Bastardo redentor | BNHA fanfiction, AU Medieval | Cuento corto

4.- Adolescentes

Así empezó la etapa más importante de la vida de Izuku, el periodo donde se creó la figura paterna que no tenía y donde conoció a la gente que más importante sería para él.
Se conoció con el pesado hijo de Mitsuki Bakugo, a quien ya había visto un par de veces en las caballerizas con su madre, además conoció a Shōto, el hijo de otro de los más importantes espadachines del reino, Todoroki Enji, ellos dos eran de los chicos más talentosos y fuertes de la legión de soldados a la que entrenaba All Might.

Cada uno de los magos tenía una habilidad especial específica, como lo era el OFA para Izuku, que, entre otras cosas, le otorgaba una fuerza física inmensurable. Al principio le fue muy, muy difícil manejarla, los mismos impactos lo herían una y otra vez, pero para sus 15 años la dominaba perfectamente.

Abril de 1247
Varios de la legión de espadachines tienen ya 15 años, y obviamente, las emociones y los deseos a flor de piel, el matón de Bakugo Katsuki se muere por preñar a Uraraka Ochako, Izuku se embelesa en el dulce rostro de Tsuyu cada vez que la ve, solo Mirio, Tamaki y Nejire que tienen ya casi 20, han recuperado un poco el juicio.

Pero hay alguien cuyos deseos no sabemos casi nada, Todoroki Shōto, la militar educación de su padre, ha provocado que nadie pueda leer tan fácilmente sus sentimientos. La magia que usa Shōto es tan poderosa y su cualidad de fuego y hielo es tan destructiva que muchos lo consideran más que un espadachín mago, un brujo, además también porque se rumorea que sabe de magia negra.

El único que sabe un poco de él, o al menos supone, es el niño aceituna, pues es frecuente encontrarlo mirándolo con brillo en los ojos, además le es demasiado difícil pelear con él, no es capaz de atacarlo, cosa que a nadie más le pasa con nadie. Tampoco es que supiera claramente lo que Shōto pensaba de él o sentía por él, simplemente sabía que le representaba algo especial.

El joven bicolor llegó a la cima de talentos de los discípulos de All Might, incluso mejor que Mirio, el segundo de la clase es Izuku, el control del OFA lo ha llevado a niveles increíbles, y una tarde de entrenamiento les ha tocado combatir entre ellos, las armaduras están ya llenas de sudor tras el ejercicio de todo el día. All Might los coloca en posiciones y el enfrentamiento inicia.

Obviamente Izuku es el primero en blandir la espada, y Shōto los primeros minutos no puede hacer más que esquivarla y bloquearla con la suya, pero se llega a decidir y por primera vez en mucho tiempo, lo ataca, lo ataca sin pena ni miedo hasta asustarlo. En este combate está prohibido el uso de sus habilidades especiales. Midoriya es reconocido por su resistencia, así que espera a que su oponente se canse para contraatacar con fuerza, de esta manera logra ganar, tumbando al joven al suelo boca arriba y quedando hincado con una rodilla en el piso y otra sobre su torso, habiendo enterrado la espada en el suelo a un lado de su cabeza, mirándose a los ojos, el sonrojo de Shōto no es solo por el cansancio entonces.

Izuku se ha convertido en el mejor discípulo de All Might.

Esa misma noche todos tienen la atención y los halagos en el chico aceituna, a excepción de su oponente del mismo día, quien permanece tan callado y desapercibido como siempre.
Ni Izuku se espera lo que pasa a continuación.

Shōto se ha apresurado a guardar su equipo y se acerca a Midoriya cuando casi todos se han ido, mantiene la mirada baja mientras escucha la tierna voz —¿Todoroki-kun? ¿Te puedo ayudar en algo? —el chico de hielo y fuego sólo suspira, abre los ojos y aumentado el dramatismo por el rojo cielo del atardecer, abre la boca para hablar...

