Youjo Senki Volumen XX

CAPITULO 1: EL NACIMIENTO DE LA CONSPIRACION

8 de octubre del año unificado de 1942
Bernun, prusia.

Tanya podia sentir como era arrastrada por un corredor, su cabeza daba vueltas y parecia no recordar lo sucedido, se encontraba amarrada, amordazada y con los ojos vendados, de pronto una voz que parecia ser de uno de sus captores hablo, -Desperto, ¿que hacemos señor?-, otra voz que era de su otro captor hablo, Tanya trato de reconocer su voz o acento, pero no logro reconocerlos. -descuida tal vez halla despertado, pero el narcotico la mantendra inmovilizada un rato mas, hay que darnos prisa-.
"Tranquilizate, recuerda que ocurrio" de decia mentalmente mientras era llevada a quien sabe donde por estos desconocidos, mientras esto pasaba ella recordo como iba corriendo hacia el parlamento para dar sus ordenes de como actuar tras la ocupacion de Renania, recordo ver a un hombre que se interpuso en su camino, despues sintio dos pinchazos y ahi perdio la razon.
Despues de esto, lo ultimo que recordaba era el estar en esta extraña situacion. Paso un breve tiempo hasta que llegaron a una habitacion sin ventanas pero muy amueblada, la sentaron en un sofa rojo de piel, la desamarraron, la desamordazaron y le quitaron la venda.
-Por favor Señorita Tanya Von Degurechaff no intente nada, la camara esta sellada y solo se habre desde el exterior-.
Inmediatamente dirigio su mano hacia su cintura para descargarles su p-90, pero antes de que lo hiciera volvio a hablar el señor. -no intente eso por favor, fue registrada y se le confiscaron sus armas y su gema de calculo, que dejeme decirle es una verdadera obra de arte-.
"Maldicion es cierto, me quitaron hasta mi daga del tobillo", penso mientras se paro del sofa.
-¡SE PUEDE SABER QUE CARAJOS QUIEREN, SI BUSCAN TORTURARME DEJENME DECIRLE QUE PIERDEN SU TIEMPO!-. El hombre rio a carcajadas y hablo, -disculpe la descortesia señorita Tanya, nuestra intencion no es hacerle mal alguno, al contrario......-.
-si eso fuera verdad, ¿por que tuvieron que secuestrarme?-. Interrumpio Tanya con una voz de total desconfianza, al notar esto el hombre chasqueo los dedos, al instante unos encapuchados trajeron dos copas y una botella de agua mineral. -me inagino que tiene sed, porfavor beba-. Decia mientras servia el agua en las dos copas, claro Tanya no pensaba beberla, nuevamente el enigmatico hombre lo noto y agarro su copa y bebio de ella. -le aseguro que si nuestra intencion hubiera sido asesinarla, no hubiera estado jamas en este lugar-, a esto Tanya comprendio la situacion y trato de recolectar informacion.
-a todo esto, oi claramente un disparo silenciado, como......-. El hombre sonrio un poco y se apresuro en contestar su pregunta. -oh, eso, fue gracias a esta belleza-, agarro un rifle que tenia alado suyo y se lo paso a Tanya, ella totalmente confundida lo sostuvo y lo inspecciono, "podira dispararle en wste momento y nadie escucharia, sin embargo no podre salir del lugar, ademas esto puede ser una trampa para probarme", -es un rifle silenciado-.dijo Tanya con algo de impresion, ante su respuesta el hombre sonrio nuevamente y le dijo, -se ve lo observadora que es, si ya se tranquilizo espero que pueda escuchar nuestra propuesta, por supuesto que estaremos complacidos de contestarle, si gusta, para que se sienta tranquila quedece con el rifle-. A esto Tanya que siquiera pensaba en soltarlo ascintio, pues tenia que admitir que sentia mucha curiosidad, el hombre se paro y realizo unos toques a la puerta de acero, sl poco rato se abrio y entro un hombre encapuchado, si embargo este era diferente pues su capucha parecia mas desgastada y con mas adornos, el hombre se quito la capucha y tomo asciento donde antes estaba el otro hombre, -mi nombre es Yabib Hashir Maestre de Prusia, miembro de la Hermandad del Alta Aguila-.
"Conque Ottoturks, eh almenos ahora se la razon de esas misteriosas desapariciones y ese sentimiento de estar siendo observada, sin embargo hay dos cosas que todavia no tengo clara". Tanya apunto el rifle hacia el maestre y le dijo -¿por que carajos me secuestraron?, ¿que quieren de mi?-.
