Dioses [SasuSaku]

Capitulo 3

Este capítulo va dedicado a mi BFF y una gran persona: sharinganblossom

Kushina estaba corriendo rápidamente a través de los árboles, queriendo llegar rápidamente al palacio de su Dios para advertirle de lo que había sucedido. Antes de abandonar la isla, a pesar de la distancia, ya podía escuchar sonidos de lucha, lo que la hacía temer por su hijo, a pesar de que ella sabía y confiaba en los poderes y habilidades que había heredado de Minato. Con el corazón en la mano, Kushina dejó la isla Kyushu y cruzó el estrecho de Kanmon hacia la isla Honshu, dejando a su hijo atrás, pero sabía que podía confiar en los otros dioses para mantenerlo a salvo.

No pasó mucho tiempo antes de que llegara al palacio que Kizashi, el Dios Regente de las montañas, había construido después de que la Diosa del Sol le permitiera vivir en sus preciosas tierras. Podía ser pequeño, pero transmitía poder, exuberancia, riqueza, espiritualidad, entre otras cosas que a menudo carecían castillos más grandes que este. Respiró hondo e intentó calmarse justo antes de entrar, y cuando lo logró, ingresó en el lugar y caminó lentamente hacia la sala del trono. Cuando finalmente llegó frente a las dos enormes puertas de madera ricamente decoradas, Kushina llamó a la puerta y, al recibir permiso, entró en la sala del trono, donde las paredes decoradas con piedras preciosas y oro mostraban la riqueza y la importancia del lugar.

El Dios estaba sentado en el trono mientras hablaba con sus preciosas hijas, las princesas más queridas de todo el territorio japonés, las cuales eran amadas y respetadas por todos por su amabilidad y poder.

—Kizashi, ¡Dios mío!— Llamó, haciendo una reverencia. Al ser llamado, Kizashi dejó de hablar con sus hijas y miró en su dirección, curioso por su llegada.

—Mi pequeña ninfa, ¿En qué puedo ayudarte?— Preguntó con cariño.

—Vine a advertirle sobre algunos asuntos muy importantes que descubrí mientras estaba en la isla Kyushu.— dijo sin perder tiempo.

—Y dime ¿De que se trata?— Preguntó, confundido y curioso mientras veía a la ninfa acercarse a él.

—La Diosa del Sol envió a uno de sus nietos para derrotar a Sarutahiko Okami, para traer paz a estas tierras y gobernarlas.— Dijo con una sonrisa en su rostro.

—Esa es una gran noticia.— Comentó Kizashi, realmente sorprendido.

—¿Cuál de sus nietos vino, Kushina?— Preguntó Amaya, la Diosa de la Piedra, con curiosidad.

—Sasuke, el nieto más joven.

—Y ¿Será capaz de derrotarlo?— Preguntó Sakura, la Diosa de las Flores, la joven hija compasiva. —El Dios de la tierra no es débil.— Comentó al recordar el día en que lo vio atacar cruelmente a las ninfas que intentaron protegerla.