—Si usted considera innecesario arrojar su corazón al fuego, no lo culpo, si usted siente que es demasiado el peligro de que su corazón se haga añicos en mis manos, se deshaga, se haga cenizas, no lo culpo, no culpo su miedo, no culpo la precaución que tiene con sus sentimientos. Si usted piensa que un amor como el mío herirá la inocencia suya, si escucha poco cuerdas mis ideas y el ideal del amor que ha emergido del desgarro de mi pobre corazón. No lo culpo si usted prefiere a la intensidad de mi amor, ternura, si usted prefiere a ser despojado de sus energías cada noche siendo poseído de placer y mis palabras, contratar a una cantante que le haga dormir; si no está seguro de dejarme tocar su corazón con mi mano que arde, si prefiere mantener la calma por el resto de su vida, si no quiere dejar que mis labios evaporen sus lágrimas cuando éstas caigan.
No lo culpo a usted, corazón de cristal, si no puedo hacerle ver una salida al encierro de ternura que, como un laberinto, le ha hecho sentir seguro y a la vez le ha dado miedo a sus secretos.
No lo culpo, vengo a decirle, si usted prefiere no pensar en mí por esta noche.
Pero sin culpa alguna sobre usted, me siento libre de confesarle la felicidad que me invadiría si, con la tierna delicadeza que veo en sus ojos, dejara por un momento al menos su bella anima en mis manos, para demostrarle las fuerzas con las que éste férvido corazón puede amar a uno tan cándido como lo es el suyo. De todos modos, si usted considera innecesario arrojar su corazón al fuego, no lo culpo... —

Izuku no se ve de lo más sorprendido, simplemente se lleva las manos al rostro para posar su barbilla y mejillas sobre ellas, sonríe y cierra los ojos, como si se sonrojara pero sin hacerlo, por muy bellas que las palabras de Shōto fueran, nada podía él hacer si Midoriya no estaba enamorado de él recíprocamente. —Qué lindo, Todoroki-kun, te veré mañana —, es toda la respuesta que se escucha, y se aleja del chico bicolor casi corriendo. Ha dejado su armadura en la casa de All Might, y alcanza a paso apresurado a Tsuyu, que ya iba a varios metros de la reja, también de los últimos en irse, la luz diurna carmesí estaba dando sus últimos respiros, la toma de los hombros y le hace dar media vuelta para verlo de frente, —¡Tsuyu-chan! Tengo algo que decirte, lo he guardado en mi corazón desde hace mucho y no puedo contenerlo más... —Izuku cierra los ojos y suspira antes de continuar —Estoy muy enamorado de ti, y quisiera que me dieras la oportunidad de estar contigo, a tu lado por el resto de nuestras vidas, pero, si tú no consideras necesario arrojar tu corazón al fuego, no te culpo... —Tsuyu tiene los ojos tan abiertos que se notan más grandes de lo que ya son, y antes de dejarla hablar él continúa —si tú crees que mi ardiente corazón hará cenizas uno tan cándido como es el tuyo, no te culpo... no te culpo si quieres mantener la calma por el resto de tu vida o dejar que mis labios evaporen tus lágrimas cuando lo necesites, bésame Tsuyu-chan, te lo pido ahora, pero si, en adelante, consideras innecesario arrojar tu corazón al fuego, no te culpo —los ojos de la niña brillan como dos piedras preciosas nuevas, tanto que deslumbran a la luz de la luna naciente, las palabras de Izuku (de Shōto) la han cautivado, toma el rostro de su compañero en sus manos y lo acerca al suyo para posar sus labios juntos en un corto y húmedo beso, —Quédate conmigo esta noche, Tsuyu-chan —ella asiente con la cabeza y lo toma de la mano para caminar con él.

Shōto ha observado todo desde detrás de la reja, tiene el corazón roto, nunca había sentido lo que siente al escuchar sus propias palabras de la boca de su amado para alguien más, y además ver en ese alguien la reacción que esperaba del chico aceituna y no tuvo, en ese momento la coraza militar que cubre sus sentimientos se desmorona, sus ojos se abren como platos y la furia emana de sus pupilas, sin querer su lado izquierdo se enciende destruyendo su ropa e incendiando el césped y las plantas que lo rodeaban, el sentimiento que había guardado por Izuku ya había crecido demasiado y lo último que esperaba era ser rechazado, nunca muestra sus sentimientos así que no tiene control sobre ellos, no hay palabra que describa su malestar. Cae de rodillas y el fuego va consumiéndolo hasta desaparecer, demostrando que realmente usa la magia negra. El incendio se apaga por sí mismo.

Nadie vuelve a saber de Todoroki Shōto.