El maestre se puso serio y en tono condescendiente le dijo a la joven armada que tenia de frente. -no era nada personal Tanya Von Degurechaff, simplemente no queriamos que cometiera un grave error-. Tanya lucia confundida nuevamente, por lo tanto el maeatre le explico, -por favor Tanya, hablo para saber su arsenal disponible y llamo a su gabinete al parlamento, no hay que pensar mucho para saber a donde se dirigia eso, LA GUERRA, ESO ES LO QUE SE AVECINABA-.
-Y eso que tiene que ver con el imperio Ottoturk-. Dijo tanya con seriedad, El maestre se tomo un tiempo para contestar y despues saco un portafolio con unos documentos. -queremos que el imperio se una al pacto de acero, asi como queremos unirnos a ustedes en la proxima guerra-.
-¡PERO QUE!........ que saben ustedes de eso- dijo Tanya totalmente atonita, pues nunca previo esta situacion, el imperio Otomano nunca fue poderoso ni prominente en su mundo, pero supuso que esta era una de esas desagradables incongruencias entre ambos mundos, el maestre abrio la puerta, cruzaron un corredor y tras el habia una cortina al estilo arabe, y una vez que la cruzaron vieron una gigantezca zona de operaciones, de un lado se veian llegar palomas y ratas con pequeños tubos en los tobillos, de ahi unos hombres encapuchados las recojian y se las llevavan a otros que se encontraban en unos cubiculos de oficina, en los cuales decodificaban los mensajes, una vez que les daban la codificacion la llevaban a otra zona en donde se encontraban mapas estrategicos, uno era de la misma bernun, la cual estaba dividida en distritos y tenian pequeños signos y elementos en ellos, otro mapa era de toda prusia de igual manera dividido y que tambien poseia simbologias; tambien habia un gran tablero que tenia el nombre de una ciudad y a lado venian varios datos de esta, Tanya estaba maravillada con este lugar, ya que desde niño en su otro mundo solo tenia 3 gustos en los cuales desahogarse de los constantes pleitos de sus padres: las noticias internacionales, la historia y las peliculas de espias, amaba ver como un puñado de hombres podian salvar todo un país. -jeje, se ve que le gusto el lugar, bajo ordenes del grán maestre y de el Sultan puede hacer con estas instalaciones y su personal lo que desee-.
Tanya estallo en emocion y saco ese lado de ella que le resultaba tan penoso, ese lado de ella que habia desarrollado (segun ella) bajo efectos secundarios de usar el type 95. -¡en serio!, ejem.... dijo, como es eso pos....-, -aunque no lo crea estamos debajo de Bernun-. Interrumpio el maestre mientras señalaba hacia el techo. -vera, nuestro imperio quería unirse al imperio poco despues de la ocupacion de Parise, sin embargo, casi de la noche a la mañana nuestro sultán nos dijo que Alah lo visito en un sueño y le dijo que si nuestro imperio participaba, seriamos derrocados divididos y esclavizados durante los proximos 100 años, al principio todos creian que el sultan habia enloquecido o simplemente se habia acobardado, aunque finalmente sucedio eso y muchas otras predicciones que el sultan recivio por palabras del mismisimo Alah, poco antes del fin de la guerra el gran maestre nos ordeno poner una base de operaciones en Bernun y eso se hizo, nuevamente las predicciones del Sultán acertaron cuando usted llego al poder y revolucionó Prusia, Hace poco el Sultán recivio lo que dijo que sería la ultima prediccion que Alah le daria, esta decia que Usted era una Enviada de Alah para cumplir su voluntad, sin embargo te habias desviado del camino y que nuestra labor era hacerte recuperar el camino y unirnos a ti para asi difundir la voluntad de Alah por el mundo, dijo que no todos lo reconocian asi, lo Jusen lo llamaban Yave, los critianos y apostoicos lo llamaban Dios, pero mas importante nos dijo que tu lo llamabas de otra forma-.
Tanya trabando los dientes por la rabia apenas si pudo contestarle al maestre Yabib.
-¡......ser......x.......!-.
Yabib enloquecio en una absoluta euphoria tras oir esto, -siiii, exacto, ese fue el nombre que me confio el gran maestre, esta ultima prediccion que nos otorgo Alah, ¡en verdad eres su elegida!-.