terrorífico —se queda en silencio de nuevo mientras el peliverde niño, tembloroso prepara té y emplastos con hierbas para disminuir la fiebre; se queda en casa de su "padre", cuidándolo por diez días, sin volver al palacio, ni avisar a su madre y sin salir más que para abastecerse de medicamentos e insumos necesarios, duerme y come poco, despierta dos o tres veces por la noche de su escaso sueño para saber si respira, la angustia se lo consume, ver morir a su padre le equivale a morir poco por dentro, morir a pedazos, morir desde su corazón al ver su pilar desmoronarse.
La muerte ajena le es una gotera incesante de lágrimas, de gimoteos de dolor que salen de la mirada que dirige a la débil silueta de su padre, que salen de sentir su aliento y su voz despedirse, sus ojos emanar el menesteroso calor de una vela a punto de apagarse.

—Gracias por amar a un ser tan débil como yo, gracias por dejar alojar mis enseñanzas en tu soñador espíritu, en tus manos, en tus fuerzas, hijo, gracias —se desvanece indoloro el Todo Poderoso, con una sonrisa refulgente y cálida, pero vulnerable, con una mano en la mejilla de Izuku y siendo sujetada por ambas manos de éste, recibiendo las lágrimas, el adiós.

Bastardo redentor | BNHA fanfiction, AU Medieval | Cuento cortoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora